ELCHE. Aún quedan al menos dos semanas de excavaciones para limpiar y excavar todos los cuerpos islámicos que puedan haber en el nuevo hallazgo de hace menos de una semana en la tercera fase de catas del Mercado Central. Algunos días después de dar de nuevo con restos óseos, que lógicamente han creado más expectación que con las prospecciones habituales, aún es pronto para hablar a ciencia cierta sobre lo que hay en esta parte. No obstante, desde la empresa que está haciendo las catas, Alebus, señalan que se trata de la misma necrópolis hallada hace dos años dentro del viejo inmueble.
Según ha explicado el arqueólogo que está dirigiendo la intervención, estos cuatro esqueletos deben pertenecer alrededor del siglo XIII y pertenecen a la misma necrópolis, solo que los dos encontrados en 2017 estaban medio metro más profundos. Por eso aquellos eran del siglo X u XI; eran más antiguos, y por eso estos se han encontrado en una capa más alta, casi en la superficie. En cualquier caso, aún es pronto para sacar conclusiones, a las cuales no se puede llegar hasta que esté todo excavado. Alebus debe seguir con las catas para encontrar todos los cadáveres que pueda haber, buscando más profundo para ver hasta qué época llega la necrópolis.
Asimismo, esta fase de las catas está dejando al descubierto, además de las inhumaciones islámicas, pistas sobre la historia y el desarrollo de la ciudad. Comparte elementos modernos con otros bastante más antiguos. Hay aljibes de época moderna, de en torno al siglo XVII o XVIII, como el que se encuentra en la esquina de la Plaça de la Fruita, bastante grande, en la parte más pegada a los Baños Árabes —con los que no tienen nada que ver—, mientras que también se ve todo un sistema de acequias y desagües más antiguos, de varias épocas, como muestran las capas estratificadas.
Con todo, aún es pronto para saber a ciencia cierta a qué época pertenece todo y darle un contexto que tenga un determinado valor. Por el momento, estos mismos días se han planteado distintas hipótesis, que los esqueletos son anteriores a la Vila Murada, que el mencionado aljibe no era un aljibe sino una cisterna, o que los propios entierros en adobe que se han descubierto significan que eran de una clase alta, al contrario que los encontrados en 2017, sin adobe alguno. Algo que desmiente el arqueólogo de las catas, que mantiene que se debe a que al ser más modernos ya utilizaban este método.
Así pues, son días de cábalas, hipótesis y sobre todo, mucha expectación por haber hallado esqueletos. Algo que ha servido para que los contrarios al Mercado Central se reafirmen en sus posiciones por el valor de este descubrimiento, mientras que desde Aparcisa aún no se pronuncian. Por el momento, el hallazgo, al tratarse de cadáveres, ya exige un tratamiento diferencial, y por eso la policía estará vigilando los restos mientras estén ahí.