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La tecnología para conducir sin manos llegará a España en unos meses de la mano de Ford

Foto: EFE/David Álvarez
28/08/2023 - 

VALÈNCIA (EFE/David Álvarez). Conducir sin manos un coche autónomo con ayuda de la mirada, algo que desde hace meses es una realidad en EE.UU. y el Reino Unido, lo va a ser también en las carreteras españolas antes de que acabe el año gracias a una tecnología que Ford confía en homologar en España, con lo que se convertirá en uno de los primeros países de Europa en ofrecerlo.

El fabricante automovilístico asegura que la homologación en España de la tecnología BlueCruise -que maneja de manera autónoma el vehículo mientras el conductor mantenga la mirada en la carretera- es "inminente", después de que Alemania se vaya a convertir esta semana en el primer país de la Unión Europea en conseguirlo.

De hecho, y según ha explicado a EFE el responsable de asuntos gubernamentales de Ford en España, Fernando Acebrón, tanto el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINCOTUR) como la Dirección General de Tráfico (DGT) ya han podido observar una demostración.

"Se espera que esta homologación llegue razonablemente pronto. (...), seguramente será antes de que acabe el año", ya que desde Ford España "llevamos trabajando en ella todo el verano, con unas relaciones intensas, fluidas y de colaboración con las autoridades", detalla Acebrón.

De cumplirse estos planes, España se adelantará a otros países del Viejo Continente y sería el segundo de la Unión Europea en contar con esta tecnología.

Conducir con la mirada

Como ha podido comprobar la Agencia EFE en un testeo de una hora en las carreteras de Colonia a bordo de un Ford Mustang Mach-E, el vehículo a través de una cámara infrarrojos introducida en el volante monitorea la dirección de la vista y permite tras esta acción levantar las manos y que el coche conduzca de manera autónoma.

La conducción autónoma nivel 2 es aquella que permite retirar las manos y la vista temporalmente del vehículo con un asistente de conducción que puede controlar el movimiento lateral y longitudinal necesarios para poder cambiar de carril o adelantar a otro vehículo.

"En cualquier caso, el conductor está todavía en control, no puede hacer otras cosas y necesita estar siempre alerta" a cualquier imprevisto u obstáculo que pueda aparecer en la carretera, explica a EFE Pradeep Nold, responsable de desarrollo de esta tecnología.

El objetivo es que el conductor gane "cierto nivel de confort", puesto que no tiene que mantener las manos en el volante en una larga conducción, y puede relajar su postura en aquellos recorridos de mayor distancia.

"El coche puede frenar, acelerar, y mantenerse en el carril", explica la ingeniera española Arantza Domínguez, que participa en el desarrollo e implantación de esta tecnología, gracias a herramientas como el control de velocidad de crucero adaptado o el mantenimiento central de carril y reposicionamiento en este mismo.

BlueCruise está autorizada para ser utilizada en las denominadas "zonas azules", que son carreteras mapeadas por Ford y que en el caso de Alemania son el 95 % de las autopistas del país. En el Reino Unido se puede utilizar desde el pasado abril en sus carreteras "M".

Según Domínguez, el software está "completamente desarrollado" para ser utilizado por autopistas en todos los vehículos de la marca que dispongan de los sensores necesarios para su funcionamiento y en el futuro pretenden que esta tecnología pueda ser aplicada también en carreteras nacionales.

"El motivo por el que no lo ofrecemos en otras carreteras es porque por el momento mover el coche en una curva muy estrecha no se puede hacer de manera autónoma. El conductor tendría que ayudar a girar el volante", explica Domínguez sobre las limitaciones actuales de la tecnología.

Además de en territorio germano, esta tecnología ha sido probada en China y en Estados Unidos, y en este último cuenta con una base de clientes que han realizado 270 millones de kilómetros para ayudar al desarrollo del sistema.

Un aviso en el panel frontal y comienza la conducción autónoma

La conducción de este vehículo es similar a la de otros eléctricos automáticos o vehículos de Ford hasta el momento en que se activa la tecnología BlueCruise.

El sistema es activado a través de un botón incorporado en el volante con el que se puede regular la velocidad fija a la que se pretende que circule el vehículo. También se puede dejar que sea el propio sistema el que establezca la velocidad en función de las señales viarias que vaya viendo.

Mientras el conductor mantenga la mirada en la carretera y se encuentre en una de las llamadas "zonas azules", podrá observar cómo el panel del salpicadero se ilumina con una luz azul y le permite retirar tanto las manos del volante como los pies de los pedales.

A continuación, el conductor tan solo tiene que mantener la vista en la carretera, y en caso de retirarla, tras seis segundos emitirá una alerta sonora, más tarde volverá a avisar con dos frenadas ligeras consecutivas y, por último, comenzará la reducción de velocidad hasta que el conductor vuelva a recuperar el control.

La tecnología BlueCruise está limitada a leer la ruta detectada por GPS de un solo carril, por lo que para adelantar a otro vehículo, el conductor tiene que recuperar el control e incorporarse al otro carril. Lo mismo en el caso de querer tomar un desvío.

Las carreteras españolas, listas para el desembarco de Bluecruise

Según Acebrón, las carreteras españolas y su legislación están preparadas para incorporar esta nueva tecnología y, ahora que Alemania ya va a lograr la homologación, el resto de los países de la UE puede solicitarla. Por ley, tras su estudio, la autorización debe ser concedida.

Ford en estos momentos se encuentra desarrollando la cartografía de España para poder introducir las carreteras del país en los sistemas GPS de Bluecruise, aunque desde la compañía aseguran que "aún queda trabajo" y que habrá zonas en las que no se pueda utilizar debido a curvas con un ángulo más pronunciado.

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