ALICANTE. El candidato a la presidencia de la Cámara Oficial de Comercio, Industria, Servicios y Navegación de Alicante, Carlos Baño, se ha reunido con los expresidentes de la Cámara Eliseo Quintanilla y Luis Esteban, así como con los hijos de Antonio Fernández Valenzuela y Emilio Vázquez Novo, Antonio y José respectivamente, y el hermano de José Enrique Garrigós y también candidato en estas elecciones, el turronero Pablo Garrigós, quienes le han trasladado su apoyo para presidir la institución.
Durante el encuentro, han coincidido en que es necesario el resurgir de la entidad cameral para afrontar los importantes desafíos a los que se enfrenta la economía alicantina y creen que Carlos Baño es la persona idónea para liderar este gran reto, para el cual hacen falta ideas, participación de todos los empresarios y sectores económicos y firmeza en la defensa de sus intereses, con el objetivo de hacer de la Cámara un instrumento útil para el tejido empresarial, que puedan sentir como propia y cercana, y en la que participen aprovechando todas las herramientas que pone a su disposición.
Así, han destacado “su entrega, determinación y liderazgo en todas las iniciativas que ha emprendido” desde sus distintas responsabilidades en la Cámara, al frente de Facpyme, Alicante Gastronómica o en la empresa privada, y han valorado su apuesta por un “proyecto regenerador que sitúa en el centro de toda acción al empresario y los servicios que se le puedan ofrecer, así como ser la voz del empresariado ante las instituciones y trasladarles todas sus reivindicaciones y demandas”.
Por su parte, Carlos Baño ha expresado su interés por “escuchar a las personas con las que he trabajado y aprendido, y cuya vocación y lucha constante hicieron de la Cámara de Alicante una institución de referencia para el empresariado de la provincia y de fuera de ella. Debemos recuperar esa posición de fuerza para ser decisivos, más aún en una coyuntura complicada marcada por las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania, la crisis del transporte, el incremento desmesurado del coste de la energía, carburantes y materias primas o la inflación, que están afectando tanto a los sectores productivos como al consumidor final”.