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análisis ap - las paradojas y encrucijadas de ppcv, pspv, compromís y vox

Los partidos valencianos ante el pacto de Sánchez con los independentistas

4/11/2023 - 

VALÈNCIA. El pacto del líder del PSOE, Pedro Sánchez, con las formaciones independentistas catalanas, ERC y Junts (aunque este último todavía no se ha cerrado públicamente), es el asunto predominante -casi el único- en la agenda política nacional y autonómica. Las reacciones, opiniones, exigencias... son continuas y van más allá del tema 'estrella' -la amnistía- que sin dudad es el que solivianta más unánimemente a las fuerzas de la oposición y su electorado, pero también a otros votantes y territorios.

Ahora bien, este acuerdo, o al menos lo que hasta ahora se conoce del pacto entre PSOE y ERC y lo que se desprende de la alianza con Junts, conlleva una onda sísmica que puede afectar -y mucho- a la política valenciana y a sus fuerzas políticas. ¿Cómo influyen en los partidos de la Comunitat estas alianzas que está tejiendo Pedro Sánchez?

-PPCV. Sarna con gusto, no pica. Los populares liderados por el también presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, se encuentran ante un escenario político muy ventajoso estratégicamente hablando. Pese a sus protestas sobre el pacto, todo apunta a que el acuerdo entre PSOE-ERC-Junts puede desembocar en una condonación de parte de la deuda valenciana y una revisión del sistema de financiación que venía reivindicando el Govern del Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem) durante ocho años sin éxito.
 El presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Carlos Mazón. Foto: GVA 

Si el pacto de Sánchez no ve la luz, habrá elecciones, lo cual no sería mala noticia para los populares; mientras que si la alianza se cumple, es probable que el Consell dirigido por PP y Vox vea reducida su deuda y acabe siendo beneficiada por una reforma del sistema que no consiguió el socialista de Ximo Puig. En el caso de que estas condiciones finalmente no se produzcan, la munición para Mazón y los suyos contra el Gobierno de Sánchez será ilimitada y, además, cargada de argumentos, por lo que la situación parece, pese a la paradoja de su propio origen, un claro win-win para los populares valencianos.

-PSPV, la amargura cuando no se abandera el logro de una reivindicación. En la otra orilla se encuentran los socialistas valencianos todavía liderados por el expresidente de la Generalitat, Ximo Puig. El dirigente del PSPV-PSOE se encuentra protagonizando la más férrea defensa de los acuerdos que trata de apuntalar Sánchez, como bien demuestra su acto de este viernes con Rodríguez Zapatero. Al margen de su convencimiento en la necesidad de hacer pedagogía con este acuerdo que permita "el abrazo de las Españas", en el ambiente también flota su deseo de hacer méritos para ser ministro en el próximo Gobierno de Sánchez.

El líder del PSPV, Ximo Puig. Foto: EP/Carlos Luján 

El problema para el PSPV radica, más allá de la amnistía, en que si se produce la condonación de parte de la deuda valenciana o la remodelación del sistema de financiación, no será mérito suyo, sino del acuerdo con los independentistas catalanes. Y en términos políticos, la mala noticia es que no estarán gobernando para beneficiarse en la gestión o aprovechar el rédito, sino que terminará haciéndolo el PPCV de Carlos Mazón, que ahora lidera la Generalitat.

-Compromís, los votos que nunca terminan de ser claves. Tampoco esta es la mejor situación para la coalición valencianista: tras muchos años logrando protagonismo en el Congreso con poca representación, ahora los partidos independentistas catalanes apuntan a lograr reivindicaciones muy similares a las de Compromís, pero al igual que pasa con los socialistas, no podrán aprovecharse de los beneficios que puedan llegar para el Gobierno valenciano.

La portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó. Foto: KIKE TABERNER 

La inestabilidad en Compromís tras la derrota electoral es manifiesta y su papel en la negociación con Sánchez a través de Sumar genera no pocas dudas. Será difícil que, de producirse algún beneficio para la Comunitat, puedan apuntar como éxito particular la reforma del sistema de financiación, pese a haberla abanderado durante años. Y desde luego, no serán los que puedan aprovecharla en la gestión. Lo mismo pasa con la condonación de la deuda. Su amago para el bloqueo de la ampliación del puerto en las negociaciones quedó como un paso en falso. ¿Debería Compromís plantarse de verdad en algún momento? Mientras esto sucede, todo apunta a que la coalición valencianista tendrá que vivir a remolque de la situación propiciada por las fuerzas independentistas.

-Vox, el precio de ser comparsa en lo autonómico. El partido que menos siente ni padece en el ámbito regional sobre este pacto es la formación de Santiago Abascal. Siempre a la contra en la condonación de la deuda o en la reforma del sistema de financiación, su desmarque respecto a las reivindicaciones valencianas tienen como consecuencia la pérdida de voz y visibilidad en este tipo de debates. En la esfera nacional, sus posiciones no distan en esencia del PP al hablar de los pactos, pero su altavoz es más reducido, por lo que su opinión se ve más diluida frente a los populares. Más aún en la Comunitat Valenciana, donde Mazón lleva la batuta al liderar una formación que sí ha sido protagonista en los debates relacionados con el acuerdo de Sánchez y los independentistas que ahora salpican a la autonomía.

El vicepresidente primero del Consell y referente de Vox, Vicente Barrera. Foto: EFE

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