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AL PROYECTO, ideado POR UN MAESTRO DE SAX, SE HAN ADHERIDO YA 40 CENTROS de España y américa

‘Lecturas por sonrisas’: un juego de Docentes Gamificando con premio solidario

5/10/2021 - 

SAX. Bernardo Jareño, director del CEIP Alberto Sols De Sax, ha sido nominado durante cuatro años a Mejor Docente de España y galardonado con el Premio Acción Magistral y el Premio Lápiz Escuela Pública. Sin embargo, no contento con los reconocimientos personales, ha querido seguir trabajando para mejorar la calidad educativa de los centros con menos recursos. Como miembro del colectivo Docentes Gamificando, ha logrado diseñar —apoyado por sus compañeros y compañeras— ‘Lecturas por sonrisas’, un proyecto en el que el juego es la excusa para leer y los libros, la llave para abrir el cofre de las oportunidades.

Aprender y donar jugando. Así podría resumirse su iniciativa de fomento de la lectura con fines solidarios, materializada gracias a la ayuda de Sara Navarro (docente del mismo centro), Alfons Nàcher (de Algemesí) e Iñaki Ibargoyen (actualmente, maestro en Sabadell). Juntos pretenden transformar las aulas a través de la gamificación. Esto es, “aplicar las técnicas de los juegos y los videojuegos a un contexto educativo”. En su caso, realizan seminarios web una vez a la semana y comparten presentaciones y trabajos originales para guiar y ayudar a otros docentes, que pueden así emplearlos en sus clases.

Esta vez, tras analizar la situación de su colegio, el sajeño se propuso mejorar el hábito lector: “Quería que el alumnado cada vez leyese más y disfrutase leyendo. Dándole vueltas, se me ocurrió asociar el tema de la lectura a un aprendizaje-servicio. Es decir, conseguir libros o materiales fungibles para otros alumnos que estén en situaciones desfavorables”. De esta forma —añade Jareño—, se crea además una experiencia “muy gratificante para el alumnado”, puesto que este dispone de una presentación digital en la que se muestra cómo su compromiso con la literatura está ayudando a otros jóvenes en un contexto diferente al suyo. Jóvenes que “no tienen la suerte de tener lápices o gomas o un libro para disfrutar de la lectura”, ejemplifica el impulsor.

Las reglas del juego

En ‘Lecturas por sonrisas’, por cada libro leído, se consigue una llave. Estas se van acumulando en una barra de progreso similar a la de un videojuego. Cuando, entre todos los centros implicados, se obtengan las llaves necesarias para desbloquear el primer cofre (5.000), este se abrirá y se descubrirá entonces todo el material escolar que incluía y el centro al que va dirigido. Luego, la escuela receptora deberá enviar una foto, un vídeo o una carta para confirmar la llegada del premio y agradecerles el esfuerzo, de modo que este sea un aliciente para seguir leyendo. Así, se combina la lectura en formato físico, ya sea en clase o en casa, con la interacción virtual a través de mapas y lectómetros diseñados para la ocasión. La plataforma cuenta, además, con un apartado de recomendaciones para todos los ciclos.

Los jugadores

De infantil a bachillerato, pasando por escuelas de idiomas y centros especializados. Públicos, privados o concertados y de cualquier parte del mundo. Todos tienen cabida en un proyecto cuyo motor no es otro que la solidaridad. No importa si es el alumno quien lee o si, por su corta edad, es la maestra o la familia quien le transmite la historia. “Al fin y al cabo —recuerda Jareño—, estamos fomentando desde pequeños el gusto por la lectura”. Quizás por eso, en apenas dos semanas —el tiempo transcurrido desde que empezó el juego—, se han adherido ya unos 40 centros de toda España e incluso dos de Argentina y Colombia. La intención, en efecto, es que las lecturas y las sonrisas sigan extendiéndose todavía por otros países y beneficiando a más y más estudiantes.

El “equipo” de los receptores, por su parte, lo forman centros con pocos recursos y con dificultades para obtenerlos. Para optar a uno de los cofres solidarios, deben hacer su propuesta a través de un formulario en el que expongan sus necesidades. Esta vez, el primero en recibir material escolar será un colegio de Tarragona con alumnado inmigrante de entre 14 y 16 años en riesgo de exclusión social. Entre los siguientes destinatarios, apunta Jareño, destacan un centro oncológico infantil y el colegio de La Palma engullido por el volcán, cuya directora les pidió esperar a ser reubicados para determinar con certeza sus necesidades. “La idea es enviarles dos cofres del material que nos soliciten”, detalla el docente de Sax.

La banca

En cualquier caso, como en (casi) cualquier juego que se precie, es imprescindible la presencia de la banca; en esta ocasión, representada por los ayuntamientos (hasta ahora, de Sax y Villena) y las empresas patrocinadoras, pues serán unos y otras quienes se encarguen de llenar total o parcialmente los cofres. Dado que cada uno incluye 500 euros de material, algunos han sido financiados por una sola entidad y otros cuentan con las aportaciones de varias de ellas. Hasta el momento, se han preparado siete cofres patrocinados, pero el objetivo de Docentes Gamificando es que se unan muchas más instituciones para poder ayudar a mucha más gente. La Generalitat, de hecho, también ha mostrado su interés en el proyecto y podría aliarse próximamente.

Con el fin de comprobar si la iniciativa está dando sus frutos, Bernardo Jareño pidió el registro de lecturas en su colegio en las últimas dos semanas. Desde que arrancó el juego, allí se han leído 180 libros, “muchísimo” en opinión del director. Continuarán anotando las cifras dos veces al mes y calculando la mediana de la clase, que no la media. Es decir, tomarán como referencia la cantidad de libros que más alumnos o alumnas hayan leído. Solo con este método podrán hacer una valoración trimestral y anual y compararla con los datos del año anterior para concluir si, como se espera, las sonrisas ajenas son el mayor impulso para las lecturas propias.

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