ALICANTE. Lucas Martínez (València, 1967) es CEO de DCN, empresa especializada en fortalecer la internacionalización de firmas españolas mediante el apoyo a la definición estratégica y la implementación, la financiación y el empoderamiento de la tecnología. Ha potenciado el desarrollo de marcas españolas líderes de mercado en sus respectivos sectores y promovido la actividad de Venture Capital en el sector de la innovación. Actualmente, es consejero de varias sociedades y fue consejero de entre otras sociedades, de Carrera y Carrera, Director General Adjunto de la división lujo de Lladró, Associate en Mckinsey&Co, e Ingeniero de BP.
Recientemente estuvo en el evento "Friday Tech Fever" de Torre Juana dando las claves para medir y materializar determinadas oportunidades de negocio y hacer que sean viables. También apuntó a claves para medir el éxito de un proyecto, idea o startup y respondió a preguntas de Alicante Plaza sobre el futuro del modelo económico y el impulso de las empresas tecnológicas en la provincia y la Comunitat Valenciana.
¿Qué destacaría como factor clave en las oportunidades de negocio?
En la charla hemos puesto el foco en dónde estamos ahora: preocupados por la burbuja en la innovación. Ahora la eficiencia económica es muy baja; los proyectos no están bien enfocados, los equipos puede que no sean los adecuados, no están bien financiados y la mayoría fracasan. Otra circunstancia es que te pueden mantener mareado durante un año o dos haciéndote creer que igual se puede salvar una idea cuando ya llevaba muerta dos años. Nosotros en los últimos dos años hemos dado un giro importante. Normalmente el empoderamiento de los business angels es un "nena, tú sí que vales", pero si no estás preparado en el sector, si alguien te anima a poner dinero y nos estás preparado, probablemente lo vas a perder con más causa. Por ello, el empoderamiento de un business angel en base a una fiscalidad que premia la inversión directa en una startup, no sé si es el mejor camino antes de que los inversores estemos dispuestos a invertir en algo que no conocemos.
¿A cuántos ha aconsejado que frenen?
En los últimos dos años hemos dado giro muy claro. Teníamos la discusión entre trabajar para inversores o trabajar para las compañías. Creemos que ahora hay que trabajar para la empresa porque tiene que haber empresas. El inversor ganará dinero si hay negocios que, además, van bien. En cambio, si maquillo un producto financiero con el que voy a especular y voy a ganar dinero sobre un fundamental que es una compañía que no se sostiene, todo es una mentira. Incluso, puede que alguien gane dinero así, pero será porque la fortuna le ha sonreído.
En estos momentos está el ejemplo de Distrito Digital. ¿Qué piensa de este modelo?
Hay que felicitar a Andrés Pedreño, a Andrés Torrubia, a Nuria Oliver, a todos los que están alrededor, porque lo que está pasando en Alicante es un caso que puede ser ejemplar a nivel nacional y europeo. Realmente, esta dinámica de colaboración ocurre poco. En Alicante se puede dar un salto porque esto no tiene límites. Atraer a empresas finlandesas y que se ubiquen aquí con sol, días de luz, temperatura y mano de obra más económica tiene sentido por todos los lados. Lo veo muy bien, creo que Alicante va a sacar la cabeza de una forma muy brillante.
¿Qué sectores ve ahora en auge en cuanto a inversión y creación de empresas?
Separamos lo que son "negocietes" de empresas tecnológicas. Los "negocietes" utilizan una mínima tecnología para hacer mejor un servicio que ya existe y funciona porque la sociedad es muy emprendedora. Las ayudas fiscales y el invertir en cosas que conoces va fenomenal, es algo que suma a lo que ya existe, un coste incremental para mejorar eficiencia o ventas. A mí me gusta más la tecnología pura y dura y tenemos más carencias. Tenemos conocimiento de base porque hay investigadores, pero si no sabemos crear startups ni hay dinero, ni equipo, ni mentalidad de investigador, y si ni la universidad ni el centro de investigación lo tiene… Si queremos cambiar el modelo económico, el cambio va a venir por ahí.
¿Quién debe hacerle abrir los ojos del investigador para decirle que su trabajo vale?
Hay un problema. La universidad señala al gobierno y el gobierno a la universidad. Nosotros estamos colaborando con una universidad; somos contrata del servicio de transferencia y estamos poniendo presión en ella apuntando a que es su responsabilidad social. En el momento en el que un equipo rectoral lo comprenda, buscará los recursos. Sí, es cierto que faltan recursos en la universidad, pero existen esos recursos. Sí que habría dinero porque la Unión Europea lo pone. Donde esté poniendo el dinero la UE es donde se debe buscar. Habría que hacer una tarea de lobby como país para convencerles de que venga más dinero hacia aquí. Luego hay una lucha muy difícil con los investigadores y la libertad de cátedra. Puedes hacer lo que quieras, pero vamos a hablarlo. Igual hay que hacer un poco de caso a lo que digan desde Europa. Los listos se adaptan rápidamente y los cabezones, que a veces son los más buenos, a veces no.
¿Qué factor es clave para que afirmar que una idea es buena?
Que funcione la empresa. Si tu me estás dando un "negociete" tienes que funcionar en un periodo corto de tiempo. Ahora, si me estás ofreciendo un nuevo fármaco, a lo mejor la idea necesita diez años. Depende de la ruta que se tome. Los modelos necesitan fondos más grandes y especializados en los sectores donde haya conocimiento de base. Y eso es lo que no está tan claro, porque nuestra democracia no consigue definir la estrategia del país. Los políticos no se ponen de acuerdo. O nos ponemos de acuerdo o nos dejamos llevar por Europa.
¿En cuanto a fondos, como está la situación en España en general y en la Comunitat en particular?
Hay dinero que, posiblemente, se concentra cada vez en menos manos. Esa es la discusión. Hay mecanismos para invertir pero no tantos para retornar el dinero. Los buenos proyectos siempre encuentra financiación; la mayoría de ellos no la encuentran. Hay dinero, pero el empoderamiento de un business angel es un proceso de aprendizaje por el que al final el inversor se va a hartar de perder el dinero y lo acabará agrupando en fondos especializados, por sentido común. Creo que aportamos todos menos valor del que creemos; el inversor, el gestor, el investigador. Cada uno debe saber el valor que aporta para tener una visión de la situación y que funcione. Me gustaría que aprendiéramos más rápido.
¿Qué se puede extraer como beneficio de las grandes empresas a las startups?
Las empresas grandes son tractoras y tienen la capacidad de hacer un mercado nuevo. Hay una parte importante que es la compra innovadora, de lo que solo se habla en lo público, que pueden aplicarlo las empresas privadas. Que Mercadona aplicara, por ejemplo, un 5% de su volumen de compras solamente a proveedores innovadores. Imagínate el cambio que se produce si generas algo nuevo. Con una mentalidad de no querer poseer. Es lo que ha pasado en Estados Unidos. Las grandes firmas ayudan a crecer pero no condicionan el crecimiento. Es un "no te quiero mandar porque te estoy matando". En el Ibex, ya que trabajamos bastante con las grandes de Madrid, se han producido pasos en este sentido. Se han dado cuenta de que tienen que reaccionar y será bueno cuando encuentren un modelo eficiente para generar.