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el sur del sur / OPINIÓN

Libertad horaria a medias

10/12/2017 - 

Habemus pacto de comercio. ¿El mejor? Yo diría que el menos malo: todas las partes han cedido y ninguno está contento del todo al 100%. La gran incógnita es cómo responderán los sindicatos, que son los únicos que se han mostrado más criticos con el acuerdo, avalado por la mayoría de las partes.

Por primera vez, Alicante tendrá un modelo muy parecido al de València -cosa que no se ha dado en los últimos meses- y con la salvedad de determinados festivos, como que en Alicante se cerrará el 24 de junio y el València, no se abrirá el 15 de agosto.

¿Qué no es el modelo ideal? Pues posiblemente, lo que mejor sería una libertad horaria total que permitiera una conciliación laboral y que los grandes centros comerciales tuvieran plantillas para permitir el descanso de una parte de los trabajadores. Y que, además, a los trabajadores se les retribuyera por los domingos trabajados. Sí, sería lo ideal. 

Pero a los sindicatos hay que recordarles que el convenio colectivo de los Grandes Almacenes, que contempla subidas salariales del 2,5%, más un 1% en años posteriores hasta 2020, lo han aprobado ellos este mismo año 2017 y que ese convenio incluye una serie de condiciones por las que los trabajadores afectados trabajan un mínimo y un máximo de domingos. Además, ese mismo convenio, como el de años anteriores, también contempla que a los operarios de las granes superficies incrementen su salario si aumentan las ventas y una revalorización de las horas extraordinarios. Es decir, el acuerdo recoge muchas de sus pretensiones y que si, es mejorable, pero eso corresponde a sus representantes negociarlo en sus respectivos foros. Es decir, los sindicatos no pueden pretender mejorar sus condiciones a base de no trabajar domingos porque lo impide la ley.

Insisto, en pleno siglo XXI, con un modelo globalizado de la economía y en ciudades turísticas como Alicante o València es muy difícil sostener que los grandes almacenes cierren los festivos. En todo caso, repito, lo que debe lucharse que esas aperturas ayuden a crear empleo de calidad, bien retribuido y permitan el descanso.

Además, es muy difícil sostener las tesis del cerrojazo cuando el pequeño comercio, que es quien debe (o debería clamar) contra la apertura masiva de festivos, ha aprobado ese acuerdo que ahora presenta la Conselleria de Economía.

En el mundo globalizado, tienen cabida todos los modelos, el de la apertura total, el online y el comercio de proximidad. Ahora bien, cada uno debe saber explotar sus prestaciones, o sus atractivos. El pequeño comercio debe ofrecer la garantía de que sus productos son específicos, de máxima calidad y la prescripción que pueda hacer sobre el cliente, y que el cliente sepa que si no está satisfecho, puede cambiar o devolver lo comprado, o se le ofrece una alternativa mejor al momento, algo que no pueden hacer los operadores con base en otros países. Sí, es posible, pero el pequeño comercio debe ponerse al día como se ponen los grandes operadores mundiales del comercio online. No podrá competir en precio, pero sí en servicio y en calidad del producto.

El acuerdo es bueno (o no es del todo malo) porque, al menos, en Alicante, pone fin a las diferentes situaciones que ha tenido el modelo comercial y aporta, de partida, seguridad jurídica. De la situación arbitraria que dejó implantada el Gobierno de Sonia Castedo -con la libertad horaria solo en el centro, con la consiguiente sentencia a favor del resto de centros comerciales-, hemos pasado al cierre total al abierto total a la situación de indefensión que se generó sólo con las aperturas del 15 de junio al 15 de septiembre. El acuerdo de ahora es más amplio: permite pasar de los 22 festivos que ampara la ZGAT en vigor (entre el 15 de junio y el 15 de septiembre) a 38, un poco más de la mitad que permite la libertad horaria total.

Por lo menos, ahora, en caso de que se ratifique, hay un marco legislativo, mejor o peor que el anterior, según se mire, pero hay un calendario preestablecido: cada uno ya sabe cuando puede abrir o no. ¿Qué hubiera sido deseable acabar con la incertidumbre antes? Pues sí; ¿que fuera en igualdad de condiciones -en cuanto a número de días aperturables- en las dos principales capitales de la Comunitat?, también. Al departamento de Rafa Climent sí que se le puede achacar la lentitud a la hora de buscar una solución.

Pero en esto de la libertad horaria el PP tampoco puede dar lecciones porque si hubo libertad horaria con anterioridad fue sólo en condiciones favorables para unos, y no para todos -Alicante fue el caso paradigmático-, y a través de una ley, la que establecía las Zonas de Gran Afluencia Turística, implantadas con mayoría absoluta y sin capacidad de ningún contrapeso o corrección. El tripartito de Alicante tampoco supo buscar una solución consensuada, y ahora la ciudad tiene un modelo que al menos tendrá más defensores que detractores, eso sí, se ha acabado con el desagravio con respecto a València, que disfrutó de más tiempo la libertad horaria. El acuerdo seguro que siempre es mejorable.

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