SPIELBERG. El monegasco Charles Leclerc saldrá primero en el Gran Premio de Austria, el noveno del Mundial de F1, al firmar una brillante 'pole' en Spielberg, donde superó al inglés Lewis Hamilton (Mercedes) -posteriormente sancionado- y salvó el honor de Ferrari, cuyo 'capitán', el alemán Sebastian Vettel, ni siquiera pudo salir a pista en la tercera ronda de la calificación.
Leclerc, de 21 años, relegó a un segundo plano la decepción de su jefe de filas -que no rodó en la tercera ronda de la calificación debido a un problema en el motor de su monoplaza- y firmó la segunda 'pole' de su carrera en F1, después de la de abril en Bahrein. Lo hizo al cubrir los 4.318 metros de la pista de Estiria en un minuto, tres segundos y tres milésimas; 259 menos que Hamilton; que perdió tres plazas por sanción y arrancará quinto en el Red Bull Ring.
Hamilton, que en 2018 igualó las cinco coronas del argentino Juan Manuel Fangio y llegaba a Austria tras apuntarse en Francia su sexta victoria en las ocho primeras pruebas del Mundial, había bloqueado al finés Kimi Raikkonen (Alfa Romeo) antes de la tercera curva, en la primera ronda de la calificación (Q1).
Su acción -respondida con una 'peineta' por parte de Kimi- fue motivo de investigación por parte de los comisarios de la FIA (Federación Internacional del Automóvil), que, dos horas después del final de la calificación, decidieron sancionarlo con la pérdida de tres puestos en parrilla.
Circunstancia que para nada deslució la extraordinaria puesta en escena de Leclerc, que firmó la vuelta más rápida de la historia del circuito propiedad de la escudería para la que pilota el holandés Max Verstappen, último ganador en Austria y centro de muchos rumores acerca de su futuro; que no quiso aclarar en sala de prensa.
Max, de idéntica edad que Leclerc, aunque con más experiencia en la categoría reina, saldrá desde la primera fila, al lado del monegasco. Motivo que invita a soñar a los más optimistas con que el futuro ya estuviese aquí; en una categoría que vive su sexto año de aplastante dominio de Mercedes, líder claro en ambos campeonatos, tras sumar los ocho triunfos del año, seis de ellos con 'doblete'.
La sanción de Hamilton benefició a su compañero finlandés Valtteri Bottas, que saldrá tercero; y, unida a la del danés Kevin Magnussen -que fue quinto en la cronometrada principal, pero pierde cinco puestos por sustituir la caja de cambios de su Haas- le vino de perlas al inglés Lando Norris -compañero del español Carlos Sainz en McLaren-, que avanza un puesto y saldrá cuarto.
Sainz, séptimo en el Mundial, con 24 puntos; y que también ocupa el mejor puesto posible con su equipo -cuarto en el Mundial de constructores, por detrás de las tres escuderías con opción al podio- nada pudo hacer, salvo morirse de rabia; al ver que el coche iba fenomenal el día que sabía que, pasase lo que pasase, arrancaría desde el fondo del grupo. Por sustituir motor y caja de cambios.
El talentoso piloto madrileño buscará una remontada difícil, pero a la que no renuncia, según comentó en una entrevista con Efe que tuvo lugar en Austria y en la que también afirmó que nunca se había sentido tan importante como en McLaren, un equipo que según él "no está en la Fórmula Uno para ser el mejor de entre el resto".
Carlos buscará invitación para la fiesta que pretende organizar Leclerc, tres veces tercero este año: en Canadá y el pasado domingo, en Paul Ricard; y en Bahrein. Donde, en la segunda prueba del año, sólo una desgracia, en forma de avería mecánica -"un cortocircuito nunca visto anteriormente" en la unidad de control del sistema de inyección, como desveló su propio equipo- lo apartó de un triunfo que parecía seguro a falta de diez vueltas.
La joven estrella monegasca dispondrá de una nueva oportunidad de inaugurar su casillero de victorias este domingo en Austria, que homenajea este fin de semana a Niki Lauda: triple campeón mundial, mito de la categoría reina y una de las más grandes figuras en el ámbito internacional de toda la historia de ese país; fallecido el pasado 20 de mayo y despedido con honores de jefe de Estado seis días después en la catedral de su Viena natal.
En Spielberg saldrá con ganas de rematar un gran fin de semana, en el que, tras hacerlo en el segundo ensayo del viernes, también encabezó la tabla de tiempos este sábado en el último libre; y en la segunda ronda de la calificación (Q2). En la que no participó el mexicano Sergio Pérez (Racing Point), eliminado junto a su compañero canadiense Lance Stroll en el primer acto de la cronometrada.
Leclerc querrá sacarle aún más brillo a su Ferrari este domingo. En una carrera en la que tendrá un vecino muy incómodo en la primera fila: el aguerrido Verstappen. Que corre en casa. Y que en el Red Bull Ring buscará repetir el triunfo del año pasado arropado por más de 20.000 holandeses.