ALICANTE. La próxima exposición organizada por la Diputación de Alicante trasladará al público hasta el Renacimiento italiano a través de la inventiva de uno de los personajes más universales de la historia, el visionario Leonardo Da Vinci, conocido por su faceta como pintor a pesar de que su legado está compuesto por multitud de obras de ingeniería. Más de siete mil bocetos componen la obra conocida de este artista que dejó escrito en sus códices la idea global de las máquinas que se han ido construyendo hasta nuestra época. Sin embargo, los expertos estipulan que solo se ha descubierto una cuarta parte de lo que hizo.
Ahora se podrán ver en Alicante medio centenar de inventos creados a partir de esos códices en la muestra Las máquinas de Leonardo Da Vinci, que ocupará la sala de exposiciones del Palacio Provincial, del 7 de junio al 1 de noviembre. Una exposición que pretende hacer 'palpable' la cultura al público general, pero especialmente a los más pequeños, a través de la interactuación con estas máquinas. "Las pantallas las tienen de serie y hay que fomentar esta interactividad en la población escolar", afirmaba Julia Parra, vicepresidenta y diputada de Cultura, durante la presentación de la muestra a los medios este lunes.
"Esta iniciativa responde al empeño por acercar al público alicantino las exposiciones nacionales e internacionales más destacadas, sin dejar de lado a nuestros artistas locales", añadía la vicepresidenta. Una iniciativa que ya ha pasado por Estado Unidos, Méjico, China, Nueva Zelanda, Alemania, acumulando un millón de visitas hasta ahora. "Se podrán ver, tocar y usar reproducciones de esos inventos que han tardado siglos en materializarse desde que Leonardo los ideara", apuntaba.
Unas recreaciones que se han llevado a cabo siguiendo los pasos del autor y que están certificados por expertos en la obra de Leonardo Da Vinci, acreditando que se han seguido fielmente sus códices, según explicaba el director del Museo Leonardo a Venezia, Paolo Tarchiani. "He trabajado durante más de veinte años, desde 2003, en elaborar artesanalmente todas estas piezas", apuntaba. Tarea en la que ha empleado mayoritariamente madera, pero donde también ha usado bronce y acero, para lo que ha requerido también las manos de fresadores colaboradores.
En ese trabajo artesanal se ha buscado seguir la metodología original, así como las técnicas y materiales propios del Renacimiento. Además, tiene como objetivo que se puedan usar por el público para que se entienda la complejidad de esas ideas y el virtuosismo de este creador universal al plasmarlas en sus bocetos. "Que se pueda interactuar con las piezas para descubrir la mecánica de las mismas es lo que diferencia a esta exposición de otras que se hayan podido ver hasta ahora", explicaba Tarchiani.
"Si algo diferencia a Leonardo de otros genios es que es mucho más que un pintor", añadía en la presentación Xavier Costa, comisario de la muestra. "No es italiano sino que pertenece a la humanidad; al resplandor intelectual y artístico siendo el mejor representante de su época en ese sentido", apuntaba, al tiempo que confesaba la intención última de la exposición, que es "despertar en el público la curiosidad por Leonardo para que descubran su figura". Un creador multidisciplinar que dibujó sus ideas de forma extraordinariamente gráficas para que se pudieran fabricar posteriormente y que, con todo, funcionaran. "Leonardo no se acaba nunca; siempre habrá algo nuevo que descubrir", sentenciaba.
"Sintetizar a Leonardo en una sola máquina sería un error", afirmaba Costa, ya que era un artista capaz de estar escribiendo un diccionario al tiempo que estaba dibujando un boceto de un nuevo invento o proyectando una obra arquitectónica. Y es que los artistas, por aquel entonces, no eran especialistas en una sola tarea, sino que se trataba de creadores versátiles y multidisciplinares. "En ese sentido, una idea tan magnífica como la del paracaídas era una simple notita en una esquina de una página", describe el comisario.
De izquierda a derecha: Xavier Costa, Julia Parra, Giulia Camorri y Paolo Tarchiani.
