ALICANTE. En primer lugar, agradezco a Alicante Plaza expresar la opinión de los y las artistas del gremio en Alicante, más en este ejercicio, en el que cumplimos cuarenta años desde que se formalizara, por los artistas de hogueras del momento, el acta fundacional de la institución. Y es que quiero poner en valor nuestra historia y a aquellos que dedicaron su tiempo a la creación de un gremio profesional provincial que es parte de la fiesta, de nuestra cultura y, cómo no, del arte popular de crear obras efímeras.
Atesoro un mandato de ocho años, el cual llega a su fin este próximo mes de septiembre, cuando se convoquen elecciones a presidir el gremio. Y no negaré que, de algún modo, todavía siento el impulso de continuar la labor extra de poder capitanear la causa altruista como venimos haciendo años atrás mi directiva y un servidor.
Los años de pandemia han supuesto un gran desgaste dentro de nuestras vidas, para unos más que para otros. El sector de la fiesta y del ocio, así como todo lo laboral relacionado con él, fue de lo último en recuperar la normalidad. Ya en esta columna, pero en 2022, manifesté mi temor por una crisis desencadenada de la pandemia a la que se sumó después la derivada de la guerra de Ucrania y, cómo no, de la energía, con la posterior cuesta inflacionista.
Con esa crisis no contábamos mucho, la verdad, y lo cierto es que las previsiones hacían presagiar una bajada de presupuestos hacia la parte fundamental de la fiesta: la foguera. Sin embargo, eso no ha llegado. La ilusión y el afán de superación de las comisiones y los foguerers han hecho posible que, un año más, las calles de Alicante luzcan en junio con las mejores hogueras y barracas posibles. Por ello, sirvan también estas líneas para dedicarles mi admiración, mi agradecimiento. Y, dicho sea de paso, expresar abiertamente la lección magistral que han dado a la sociedad.
El sentimiento está por encima de negatividades y es por ello que, aunque todo pintara mal, se ha sabido sacar color del gris. Se ha sacado fuerza del desánimo creado por todo lo vivido atrás y se ha conseguido una superación constante. Todo por, y para, Alicante. Todo por, y para, Fogueres. Llega el momento del arte, la luz, el color, la belleza desmedida y la diversión. Tras mucho trabajo intenso y mucha ilusión encontrada, los artistas volvemos a la ‘normalidad’ dentro del revuelo de precios a los que estamos sometidos.
Las materias primas están disparadas, sin darnos la posibilidad de crear presupuestos reales del día a día. La falta de personal especializado no nos permite cubrir el trabajo que tenemos por delante o el que tenga que llegar. Todo esto lo andaremos, lo superaremos como hemos hecho tiempo atrás y, si el cronista de nuestra vida nos lo permite, escribiremos en las páginas de nuestra historia unas nuevas fogueres mejores que las que ya fueron ceniza.
Bienvenido junio y su ave fénix efímero renovado. Gracias, comisiones y artistas.
Un año más, las calles son del arte, del esfuerzo y de la ilusión común.
* Joaquín Rubio es el maestro mayor del Gremio de Artistas de Hogueras