Felipe VI entierra a Juan Carlos I. Merkel o Trump. 2 años botánicos. El Cuarto Estado de Guiseppe Pellizza. Google: 2.420 euros. La tormenta de las rebajas
Creu i ratlla. Felipe VI dio las gracias y dijo: señoras y señores, rompamos con el franquismo. Excluyendo a su padre, sugirió que el antiguo régimen está consumido y su generación debe dar a luz una nueva Constitución. Que legitime ex novo a la Monarquía, a él mismo, a Leonor y a su -posible- descendencia. El 78 está agotado: sólo vuelve a resucitar, a enfrentar a las 2 Españas. La decencia y la paz nunca volverá hasta que no se identifiquen todas las víctimas de la guerra y el franquismo y sus biznietos se reconozcan. Que el relato familiar, la confidencia criminal, que el hilo de los bares y el sonido sordo e imperceptible de la luz del amanecer se correspondan con la España oficial. Los juancarlistas nostálgicos culpan a Letizia Ortiz –vestido rojo pasión- del desaire. Los republicanos a Corinna. Champán en La Zarzuela. Españoles: Franco ha muerto. Juan Carlos I no. Salud. ¿República?.
Algo nuevo. Mientras tanto, Albert Rivera y Pedro Sánchez se han puesto a la faena. Lógicamente, otra vez, los más pro y anti felipistas han sido los followers&trolls de Pablo Iglesias. Apalancamientos turísticos. La amenaza hoy no es el Ejército de la Victoria y la autarquía, sino la dictadura gris de 1 capitalismo frío y crudo. Con nombres, apellidos y cuentas corrientes. Los contribuyentes del 2017 -asalto a las pensiones, proletarización de la juventud y la vejez, trabajadores pobres- sabemos que estamos ya en un punto sin retorno. Mariano Rajoy dirige una -qué misteriosa y jugosa campaña del ABC contra Cristóbal Montoro- organización crimino/ilógica pringada de chulería Bárcenas -de B de Aznar- ennegrecida, húmeda y viscosa, casi falangista, centrada en sí misma: en el negocio. Sánchez, Rivera e Iglesias encarnan la necesidad urgente del cambio: de ahí la ronda de conversaciones que han iniciado para parar y reformar el marianismo. Es decir, abrir negociaciones para reescribir la Constitución. Hace calor. También mucho frío. Teoría de la Justicia de John Rawls. Clases e infraclases. El abismo, el acantilado entre la éilte y el 99%: nosotros. Lo urgente es la equidad. Los derechos sociales. La sucesión, el dibujo territorial, la identidad europea y Catalunya vendrán de soi. Los 40 años de los 40 años del pucherazo de Martín Villa han coincidido, aquí en la Comunitat Valenciana –ay, Emilio Attard, Don Emilione, el inventor del nombre de la cosa- con el primer bienio de la post era del saqueo popular.
Ahora o nunca. Mónica Oltra apoya a Ximo Puig. Algo tan evidente esmusa a al PPCV, al Bloc y a Podem en general y a algunos pedristas –“el PSPV estaba muerto”- en particular. El pacte del Botànic fue una alianza por la dignidad, la normalización de la vida pública y la autoestima de los valencianos. Demasiado lentamente, a pelo, apenas sin pasta, se ha mantenido. A palpas. Pero todavía no se ha levantado para el País Valencià el cordón sanitario de la herencia popular. Los valencianos seguimos estando malditos. Basta ver el sobreesfuerzo del govern para recuperar el crédito y la solvencia en la UE. Y la desconfianza y cuarentena de las cúpulas de todos –todos- los partidos respecto a sus dirigentes correspondientes en la nostra terra. Contravigilancia. Rajoy tiene tan poca vergüenza que no se digna ni a pagarnos su congreso, su asalto -568.511 euros- a los cielos – su exaltación como Fallera Mayor en Feria Valencia- ni el pufo de Aznar.
Mariano no recibe ni reconoce a Isabel Bonig –¡ah…qué guapa está cuando se cabrea en la puerta del Palau…que hasta palidece el escote asimétrico azul cielo de Eva Ortiz!- a José Císcar o al propio César Sánchez. Ábalos ha lanzado a Pedro Sánchez contra XP. Albert Rivera ha triturado a Carolina Punset&Alex Marí. Prefiere el derechismo regionalista, eclesiástico e insustancial de Fernando Giner y el ripollismo. O la nada: Mari Carmen Sáez, es, de verdad -que peazo de entrevista de Marta Gozalbo, Javier Alfonso con fotos de Eva Máñez- tal cual salió aquí en Alicante Plaza. Iglesias –qué forma de humillar a Antonio Montiel- no consigue ni quiere cuajar ni a Antonio Estañ ni a nada en Alacant. Alberto Garzón está desconectado de MA Pavón, y viceversa. El PCE sigue siendo tan complicado como encantador.
Pero lo que más cabrea es el castigo financiero: la limosna FLA con la que nos chulea y administra Moncloa. El paralelismo entre Homero y Joyce. Vicent Soler, tras el CPFF, bramó por nuestra pasta: “Así no se puede gobernar, ni pagar, ni hay autonomía”. Isabel Bonig no ha abierto la boca. Vicente Boluda y Juan Roig lo harán esta semana. Rogativas. Exvotos. Milagros. El verdadero éxito del Botànic es su propia existencia. La ciudadanía, aquí abajo, sobrevive como puede. Puig anunció que no habrá cambios. El Consell en pleno dieta lexatín.
Para lo que hemos quedado. Alicante, rayo latente, sigue recostada contra el Benacantil. Desde mi pueblo duele, hiela al corte la línea de fuego del incendio de la Calderona. Murciélagos y mosquitos. El aura negra del bosque. Es una vergüenza que el podemita Rafael Monterde –que asesoró a Rafael Blasco en el saqueo del dinero de Haití- siga en su puesto. Joan Ribó debe cesarlo ya. Sizzurp: bienestar y paranoia. Pepe Císcar, la inteligencia teorética, –de 14.500 afiliados a 800, pobre Francisco Maestre- nos debe una explicación convincente también de los líos del PP de Orihuela, del turbio asunto de la policía local de Santa Pola. El brillo de la nieve. Alguien, tras la misteriosa salida de Rafa Carbonell -quizás Ismael López Belda, Daniel Climent o Gràcia Jiménez- debería despejar con su cristalina y pura escritura, la espesa y oscura niebla que oscurece el interior del Bloc y su tortuosa relación con Compromís.
Empieza la Feria del Libro de Alicante. Manolo Valdés, de la mano de Hortensia Herrero, expone sus macro esculturas en la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Zizeck, estrella de Operación Triunfo. 50 años del movimiento hippie. Cristina de Middel en el objetivo de Magnum. Anzo en el IVAM. Lily Collins, protagonista de Hasta los huesos, una feminista fuerte e inspiradora. Luchadora incansable contra la anorexia. Contra la dictadura de la imagen.