ELCHE. Cómo iniciar una startup, cómo materializar el proyecto, desde dónde partir en un estudio de mercado, cómo conseguir financiación… Son algunas de las dudas que surgen en los jóvenes emprendedores y algunos de los retos que deberán afrontar de cara al futuro si quieren que el proyecto funcione y se mantenga a medio y largo plazo. Son algunas de las cuestiones que se trataron en el desayuno formativo que se organizó el martes en el Parque Científico de la UMH, que sigue apostando fuerte por el emprendedurismo, bajo el título de ‘Claves para impulsar tu startup: financiación y experiencia emprendedora’.
La ponencia fue impartida por Pedro García Guillamón, responsable de asesoramiento empresarial del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Murcia (CEEIM) y coordinador de Murcia-Ban (Business Angel Network), una entidad privada sin ánimo de lucro cuyo objetivo es el de proporcionar un espacio de encuentro entre Business Angels (inversores privados de proximidad) y emprendedores que hayan desarrollado iniciativas innovadoras que necesiten inversión y asesoramiento para hacerlas prosperar y crecer.
García Guillamón explicó los tres ejes en torno a los cuales funciona la incubadora de empresas de base tecnológica en la que trabaja: esto es, la divulgación de la cultura startup, la formación y la mejora de la conexión entre los proyectos y el capital privado, que a fin de cuenta era el principal motivo por el que se habían congregado allí cerca de veinte personas con diferentes proyectos en mente. Definió la startup como “una constitución humana temporal orientada a crear un nuevo producto bajo condiciones de extrema incertidumbre”, es decir, empresas con ciclos de tiempo más cortos, alejados de la empresa familiar tradicional que pasaba de generación a generación.
Hizo primero ese discernimiento para dar a entender las nuevas condiciones de mercado y sobre todo la fisonomía de las nuevas empresas, al menos las que tienen base tecnológica, que son estas startup. Una premisa de estas iniciativas tecnológicas es que el capital privado busca proyectos escalables y la tecnología funciona como ‘palanca’ de esos proyectos, porque son el elemento diferenciador con respecto a otras compañías más tradicionales. Permite que se pueda crecer más rápidamente (ahí está por ejemplo el caso de PLD Space), pero sin embargo el “valle de la muerte” como explicaba Guillamón, puede ser más largo. Esta expresión hace referencia a la parábola negativa que en una gráfica representa el periodo que está la empresa aún sin beneficios, buscando financiación. Por eso se explica que son productos ‘de riesgo’ o ‘extrema incertidumbre’.
Precisamente por eso se organizó este acto, porque la búsqueda de la financiación es fundamental y hay que saber por dónde buscar y cómo empezar. Para eso hay que tener claro que lo que no se suele financiar son ideas o planes de negocio, sino proyectos que puedan demostrar que hay un nicho de mercado o una necesidad. Por lo que el primer paso, que resulta clave, es la búsqueda de un equipo ganador; el que hay detrás del proyecto, pues la viabilidad depende de la confianza que se pueda transmitir a futuros inversores. Una vez está formado dicho equipo, se puede proceder a desarrollar estudios de mercado, ya sea con estrategias sectoriales o con trabajos de campo, que suelen ser los más habituales en proyectos innovadores.
En cualquier caso, lo importante es encontrar el nicho de mercado para un determinado producto, como se dice en el mundo de la empresa, “equivócate pronto y rápido”, para que con ese método de ensayo y error una iniciativa emprendedora pueda encontrar rápidamente su hueco. A algunas preguntas sobre qué hacer después, Guillamón indicó que es importante que se pueda transmitir confianza a los inversores una vez se empiezan a buscar, demostrarles que hay posibilidad de facturación a pesar de que no haya una marca aún. En este sentido, distinguió entre productos rentables e invertibles, ya que en los primeros no hay capitalización privada y en los segundos sí, que es donde los Business Angels u otros inversores ven posibilidad de beneficio en el tiempo y se decantan por el proyecto. Así que para no dar pasos en falso hay que tener en cuenta factores como el no descuidar la rentabilidad, no estudiar las necesidades iniciales o no distinguir entre ingresos y cobros, puesto que todos estos aspectos son errores bastante comunes.
Después, las formas de financiamiento siempre pueden ser variadas, la propia aportación de los promotores del proyecto, premios, subvenciones, microcréditos, financiación privada o crowdfunding, un formato que hoy está en auge. Como explicó Guillamón, mientras que al principio lo normal es que esas aportaciones sean de gente más cercana como familiares, amigos o promotores, hay que aspirar a un Business Angel, inversores que suelen invertir en varios proyectos empresariales y que además de aportar dinero, aportan su conocimiento adquirido, mentoring, o que puede ser determinante para hacer un proyecto invertible. Es decir, refuerzan la confianza y muestran posibles estrategias de mercado.
Esta inversión suele llegar después de superar la fase del ‘valle de la muerte’, una vez superada la fase del círculo cercano o las subvenciones. El ponente mostró otras opciones de financiamiento como las redes de inversores que puede que ayuden en fases más tempranas porque se ha diversificado la iniciativa. En cualquier caso, estas fueron algunas de las claves que desveló Guillamón para que una Empresa de Base Tecnológica (EBT) o startup llegue a buen puerto. Después de las fases de financiamiento con recursos propios, entidades bancarias o capital riesgo, aquellas empresas más exitosas pueden llegar al mercado de capitales, el IBEX 35. Pero hasta entonces, hace falta un trabajo duro y bien planificado.