VALÈNCIA. La Comisión Europea recomienda a los Estados miembros comprar pastillas de yoduro de potasio que puedan utilizarse para proteger a las personas de los efectos nocivos de la radiación y equipos de descontaminación. Los rumores de que Rusia pueda utilizar sus misiles nucleares de corto alcance en una escalada bélica de la guerra contra Ucrania y el peligro de que contaminen el espacio aéreo de la Unión Europea (UE) han desatado todas las alarmas. España, Alemania y Croacia albergarán los equipos de descontaminación, financiados por la UE en su totalidad.
Para mejorar la preparación de la UE “y la respuesta a los riesgos para la salud pública, como las amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares (QBRN)”, la Comisión está creando reservas estratégicas de capacidades de respuesta a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE. Esto incluye una reserva estratégica de rescEU de 540,5 millones de euros, en colaboración con la Autoridad de Preparación y Respuesta ante Emergencias Sanitarias (HERA).
Estas reservas consistes en equipos y medicamentos, vacunas y otras terapias para tratar a pacientes expuestos a agentes de emergencia QBRN o radiológicos, así como una reserva de descontaminación rescEU para proporcionar equipos de descontaminación y equipos de respuesta de expertos.
Como primer paso inmediato, la UE ha movilizado su reserva médica rescEU para adquirir pastillas de yoduro de potasio que puedan utilizarse para proteger a las personas de los efectos nocivos de la radiación. Ya se han entregado casi tres millones de pastillas de yoduro a Ucrania a través del Mecanismo de Protección Civil de la UE, con la ayuda de Francia y España.
Janez Lenarčič, Comisario de Gestión de Crisis, dijo que “estamos tomando medidas concretas para aumentar la preparación de Europa frente a las posibles amenazas, estableciendo tanto una reserva de descontaminación como una nueva reserva de equipos adaptados a emergencias químicas, biológicas o nucleares”. Por su parte, la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, añadió que “prepararse para las amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares es un elemento esencial para mantener seguros a nuestros ciudadanos”.
Para ello, la Comisión Europea recomienda a los Estados miembros que se avituallen con este tipo de medicamentos. En un intento de no alarmar, explica en un comunicado que “las personas pueden estar expuestas a agentes QBRN como resultado de desastres no intencionales (por ejemplo, una fuga de una planta química, incidentes con centrales nucleares, la propagación de una enfermedad infecciosa) o incidentes intencionales (por ejemplo, un ataque terrorista)”. Y añade que hay que estar preparado para abordar los riesgos y que una parte importante es “la estrategia de almacenamiento QBRN de la UE.
Bajo el programa rescEU, la Comisión está desarrollando una reserva estratégica de emergencias QBRN, diseñada con los Estados miembros, que incluirá tanto “equipos de respuesta, como equipos de protección personal y dispositivos de detección, identificación y monitoreo, y medicamentos, vacunas y otras terapias”. Brusels insiste en contar con suficientes existencias almacenadas para aumentar la resiliencia, ya que se trata de equipos y medicamentos que pueden ser difíciles de fabricar en tiempos de crisis o que pueden ser requeridos repentinamente en cantidades mayores que las disponibles en las reservas nacionales.
La experiencia de la pasada pandemia, con desabastecimiento y escasez material sanitario obliga a la UE a prevenir cualquier contingencia, especialmente en tiempos de crisis. “Las existencias QBRN son un primer paso hacia el establecimiento de mejores capacidades en respuesta a incidentes de centrales nucleares, emergencias de instalaciones químicas, ataques terroristas o la propagación de una enfermedad infecciosa y muchos más”, explica en un comunicado.
También insiste en los equipos de reserva de descontaminación, que incluyen tanto personal como equipo para descontaminar a personas, infraestructuras, edificios, vehículos o equipos críticos que hayan estado expuestos a agentes radiológicos o bacteriológicos. A petición del Estado miembro afectado, la UE puede desplegar la reserva de descontaminación rescEUm que será desarrollada y alojada por Croacia, Alemania y España y estará financiada al cien por cien por la UE con un presupuesto inicial de 66,7 millones de euros.
Las condiciones climáticas extremas y las amenazas emergentes, como el coronavirus, pero también los incidentes QBRN pueden sobrepasar la capacidad de los Estados miembros de la UE para ayudarse mutuamente, especialmente cuando varios países europeos se enfrentan al mismo tipo de desastre simultáneamente.
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