ALICANTE (EP). Los científicos Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young han ganado este lunes el premio Nobel de Medicina de 2017, según ha anunciado el Instituto Karolinska de Suecia, por sus descubrimientos sobre los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano. Se trata de los fenómenos biológicos que ocurren rítmicamente alrededor de la misma hora del día, como el sueño. Sus hallazgos, según el jurado, explican cómo las plantas, los animales y las personas sincronizan sus ritmos biológicos con las vueltas del planeta Tierra.
La investigación de Hall, Rosbash y Young deja así sin el ansiado Nobel de Medicina al científico alicantino Francis Mojica, que aspiraba a convertirse en el tercer investigador español con el prestigioso galardón en su rama científica, tras Santiago Ramón y Cajal (1906) y Severo Ochoa (1956). No obstante, aún no está todo dicho: Mojica, además de estar entre los nombres de los favoritos para el Premio Nobel de Medicina 2017 que la Real Academia de las Ciencias Sueca ha dado a conocer hoy, podría ganar este mismo galardón en la categoría de Química, que se otorga este miércoles.
Aún a la espera del Nobel, desde 2015 el profesor de la Universidad de Alicante (UA) no ha dejado de cosechar éxitos por sus descubrimientos sobre la edición genética. El microbiólogo alicantino ha sido galardonado en los dos últimos años con los premios más importantes del panorama científico nacional e internacional, con permiso del Nobel: el premio Jaime I de Investigación Básica, el de la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento (categoría de Biomedicina) o el de la Fundación Lilly destacan entre ellos. Además, este mismo año Mojica se ha convertido en el primer científico español en lograr el Premio Albany (el más prestigioso galardón de medicina de los Estados Unidos) y pocas semanas antes recogía en Londres el premio Plus Alliance a la Innovación Global, uno de los más valorados también del ámbito científico.
Francis Mojica es el padre de la revolucionaria técnica de edición genética CRISPR/Cas 9, capaz de cortar y pegar secuencias de ADN de manera eficaz y barata. Esta técnica es utilizada por grupos científicos de todo el mundo para desarrollar aplicaciones concretas en la lucha contra enfermedades de origen genético, desde el cáncer hasta la distrofia muscular.