Camping Armanello en una imagen de archivo. BENIDORM. La repatriación de los turistas no está siendo fácil en los campings. Los clientes de esta modalidad de alojamiento son muy distintos al de los hoteles, que se han puesto tres días de plazo para tener la mayoría de establecimientos cerrados. El presidente de la Federación de Campings de la Comunitat Valenciana, Juan Delgado, ve 'inviable' que se puedan cerrar por completo todos los campings.
En este sentido, indicó que después de dos días recomendado y buscando a sus clientes fórmulas para salir de los establecimientos, aún seguían en torno al 70% de ocupación. Así, explica que una de las principales diferencias con los hoteles es que no tienen de intermediario a un touroperador. Un tercero que puede poner a su disposición algún tipo de transporte de vuelta a sus países de origen y en grandes grupos.
Al mismo tiempo, comentó que ésta es una época de alta ocupación, con clientes que pueden estar en sus campings durante 8 meses. Con sus caravanas en las parcelas o en bungalows, éstos son sus hogares por tiempos prolongados, algunos de ellos han vendido sus casas y no tienen otro modo de vida, según cuenta Delgado. Además, el número de vuelos, ferrys o transportes terrestres es cada vez más escaso.
Con el éxodo masivo de los clientes, la mayoría están en régimen de caravana, provocarían que miles de vehículos trataran de salir por las fronteras, manifiesta Delgado. El presidente de la Federación indica que algunos de ellos han tomado la decisión de dejar la caravana en el camping y recogerla en unos meses cuando la situación cambie.
Pero eso no es todo, a esto se añade que algunos de ellos tienen problemas de salud, con tratamientos médicos como la diálisis, con enfermeros que les dan asistencia en el propio alojamiento... Una situación complicada por el que esperan que al final tengan que mantener unos servicios mínimos el tiempo que dure el confinamiento.
Desde este fin de semana los campings están con una actividad mínima. Delgado comenta que los restaurantes y bares del interior están cerrados, y que sólo siguen abiertos los supermercados, para evitar que los clientes salgan al exterior. Con todo, dicen que están 'haciendo de policía', separando a aquellos que forman corrillos o precintando las duchas para dejar abiertas las que no están contiguas. Dentro de estos servicios mínimos, está la limpieza constante de las zonas comunes.
Debido a este parón en el trabajo, no son una excepción y también planean los Expedientes de Regulación de Empleo y los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo, además de la reducciones de jornadas y la planificación de turnos. Por ahora, dice Delgado, los trabajadores que se han quedado en sus casas lo hacen dentro de sus días de vacaciones "hasta que sepamos cómo regularizar la situación", haciendo referencia al anuncio de Pedro Sánchez sobre medidas económicas que en ese momento aún no se había producido.
Por ahora, Delgado advierte que esta situación es inasumible para las empresas turísticas, pero no hay otra opción porque lo primero que quieren asegurar es la salud de los clientes y sus empleados.
