BENIDORM, (EFE). Los hoteles valencianos han iniciado el "declive" de ocupación con una previsión durante la segunda semana de septiembre de solo el 30 por ciento, debido a la ausencia de extranjeros, al fin de las vacaciones familiares por la vuelta al colegio y por no haber viajeros mayores.
El destino valenciano que menor dependencia tiene de los mercados internacionales, Castellón, es el que mejor previsión maneja, con un 46 por ciento mientras que en Benidorm la cifra baja al 30 y en Valencia al 27.
En un comunicado, el presidente de la patronal hotelera valenciana HOSBEC, Toni Mayor, ha manifestado que "con estos mimbres es imposible conseguir mejores ocupaciones".
Los datos no mejoran en las grandes ciudades de la Comunitat porque todo el mercado de empresas y de congresos (MICE) está completamente paralizado.
"Los eventos, deportes, presentaciones de productos, musicales y todo aquello que atraía a miles de turistas cada año están cancelados para los próximos meses", ha resaltado el presidente de HOSBEC.
Pese a este panorama, Mayor ha asegurado que los hoteleros no tiran la toalla y seguirán "luchando para que la UE y los países de nuestro entorno tengan una política similar para el turismo que para otras actividades".
De esta manera, abogan por que "no se establezcan proteccionismos" y por que se levanten "las restricciones" dado que el sector turístico ha demostrado que puede desarrollar su actividad "con garantías y seguridad".
De los datos de la primera semana de septiembre, Benidorm (con el 60 por ciento de la planta hotelera abierta) ha sufrido un bajón más que acentuado con una ocupación media hotelera del 39 por ciento (12 puntos menos que la última semana de agosto), del 32 en cuanto a los apartamentos y del 68 en el cámping.
Los malos datos de la segunda semana de septiembre presentan, según HOSBEC, un horizonte incierto marcado por la ausencia del turismo internacional y el "stand by" del Imserso, hechos que fuerzan al sector, pese a todos sus empeños, a cerrar sus establecimientos.
En el resto la Costa Blanca alicantina están disponibles el 70 por ciento de las camas y en la primera semana de septiembre ha habido una ocupación del 51 por ciento (10 puntos menos que una semana antes), con un predominio del mercado nacional, con 87 de cada 100 camas ocupadas.
Valencia (con el 84 por ciento de la planta hotelera abierta) se lleva la peor parte e inaugura el mes con un 37 por ciento de ocupación, remontándose a datos semejantes a las últimas semanas de junio.
Pese a que el mercado nacional ha sido el amortiguador de esta temporada estival tan irregular, es evidente que Valencia no puede sostener a largo plazo la planta hotelera actualmente activa en la provincia.
En lo que respecta a Castellón (56 por ciento de hoteles abiertos), a pesar de verse afectada como el resto de zonas, es la que mejor resiste la llegada de septiembre respecto a la última semana de agosto. En su mayor parte, gracias al mercado nacional que se impone con un 95 por ciento frente a un 5% de turismo internacional.
El pronóstico del 7 al 13 de septiembre es de un 46 por ciento, la caída prevista más suave en relación al resto de zonas analizadas.