entrevista a vicent marzà, conseller de educación

"Los que quieren que se aprendan tres lenguas por igual, deberían apoyar la ley del plurilingüismo" 

15/10/2017 - 

ALICANTE. El conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deportes, Vicent Marzà (Castellón de la Plana, 1983) es hoy un hombre intocable dentro del Gobierno de Ximo Puig. Los fallos del Tribunal Superior de Justicia  de la Comunitat Valenciana que anularon parcialmente su decreto de plurilingüismo le reforzaron: de la necesidad se hizo virtud y su departamento elaboró un decreto-ley para poder iniciar el curso con normalidad y, al mismo tiempo, una proposición legislativa para que su modelo, con ciertos retoques, quede blindado como norma. Pese a ello, las críticas de la oposición política, PP y Cs, no paran de arreciar. Marzà, de visita por Alicante, se muestra inmutable. Ni siquiera el debate de la cuestión catalana le incomoda. Su hoja de ruta sigue, y en todos los ámbitos: educativo, investigación, cultural y deportivo. "Había que cambiar el rumbo de un barco que tras 20 años de gobierno iba a la deriva", sentencia.

[Puede leer aquí la segunda parte de la entrevista en la que habla de la cuestión catalana "La solución para Cataluña debe ser política; no judicial, ni de represión]


-¿Ha claudicado Vicent Marzà en su modelo plurilingüe, como le reprocha la presidenta del PP, Isabel Bonig?

-No. Porque desde el primer momento dijimos que el objetivo era clarísimo: que los niños aprendieran por igual las tres lenguas, castellano, valenciano e inglés. Ese era el objetivo irrenunciable. Dijimos que haríamos todo lo que estuviera en nuestra mano, con los instrumentos que hiciera falta para que eso fuera una realidad. Hemos seguido un procedimiento; no nos inventamos las cosas en casa y decimos: será de esta manera. Consultamos a los que saben, a las universidades valencianas, para que nos dijeran cómo lo debíamos hacer. Ese estudio que nos han hecho es el que hemos utilizado para adaptarlo al contexto con el objetivo irrenunciable de que se aprendan las tres lenguas, con aquello que los expertos nos dicen que se debe hacer y con más margen en cada entorno, municipio o centro escolar. Este nuevo instrumento, la futura ley, da más libertad a los centros para adaptarse a sus necesidades. Venimos de un modelo fracasado y dijimos que cambiaríamos el modelo, y lo hemos hecho de forma pedagógica.

"La futura ley del plurilingüismo da más libertad a los centros para adaptarse a sus necesidades"

-Los recursos del TSJ, que han anulado parcialmente su decreto original, han avanzado la presentación de una ley de educación plurilingüe...

-No. La llevamos preparando desde ya hace semanas. Hemos estado hablando con mucha gente, de forma discreta, buscando el punto para encontrar el equilibrio entre aquellos que piensan de una manera y aquellos que piensan de otra diferente. Y poner en el medio a los niños, para que aprendan las tres lenguas. Lo primero que debemos es escuchar a los que saben, las universidades; y después escuchar a los principales actores, instituciones o posicionamientos políticos de partidos, sindicatos o asociaciones. También a los directores de colegios y a los alcaldes. Hemos hablado con muchos, muchos de las comarcas de Alicante, para ver hasta qué punto se podía llegar y qué podía ser bueno para sus comarcas. Y ese equilibrio es el que hemos puesto sobre la mesa en esa proposición de ley.

-¿Ve factible que esa ley tenga el respaldo de PP o Ciudadanos, que han sido los partidos más contrarios a los decretos de su departamento?

-Deberían poder hacerlo. Como decía, hemos escuchado a diferentes posiciones. Hemos integrado a todas las posiciones que tienen base pedagógica o social. No hay ningún argumento sobre la mesa que no sea un cálculo partidista para no decir que se está a favor de esta propuesta de ley que da máxima libertad a los centros, que garantiza unos mínimos a todo el territorio valenciano, a partir de los cuales se avanza en plurilingüismo y pensamos que todos aquellos que quieren que los niños aprendan las tres lenguas deberían estar de acuerdo.

-¿Ve recuperable el decreto de plurilingüismo inicial, en caso de que el Tribunal Supremo le diera la razón a la Conselleria de Educación?

-La base de esta propuesta de ley parte del decreto inicial. Parte de lo mismo que nos dijeron las universidades para hacer el decreto. Insistimos en que es necesario que se aprendan las tres lenguas y que se haga de manera pedagógica. Por ejemplo, seguimos introduciendo un espacio oral, pues durante muchos años hemos hablado mucho de teoría, pero casi nadie comprendía lo que le decían cuando le hablaban en inglés. Ese aprendizaje oral está en la ley; el modelo parte de la realidad del centro y avanzará en la decisión que los propios centros adoptarán y los consejos escolares participarán en ese proceso... eso también está en la ley. Y hemos hecho especial énfasis en el valenciano y el inglés, que son las dos lenguas que parten con menos conocimiento. Pensamos que es un avance, partimos de una situación más homogénea, que nos podemos adaptar la realidad de cada centro.

"Sobre la lengua vehicular de la enseñanza, lo que dice la ley estatal es que la competencia la tiene la dirección del centro"

-Los padres, como defienden diferentes partidos y plataformas, puede elegir la lengua vehicular...

-Lo que dice la ley estatal es que la competencia la tiene la dirección del centro. Y por tanto, en una aplicación estricta de lo que lo dice la ley estatal, que aprobó el PP, es la dirección del centro quien determina la distribución curricular y con qué lenguas se imparte cada asignatura. Y nosotros decimos que esa decisión es fundamentalmente pedagógica y por tanto, quien debe hacer la propuesta es el equipo pedagógico del centro. Y pensamos que debe estar participada y debatida en los consejos escolares. Aunque las decisiones pedagógicas las debe adoptar la dirección del centro, hemos puesto una puerta más participativa. Yo a veces me pregunto, ¿por qué no se hace este mismo debate sobre cómo deben enseñarse las matemáticas? En cambio, todos quieren participar y debatir cómo se deben enseñar las lenguas. Pues bien, según la ley, debe ser el equipo pedagógico; y según la Conselleria de Educación, el equipo pedagógico después de haber escuchado el consejo escolar. Para aprender lenguas o cualquier cosa, es importante que esté implicada la comunidad educativa.

-Ha mencionado la ley estatal. ¿Está seguro de que el Ministerio de Educación no presentará un recurso de inconstitucional al decreto-ley?

-El decreto-ley fue un instrumento para dar normalidad al inicio del curso. Era un decreto que no tenía un cuestionamiento pedagógico, más bien era una lucha partidista, atacar para generar más polémica, y por lo tanto, no podía afectar al alumnado ni a los centros educativos. La nueva proposición de ley, cuando entre en vigor, derogará este decreto-ley y el decreto anterior y fijará cuál es la legislación que se debe seguir.  

-Insisto, ¿está seguro de que no habrá recurso de inconstitucionalidad contra cualquier decisión de la Conselleria de Educación?

-Hablaremos con el Ministerio de Educación, como hemos hecho hasta el momento. Y hasta el momento, no ha presentado ningún recurso. Cuando alguien tiene voluntad de entenderse y pone en el centro a los alumnos, no vemos ningún argumento pedagógico que pueda determinar que no se está haciendo bien. Estamos tranquilos tanto en la futura ley como en el decreto-ley. No tiene sentido que alguien quiera plantear dudas sobre un curso que ha comenzado con normalidad.

Sobre la inconstitucionalidad del decreto-ley: "No tiene sentido que alguien quiera plantear dudas sobre un curso que ha comenzado con normalidad"

-¿La Diputación de Alicante tenía legitimidad para presentar un recurso al decreto inicial ante el TSJ?

-Pensamos que no. Las administraciones están para prestar un servicio a la ciudadanía, y no para estar peleándose entre ellas. Una administración que no tiene competencias contra otra que sí tiene. Es un desbarajuste (el conseller utiliza la palabra "desgavell"), que no tiene sentido. Creo que a veces no se calcula bien, y creo que aquí no se ha calculado bien. La Diputación de Alicante hizo un cálculo pensando en su electorado, que está contribuyendo todavía más a legitimar la política en la que los ciudadanos, lo que quieren, es que las administraciones aporten soluciones, y no problemas entre unos y otros. Pensamos que debemos gobernar, hablar con la gente. Somos los competentes. Debemos aportar soluciones y poner al centro a los niños y niñas.

-Con la educación concertada también hubo mucha tensión al principio...¿hay más calma ahora? ¿ha cambiado algo?

-Yo creo que sí porque han ido conociendo la política de la Conselleria de Educación. Nosotros seguimos estando donde estábamos. Se hizo mucha soflama que en los propios centros no se ha vivido. Pensamos que al principio había gente, por parte de la oposición, que se estaba pasando de frenada. Lo que dijeron que iba a pasar, no ha pasado. La gente se ha dado cuenta de que hay menos alumnos por aula; que se les atiende mejor; que hay más profesores contratados, incluso en la concertada; que tiene acceso al programa XarxaLlibre; se les ha pagado a los profesores de la concertada los atrasos del anterior Gobierno, que era de 9 millones de euros... Y por tanto, que están mucho mejor. Lo único que hemos hecho es poner orden a la gestión del dinero público. No podemos aumentar los recursos para una oferta que ya existe. Este es el punto de partida; hemos trabajado mucho más con diálogo, con la gente de la concertada y les hemos hecho ver que ese es el criterio que tenemos. Y que todas las mejoras llegan.

Sobre la educación concertada: "No podemos aumentar los recursos para una oferta que ya existe"

-Ha mencionado también el programa XarxaLlibre. ¿No ha tenido demasiados problemas en su aplicación?

-Sabíamos que habría problemas de gestión; era un programa muy ambicioso. En un colegio en el que estuve de profesor, había un banco de libros y sé que lo que cuesta empezar. Pero también sé el gran beneficio que aporta cuando existe. El primer año ha sido para mejorar su gestión y ahora ya no hay problemas; es más, ha aumentado mucho la participación de aquellos que tenían dudas, muchos centros de la concertada este año han participado. Ya nadie lo cuestiona. Creo que no habrá ningún partido político que para las elecciones de 2019 proponga quitarlo. Todo lo contrario. Cuando lo pones, generas problema, pero una vez hechos los ajustes, ya funciona bien. 

-Los profesores interinos sin titulación en valenciano también le han generado un quebradero de cabeza. ¿Al final qué solución se ha adoptado?

-Es una normativa del PP, que la hizo en 2013 y que estableció que dentro de cuatro años, todo el mundo debía tener la capacitación lingüística. Lo único que hemos hecho es cumplir. Los afectados han sido menos de lo que se dijo al principio. Mucha gente que estaba en esa situación ha presentado los títulos de valenciano. Desde que llegamos, hemos hecho cursos específicos para que se sacaran los títulos. Y lo que hemos hecho también es congelar su situación en la bolsa de trabajo; no los hemos expulsado. Ahora bien, cuando tengan el título volverán a participar en la puja de vacantes. Les hemos dado otro oportunidad más de la que les dio el PP. La normativa está para cumplirse y los profesores deben tener la capacitación suficiente para enseñar a los niños aquello que han de aprender. En este caso, una lengua propia y oficial, como es el valenciano.

Sobre la política del PP: "No hemos venido a maquillar esa política, hemos venido a transformarla"

-¿Se han hecho demasiados cambios en la Conselleria de Educación? ¿Estaba el sistema preparado para ello?

-No se han hecho demasiados cambios. Era necesario, y el ejemplo es el programa XarxaLlibres. Podríamos no haber hecho tanto gasto, a sabiendas que nos iba a generar problemas de gestión, pero es que si no lo hubiéramos hecho no tendríamos un banco de libros con 377.000 usuarios. Los cambios se deben hacer, y máxime después de 20 años de una determinada política.  No hemos venido a maquillar esa política, hemos venido a transformarla. Hemos venido a mejorar los resultados en materia educativa, cultural, investigadora y en deportes. Necesitábamos cambiar ese rumbo porque pensábamos que era un rumbo erróneo, no iba a un buen sitio. Estamos girando ese rumbo y ahora comienzan a verse esos resultados. Ahora tenemos una inversión por alumno un 12% mayor que antes de lo que nos encontramos al llegar al Gobierno; hay cinco alumnos menos por aula; las sustituciones se cubren a la mitad de tiempo de espera; hay 5.000 profesores más; hemos bajado un 9% el fracaso escolar; hay 118.000 familias con beca-comedor... Estamos mejor, con una inversión mayor, incluso que antes de los recortes. Hemos revertido muchísimo y eso se tenía que hacer en los dos primeros años para llegar al objetivo de que todos los niños tuvieran las mismas oportunidades y que el sistema educativo sirva para reducir las desigualdades.

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