ALICANTE. Los cambios en el estilo de vida como consecuencia de malos hábitos alimenticios, factores medioambientales y el uso indiscriminado de fármacos, presentan un alto impacto sobre el éxito en los diferentes tratamientos de reproducción, como explica la doctora Carmen Avilés, ginecóloga de la unidad de fertilidad del Hospital Vithas Alicante.
Todos los cambios que realizamos en nuestra rutina diaria, de no ser saludables, pueden afectar al sistema inmune y generar una respuesta inadecuada que afecte a la funcionalidad del endometrio. Como especifica la Dra. Avilés, el endometrio es la capa que cubre el útero por dentro y donde se implanta el embrión. Dicho tejido crece todos los meses y se descama después de 28-30 días aproximadamente si no se ha producido un embarazo.
El procedimiento de implantación del embrión en el útero es un proceso complejo en el que actúan tanto el embrión como el endometrio, de ahí que sea tan importante que ambos estén en buen estado. Debe producirse una buena comunicación entre ambos elementos para que la implantación se produzca de forma adecuada y obtengamos un embarazo, explica la doctora.
El endometrio debe tener unas características determinadas para que la implantación se pueda llevar a cabo de forma exitosa. Tiene que tener unas características ecográficas adecuadas en cuanto a grosor y aspecto, una vascularización adecuada y no debe haber elementos que distorsionen la cavidad como pólipos, miomas o adherencias. “Asimismo, el sistema inmunológico debe estar funcionando de forma adecuada”, asevera la doctora Avilés. Además de esto, la microbiota debe ser la correcta. En la actualidad existen diversas herramientas que permiten estudiar el estado del endometrio con el objetivo de facilitar y conseguir una implantación adecuada.
La unidad de fertilidad del Hospital Vithas Alicante realiza el estudio MITIME, un test inmunológico del endometrio que estudia los desbalances de la microbiota vaginal. Dicho estudio permite valorar posibles alteraciones, establecer un diagnóstico personalizado y proporcionar un tratamiento preciso frente a las mismas, aumentando así las posibilidades de implantación.
Según detalla la especialista Carmen Avilés, "el test MITIME consiste en la realización de una analítica de sangre con determinación de marcadores inmunológicos, vitaminas y otros parámetros bioquímicos. A la paciente también se le realiza una biopsia endometrial para el estudio del funcionamiento del sistema inmune a nivel endometrial, una ecografía Doppler para la valoración de la vascularización y, por último, una muestra de microbiota vaginal".