VALÈNCIA (EP). Los nuevos impuestos temporales anunciados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para la banca y las grandes compañías eléctricas, petroleras y gasísticas irán dirigidos a las empresas que facturen más de 1.000 millones de euros al año.
En un principio, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, se ha referido a que gravarán los beneficios que hayan registrado más de millones de euros de beneficio, pero posteriormente desde el Ministerio han puntualizado que se refería a facturación.
En declaraciones a los medios de comunicación en el Congreso tras la primera de las intervenciones del presidente en el Debate sobre el estado de la nación, Montero ha informado de que estos dos impuestos se registrarán en sendas proposiciones de ley por parte del PSOE y Unidas Podemos para poder estar en vigor en 2023.
El impuesto a las grandes energéticas gravará se aplicará durante dos años sobre los beneficios registrados en 2022 y 2023, con el objetivo de recaudar 2.000 millones de euros cada ejercicio, mientras que el dirigido a las entidades financieras hará lo propio con una recaudación estimada de 1.500 millones al año, hasta un total de 7.000 millones.
La ministra de Hacienda ha justificado la vía de la proposición de ley en el Congreso, a través de los grupos parlamentarios que respaldan al Gobierno, porque es "el instrumento jurídico más ágil" para conseguir su aprobación antes de final de año.
Montero ha explicado que estos dos impuestos se tramitarán "en paralelo" a los nuevos Presupuestos Generales del Estado -los nuevos impuestos no se pueden crear por decreto ley ni a través de las cuentas públicas- y ha dicho estar "convencida" de que contará con el apoyo de los socios que han respaldado las "medidas progresistas" del Gobierno.
En su intervención, la titular de Hacienda ha defendido que, tras registrar las empresas energéticas "mayores beneficios" en la actual escalada de precios, "parece de justicia" que se les pida un "esfuerzo añadido, temporal" durante sus beneficios en dos ejercicios.
En lo que respecta a la banca, ha señalado que las entidades financieras "están empezando a tener mayores beneficios con motivo de la subida de tipos". Asimismo, más tarde ha recordado que durante la anterior crisis financiera "este país, de la mano de los gobiernos conservadores, acudió al rescate de la banca", y que la postura del Gobierno es "rescatar a los ciudadanos".
En este sentido, ha elogiado la intervención de Sánchez por "demostrar que hay dos maneras de gestionar": la aplicada por el Gobierno durante la pandemia, asumiendo con mayor gasto social el coste de la crisis en la pandemia, o la del PP durante la crisis financiera que causó, ha dicho, "precariedad, más desigualdad y devaluación salarial".
Así, la ministra de Hacienda ha calificado como "extraordinaria" la intervención del presidente, "alejada del autobombo y la autocomplacencia" sobre las medidas aprobadas, y centrada en transmitir, "con garra", "las ganas" del Gobierno en "combatir la principal amenaza del país, que es la guerra".