VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat valenciana Ximo Puig propuso hace ahora un año a Pedro Sánchez, en un breve encuentro en el Palau de la Generalitat, que el "esfuerzo fiscal" en cada autonomía compute "a la hora del reparto" de fondos del Sistema de Financiación Autonómica (SFA). En otras palabras, que en el reparto se penalice a las comunidades autónomas que bajen impuestos o se premie a las que los tienen altos, cosa que con el actual sistema no ocurre.
Quizás el ahora expresidente ya se había dado cuenta, después de siete años de subidas de impuestos y poco antes de empezar a bajarlos en su último año de mandato, de que ese "esfuerzo fiscal" que realizamos los valencianos no ha servido para mejorar nuestra financiación en relación con el resto de CCAA, algunas de las cuales, como Madrid o Andalucía, se han dedicado a bajarlos, como ahora ha empezado a hacer el nuevo Consell de Carlos Mazón.
Así se deduce de los datos publicados el pasado lunes por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) titulado La evolución de la financiación de las comunidades autónomas de régimen común, 2002-2021. El él se observa que, solo en IRPF, la Comunitat Valenciana recaudó en 2021 un 50% más que en 2014. En el conjunto de tributos con capacidad normativa el aumento fue del 47%. Sin embargo, en ese período la financiación efectiva recibida por la Comunitat Valenciana dentro del SFA aumentó un 36% y, en relación con el resto de CCAA apenas varió.
Así, el índice de financiación, donde 100 es la media de lo que reciben las 15 CCAA de régimen común -todas excepto País Vasco y Navarra- para la Comunitat Valenciana era 92,4 en 2014 y siete años más tarde se situó en 92,1. En ese período apenas varió y solo superó el índice 93 en 2020, aunque se trata de un dato engañoso. Ese año el Gobierno financió a las CCAA con fondos adicionales por la covid y Ángel de la Fuente, director de Fedea y autor del informe, ha hecho el ejercicio de sumar esos fondos a los del SFA y recalcular el reparto. El resultado es que ese año nos quedamos en 89,5, el tercero más bajo en 20 años, como publicó este periódico el pasado lunes.
El motivo de esta paradoja -subir los impuestos, recaudar más y no mejorar la financiación relativa- es que el SFA caducado hace nueve años es tan perverso, además de deficiente, que las posiciones relativas apenas cambian para las CCAA que deciden subir o bajar impuestos, debido a las numerosas variables y fondos complementarios -de Suficiencia, de Garantía, de Competitividad, de Cooperación- que condicionan el reparto.
De ahí que a Isabel Díaz Ayuso no le suponga ninguna merma de recursos bajar los impuestos de la Comunidad de Madrid, ya que buena parte de lo que recauda se reparte entre el resto de CCAA por el principio de solidaridad que rige en el SFA. Solo Madrid, Cataluña y Baleares son aportantes netos al sistema -la Comunitat Valenciana lo era hasta hace poco, otra anomalía-, mientras el resto recibe más de lo que aporta. Por ello, es probable que la bajada del IRPF que prepara Mazón tampoco empeore -aún más- la posición relativa de la Comunitat Valenciana.
El SFA actual empezó a funcionar en 2002 y se reformó en 2009 supuestamente para corregir desequilibrios, aunque en el caso de la Comunitat Valenciana y Región de Murcia apenas cambió el panorama. Como se puede observar en el gráfico de Fedea, que compara la posición relativa de las CCAA en 2002 y en 2021, de las cinco comunidades mal financiadas hace dos décadas solo Baleares ha logrado salir del hoyo. La Comunitat Valenciana y Murcia son las únicas que nunca han alcanzado la media de 100.
A la vista de estos datos, que Fedea viene actualizando desde hace años y a la vista del poco interés de los últimos gobiernos por reformar el SFA, la Comunitat Valenciana propuso al Ejecutivo de Sánchez una solución transitoria, consistente en crear un nuevo fondo, denominado Fondo de Nivelación, que se repartiría entre las comunidades peor financiadas -Comunitat Valenciana, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha- para que pudieran acercarse a la media -la media es la media y es matemáticamente imposible que todas estén por encima-. Sería un fondo transitorio mientras se reforma el SFA.
La propia Fedea apoyó hace dos años la propuesta, que no fue aceptada por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Compromís ha incluido en la 'agenda valenciana' esta reivindicación para las negociaciones que la coalición que lidera en el Congreso Àgueda Micó, integrada en el grupo Sumar, va a mantener con el PSOE para otorgar el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.
Militantes de Madrid, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, Galicia y Extremadura reclaman un sistema justo y multilateral