socios mayoritarios de la empresa que madura los vinos bajo el mar

Los Sánchez Butrón entran como inversores en la Bodega Submarina del Mediterráneo

8/01/2020 - 

ALICANTE. La Bodega Submarina del Mediterráneo (BSM), uno de los proyectos más innovadores nacidos en Alicante en los últimos años con su sistema de maduración de vinos bajo el mar en el Cabo de las Huertas, ha captado un socio de primer nivel para impulsar su crecimiento. Según han confirmado a Alicante Plaza las dos partes, el abogado Cayetano Sánchez Butrón, presidente de Fundesem, y su hermano Santiago Sánchez Butrón han adquirido una participación mayoritaria de la empresa fundada por José Marín.

La compra del capital se ha llevado a cabo a través de la firma de inversión de la familia Sánchez Butrón, según estas fuentes, y busca impulsar el plan de negocio presentado recientemente por la empresa, que llamó la atención tanto de bodegas como de inversores. La dirección de la empresa seguirá en manos de su fundador, que dejó su trabajo de buzo para plataformas petrolíferas para poner en marcha este innovador proyecto hace dos años, con una espectacular acogida por parte del sector. Los Sánchez Butrón, así, actuarán como socios capitalistas y aportarán también a la empresa sus conocimientos en sus respectivos sectores.

Tras la adquisición de la parte mayoritaria del capital, la sede de la empresa, originalmente radicada en Elche, se ha trasladado hasta el despacho de abogados en la plaza de los Luceros, según recoge este martes el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). Al parecer, el ascenso meteórico de esta pequeña empresa alicantina ha resultado tan atractivo que, según las mismas fuentes, ha generado multitud de ofertas de compra de acciones e inversión, si bien según los fundadores, el grupo familiar Marín, finalmente la decisión de venta no ha estado basada en la oferta económica, "sino en la coincidencia de objetivos comunes y valores y encaje de ambas familias".

BSM ofrece a bodegas y empresarios vitivinícolas (no elabora sus propios vinos) la posibilidad de sumergir sus botellas frente al Cabo de las Huertas de la capital alicantina, para sacarlos un año después con unas propiedades totalmente distintas a las que se obtienen con el método tradicional. Este método de maduración permite acelerar el proceso gracias a que el mar ofrece una temperatura sin variaciones significativas, una humedad constante y "lo que creo es el factor más importante, la presión que se produce en el vino bajo el mar", según José Marín.

La idea de la bodega es crecer tanto en el sector vitivinícola, donde no es competencia de los grandes grupos bodegueros al no elaborar su propio vino, como en el turístico, con un proyecto a largo plazo para ofrecer inmersiones y catas submarinas. Otro objetivo, esbozado en la presentación del pasado noviembre, es la de convertirse en un referente de sostenibilidad, al eliminar en su proceso de maduración el uso de energía y, por tanto, reducir su huella de carbono. Una innovación que ha llamado la atención de la Universidad de Alicante, que quiere presentar el proyecto para participar en un estudio europeo sobre la trazabilidad de la huella de carbono.

Por el momento, en lo que se refiere a su core, son ya varias las grandes bodegas que han probado la maduración submarina (en otoño se recuperó su primera 'añada'). Entre ellas, la alicantina MG Wines, de Luis Miñano, que dedica casi toda su producción al extranjero, la bodega Estefanía, del Bierzo, o una bodega alemana con un vino de la variedad Riesling. También ha empezado a madurar sus vinos bajo el agua de Alicante la bodega premium Pago Carraovejas. Asimismo, una importante bodega de la DO Ribera del Duero negocia ya con BSM la producción de una línea comercial submarina en pack, con la 'versión' terrestre acompañada del mismo vino con evolución submarina.

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