ALICANTE. No es que los servicios médicos del Elche fueran precisamente muy expresivos en su parte, pero al menos el mismo permitía inferir que Diego González no sufre una dolencia muscular importante.
"El futbolista no presenta lesión estructural en el muslo izquierdo", rezaba el mismo, dejando "pendiente de evolución" el tiempo de baja del central chiclanero. Al haber visto este en la visita al Santiago Bernabéu del miércoles una cartulina amarilla que hace la quinta en el presente curso, Diego González no iba a jugar el domingo la final por la permanencia en LaLiga Santander ante el Espanyol por sanción (el Comité de Competición le suspendió el jueves por un encuentro por ese motivo), pero había dudas sobre si tendría opciones o no de estar en disposición de entrar en la convocatoria para el choque frente al Real Betis del próximo viernes. Las mismas quedaban despejadas con el comunicado del Elche de la tarde-noche del viernes, en el que sin decirlo abiertamente se daba a entender que el jugador no sufre una rotura de fibras y que las molestias que le obligaron a retirarse antes de tiempo en el duelo con el Real Madrid (el central forzó la quinta amarilla antes) responden más a una lesión muscular de carácter leve, como un edema o una sobrecarga.
"Me preocupa [...] le hemos tenido que cambiar por molestias en el aductor. Esperemos que no haya sido mucho y que podamos contar pronto con él", decía el preparador franjiverde, dijo Pablo Machín la noche del miércoles respecto al central chiclanero. Pues bien, parece que por una vez en su etapa en el Elche las cosas van a suceder como el técnico soriano anhela: si no hay sorpresas, Diego González será una alternativa más a la hora de armar el eje y flanco derecho de la zaga de cara a la cita con el Betis. Antes, este domingo contra el Espanyol, Machín tendrá que elegir entre Helibelton y/o Carmona y Josan (dependerá del sistema, de si opta por una defensa de dos centrales o por tres).
