ALICANTE. La cuna del turismo perderá en menos de una semana la última oficina del grupo Liberbank que permanecía abierta, la que originalmente fue de Cajastur (la entidad que lideró la fusión donde, en un primer momento, estaba previsto que se integrase la CAM). La sucursal, en el paseo de la Alameda 22, en pleno casco histórico de Benidorm, fue en realidad la primera que abrió la entidad asturiana en la provincia, a finales de la década de los 90.
Desde hace unos días, un cartel avisa a los clientes de la oficina que el próximo lunes cerrará sus puertas. Los clientes de dicha oficina tendrán que desplazarse nada menos que a la capital alicantina, a 40 kilómetros, donde se encuentra la sucursal de la entidad a la que se adscribirán ahora sus cuentas. El mismo cartel indica que el traslado de oficina a la capital alicantina busca "ofrecer una atención más eficiente y con mejor dotación de medios técnicos y humanos".
Este diario ha intentado en varias ocasiones en los dos últimos días conseguir una valoración oficial de la entidad sobre el cierre de su única oficina en Benidorm, sin éxito. Estas fuentes, eso sí, señalaron que Liberbank se encuentra en pleno proceso de reestructuración de su red de oficinas, para ganar en eficiencia. Así, están previstos 58 cierres en varias zonas de España, incluida la Comunitat Valenciana, tal como anunció el propio banco en un comunicado el pasado julio. Estos cierres iban a empezar a acometerse en septiembre, como ha sucedido en el caso de Benidorm.
La oficina que cierra ahora fue la primera que abrió la Caja de Ahorros de Asturias en la provincia de Alicante, a finales de los 90. La razón no fue solo la gran cantidad de asturianos que veranean en la ciudad de los rascacielos: también que hay unos 2.000 habitantes originarios del Principado censados en el municipio. Cuando Cajastur se quedó, en 2009, con Caja Castilla-La Mancha (CCM) llevó a cabo una primera reducción de la red comercial por el solapamiento de oficinas, y en 2011 cerró la sucursal manchega en Benidorm, que estaba a unos 200 metros de la de Cajastur. Como ahora, trasladó a los clientes.
La entidad asturiana llegó a tener en 2009 oficinas en Dénia, Benidorm, Torrevieja, Alicante (cuatro) y Elche. Ahora, tras la integración de la red de CCM, solo mantiene sucursales 'propias' en Elche y Alicante, al tiempo que presta servicio a través de Banco CCM en la capital y en Elda. Es decir, que tras el cierre de Cajastur en Benidorm, de las siete que llegó a tener quedan tres que se complementan con las tres que subsisten de CCM. En 2011 cerró su oficina en Dénia, en 2013 la de Torrevieja y, ahora, la de Benidorm.
El cierre de Benidorm se incardina en lo que la entidad ha denominado "la tercera fase de su plan comercial", con el cierre de 58 oficinas de sus zonas de expansión a partir de este mes, con lo que el total de sucursales del banco se reducirá hasta 694, según un teletipo de Europa Press, que citaba fuentes de la entidad, el pasado julio. Este cierre de oficinas no implicará despidos en la plantilla del banco, sino que responde a la intención de la entidad de transformarse y agrupar oficinas pequeñas en otras "más eficientes de mayor tamaño".
Hace algo más de un año, Liberbank decidió aplicar un nuevo modelo de oficinas dentro del plan comercial del banco, que comenzó con la transformación de alrededor de 300 oficinas urbanas y continuó con la transformación de la red de oficinas rurales en agentes financieros para formar una red franquiciada. El plan comercial afectará ahora a la red de oficinas en zonas en expansión como Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla o la Comunitat Valenciana, que se reagruparán con el cierre de 58 sucursales. Liberbank contaba con 1.150 oficinas en 2012, que se habían reducido a 771 sucursales al cierre de 2017.