ORIHUELA. La última sesión de esta semana dentro del juicio del Caso Brugal ha traído el testimonio de tres personas relacionadas con empresas que participaron en la UTE de 2009 y también con el proveedor de maquinaria para ese conjunto de firmas que ganó la contrata de recogida de residuos urbanos en Orihuela. La primera parte de la sesión se dedicó a dirimir si se admitía a trámite o no la petición de la defensa de Rafael Gregory para anular la declaración de dos de los testigos de la jornada, además de otra persona que declarará por videoconferencia. La motivación de Gregory era "riesgo de contaminación" porque en su momento fueron investigados en la causa, aunque ahora no lo son. Entonces se acogieron a su derecho a no declarar. El tribunal no admitió esta petición argumentando que "en 23 sesiones previas se han practicado pruebas que podrían estar en situación de antijuricidad, pero eso ya lo valorará en su momento el tribunal". Será, en todo caso, en la sentencia. Todas las defensas protestaron por la decisión.
Así, tras la resolución de los magistrados, testificó el que fue accionista mayoritario de la firma "El Creador de Inversiones" en marzo de 2008. Una firma a la que el testigo dice que llegó a través de Miguel San Andrés -el empresario que sería gerente de la UTE-, entre otras personas. En este sentido, el testigo, dio detalles de cómo el empresario ahora encausado, le presentó la oportunidad de "meter dinero en la empresa, 60.000 euros como posibilidad de inversión". Según su declaración ayer en el juicio, él tuvo en propiedad una constructora grande, dedicada a obra pública, que se vino abajo en la crisis. Asimismo, el testigo detalló cómo fue el proceso de compra de la sociedad; que se realizó la firma en Madrid, allí conoció a otros accionistas y no hubo negociación previa. La actividad principal de esta mercantil se presentaba, según Miguel San Andrés, para presentarse a concursos de recogida de basuras en pueblos pequeños. "Yo solo era inversionista", según el testigo. En este sentido, señaló que él supo que se negoció, tras su firma, la compra de otras empresas en Andalucía y Valencia, pero que de eso se encargaba San Andrés. "Era un hombre de confianza para mí. Ya habíamos trabajado juntos antes, cuando estaba en Urbaser y Dragados".
Tras el paso de los meses, el testigo vendió sus participaciones en esa empresa a José Ramón Boyer. El testigo apuntó que fue por decisión propia, por problemas económicos y por peligro de suspensión de pagos. Recuperó el dinero invertido y de ese modo, afirma acabó su relación en esa operación. Después de esta transacción tuvo alguna reunión con Boyer. En cuanto a su relación previa con Ángel Fenoll y su hijo, Luis Ángel Fenoll, el testigo mantuvo que trabajó en el vertedero de Abanilla y que en años anteriores, compró "muchos camiones" a Rafael Gregory.
Siguiendo con su relato, el testigo que fue accionista de la firma "El Creador de Inversiones" hasta 2010, afirmó que Rafael Gregory les manifestó que "quería que la empresa fuer bien y que nos vendiese muchos camiones". Aunque asegura que no sabe si hubo alguna negociación previa con él. En cuanto a la compra de empresas, aseguró que él no decidió qué firma compraba, que "me vino todo dado" por Miguel San Andrés y que la decisión de comrar Liasur y Gobancast fue decisión del empresario.
San Andrés, según la declaración de la UDEF, estuvo trabajando, con más personas, por buscar empresas con requisitos para convertirlas en "empresas pantalla", descartaron a Sufi, estudiaron el terreno, hicieron viajes y mantuvieron reuniones con muchas personas para conseguir este propósito. Un proceso que duró meses y que está registrado, según la UDEF a raíz de escuchas y otros métodos de investigación.
Otro de los testigos que declaró ayer era financiero en la firma Geesink en 2009. Una firma dedicada a comercializar y reparar maquinaria para la recogida de residuos, en un sector que no era atomizado y para el que existen unas cinco o seis empresas competidoras. Colsur era, en ese momento, cliente de la firma. Así, explicó que su empresa entregó maquinaria para la contratación de la UTE de Orihuela en el momento, una operación que se concertó con Autisa y que pagó VFS, la financiera de Renault. Además, mantiene que él no tenía responsabilidad en el negocio, solamente en la reclamación del pago.
En este sentido, en su declaración, el testigo recuerda que la norma en la empresa, y, en el caso de la UTE, era que "hasta que no pagaran, porque eligieron el método de leasing al contado, no entregaríamos la maquinaria. Hubo un intento de que la entregáramos antes del pago". También asegura recordar que el hecho fue antes de Semana Santa y que les urgía la entrega de maquinaria.
El pedido de maquinaria que se realizó a la firma Geesink para Orihuela incluía, en principio, maquinaria y compactadoras. Se supone que la maquinaria entregada incluyó 17 unidades y mantiene que "se entregó algún camión porque se han cobrado". Según el testigo, existen algunos pagos de Autisa, de 96.000 euros y también de 60.000 euros, aunque quien acabó de pagar el servicio, según su declaración fue VFS.
El próximo martes 2 de julio, según la previsión del calendario de sesiones, declarará como testigo el exalcalde oriolano Monserrate Guillén y también acudirán la próxima semana algunos ediles.