SANTA POLA. A los grandes propietarios de suelo del proyecto urbanístico de Balsares, en Santa Pola, no les convence el cambio de urbanizador del proyecto que presumiblemente aprobará este miércoles el ayuntamiento. Consideran que no se trata de una propuesta de garantías, que no se les ha tenido en cuenta ni su opinión ni el proyecto que pretende desarrollar el Ayuntamiento de Santa Pola.
Como ha informado Alicante Plaza, el consistorio de Santa Pola cederá este miércoles la condición de agente urbanizador a la empresa de Elda Consultores Urbanos del Mediterráneo, que tiene como socio a otra firma del ex administrador del Frob José Antonio Iturriaga. Algunos de estos propietarios ya lo había manifestado en el trámite de alegaciones, pero según ha podido saber Alicante Plaza, los grandes propietarios -como la familia Borja de Elche, Badías Alonso; Alonso Barceló y Vicente Boix- discrepan de la iniciativa del consistorio. La familia Borja ya lo había expresado en las alegaciones, a través de la firma Jatoelx, A ella se sumaron las firmas Rusticasa SA; Nou Santa Pola SA; Algras y Agres Els Pins,
El ayuntamiento ha defendido el trámite, y así lo expresó la concejala de Urbanismo, Trini Ortiz. En la propuesta que este miércoles se somete a votación, la edil asegura que "el consistorio defiende la fórmula de la cesión y el restablecimiento de su ecuación financiera y otorgar al urbanizador cedente de "un plazo prudencial para proceder a la subsanación de las deficiencias y a la eventual modificación del convenio de programación".
Estos grandes propietarios sostienen que en todo el proyecto se tenía haber consensuado con ellos, se tenía que haber adecuado a los tiempos que corren, muy diferentes de cuándo se planteó en 2005, con unas 5.000 viviendas y tres campos de golf, y sobretodo, haber buscado un urbanizador que ofrezca mayores garantías a todos, a propietarios y al propio ayuntamiento.
Hay que recordar que este proyecto fue impulsado por Bancaja, allá por 2004, que fue quién promovió la recalificación del suelo, originariamente en manos del constructor alicantino, Enrique Ortiz, que se lo vendió a la entidad financiera por algo más de 15 millones de euros. El proyecto original contemplaba la construcción de más de 4.000 viviendas, tres campos de golf y centros comerciales. Hasta el día de hoy, Bankia sólo conserva la condición de agente urbanizador; el suelo que era de su propiedad fue traspasado a la Sareb (banco malo). En su día, Bankia ya pretendió perder la condición de urbanizador y recuperar los 4 millones que adelantó en concepto de plusvalías, algo que desestimó el consistorio, primero, y los juzgados, posteriormente.