VALÈNCIA. Una cosa es el juego político, la puesta en escena de los distintos actores en el escenario, y otra muy distinta lo que se deja en constancia para la posteridad. Esta es la conclusión que puede extraerse del análisis de los datos de los decretos-ley del Govern del Botànic convalidados en Les Corts: las cifras ponen de manifiesto que, pese a la discusión o protesta de la oposición, las medidas adoptadas por el Consell con esta herramienta que elimina una parte importante del debate, no provocaban tanto rechazo como se exponía en la discusión pública.
Así, según los datos extraídos de Les Corts Valencianes, en lo que va de legislatura se han convalidado un total de 51 decretos-ley en la cámara, de los cuales 19 -el 37%- fueron aprobados por unanimidad; es decir, por todos los grupos parlamentarios: los tres que forman parte del Govern del Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem) y las tres fuerzas de la oposición (PP, Ciudadanos y Vox).
Bien es cierto que varios de ellos coincidieron con medidas contra la covid y para paliar los efectos de la guerra en Ucrania, pero otros se referían a otras cuestiones de gestión ante las que la oposición se mostró muy crítica. Un ejemplo claro de esto fue el decreto-ley para la bajada de impuestos impulsada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, una medida que causó un acalorado debate que se prolongó durante días pero que, sin embargo, fue convalidada por todos los grupos de la cámara.
En este sentido, el PP es el grupo de la oposición que menos ha votado en contra de un decreto-ley del Botànic, concretamente en seis ocasiones -un 11%-, mientras que Ciudadanos ha mostrado su rechazo en 9 oportunidades -un 17%- y Vox, el más contestatario, lo ha hecho 25 veces, lo que supone un 49% del total de decretos-ley llevados a Les Corts para su convalidación.
Pese a las diferencias políticas existentes y que se evidencian a diario, ¿por qué tan poca oposición en las votaciones a los decretos-ley que emanan del Botànic? Si los propios debates se enmarcan en el juego político, una vez defendida una posición y hechas públicas las discrepancias, el momento de la votación da paso a otra fase sobre el asunto. Y es en ese momento donde en las formaciones políticas, especialmente las grandes, se suele optar por la prudencia, ya sea porque la medida no es tan abominable como se ha tratado de exponer o por una simple cuestión posibilista de oportunidad política. O lo que es lo mismo, que en futuros debates no se saque a colación que ese partido votó en contra de una iniciativa que iba a dirigida al bien común o que podría ser similar a la que, en caso de gobernar, podría impulsar el partido ahora en la oposición.
En el caso de la rebaja de impuestos, de hecho, durante el debate parlamentario tanto PP como Ciudadanos y Vox aludieron, de una u otra manera, a que la medida era insuficiente. "Solo supone 64 euros de ahorro de media por contribuyente, lo que equivale a 5 euros por mes", indicó entonces el diputado popular Rubén Ibáñez. Pero al final, ante la disyuntiva de dar o no apoyo a un decreto-ley que iba a reducir la carga fiscal de la práctica totalidad de la ciudadanía valenciana, por pequeña que pudiera considerarse esa reducción, hubo unanimidad en Les Corts.
En este sentido, en esta legislatura ha habido dos asuntos de calado internacional que han contribuido no solo a aumentar el número de decretos-ley presentados, sino también a favorecer la unanimidad. Se trata de la pandemia de la covid-19, que se tradujo en un importante número de ayudas económicas y de medidas para contener el avance del virus, y de la guerra de Ucrania y sus consecuencias, como el engrosamiento de la inflación y de los costes de las materias primas.
De este modo, en casi la mitad de los 51 decretos-ley llevados a Les Corts desde 2019 se mencionaba de algún modo al coronavirus, y de ellos once se sacaron adelante con la totalidad de los partidos políticos a favor. La pandemia, por tanto, estuvo de por medio en casi el 60 % de las normas aprobadas por unanimidad. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, el Plan Resistir o la ejecución de distintas actuaciones apoyadas con los fondos europeos.
En el caso de la guerra de Ucrania, las medidas que obtuvieron el voto positivo de todos los grupos han sido muchas menos, pero se encuentran también algunos casos, como el decreto ley que regulaba la bonificación del 10% de las tasas propias y precios públicos gestionados por la Generalitat, que salieron adelante por unanimidad. Además, en otras como la renuncia temporal al cobro del canon de saneamiento o la concesión de ayudas a autónomos y otros subsectores afectados por la guerra, solo Vox no dio su voto a favor.
Al margen de las dos cuestiones anteriores, existen también otros asuntos que generan unanimidad en todos los grupos parlamentarios, como es el caso del Plan Vega Renhace. En esta legislatura, dos de los decretos-ley tenían que ver con este programa de rehabilitación de la comarca alicantina, y ambos salieron adelante por unanimidad. Otra norma que tuvo el respaldo de todos los partidos en Les Corts fue la de ayudas para facilitar la puesta en marcha del transporte a demanda.
Por otro lado, el principal partido de la oposición, el Partido Popular, fue el grupo político ajeno al Botànic que menos votó en contra de los decretos-ley propuestos por el Consell en el parlamento valenciano, aunque ello no significa que votara a favor necesariamente. De hecho, los populares fueron quienes más se abstuvieron, hasta en 15 ocasiones.
De las únicas seis veces en las que la formación liderada por Carlos Mazón se decidió a votar en contra, destacan el decreto del tanteo y retracto promovido por la Conselleria de Vivienda dirigida entonces por Rubén Martínez Dalmau o las medidas de emergencia energética ante la guerra de Ucrania, porque tuvieron en contra a los tres partidos de la oposición. No obstante, en algunas ocasiones durante la pandemia, como con el decreto 4/2020 de medidas económicas ante la covid-19, el PP rechazó también el voto a favor solo junto a Vox.