VALÈNCIA (EFE). La Comisión Europea (CE) ha planteado una serie de medidas para responder a las manifestaciones que los agricultores han convocado en varios Estados miembros del club comunitario durante las últimas semanas y en las que el sector primario ha protestado por cuestiones como las políticas ecológicas europeas o los acuerdos comerciales.
Las propuestas de Bruselas ante las demandas del campo han sido:
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció el martes pasado que va a retirar la propuesta de ley que planteaba objetivos vinculantes a nivel nacional y de la Unión Europea para reducir en un 50 % en el conjunto del club comunitario el uso y el riesgo de los plaguicidas químicos y el uso de los plaguicidas más peligrosos para 2030.
Von der Leyen afirmó en la Eurocámara que la ley se había convertido "en un símbolo de polarización" y recordó que había sido rechazada por el propio Parlamento Europeo en noviembre.
Los Estados miembros, colegisladores del club comunitario junto a la Eurocámara, tampoco habían logrado avanzar en el expediente.
Ante ese escenario, la presidenta de la CE aseguró que involucrará más al sector agrícola en la redacción de un nuevo proyecto legislativo para reducir los pesticidas.
"La Comisión podría hacer una nueva propuesta mucho más madura, con la implicación de las partes interesadas", dijo.
La Comisión Europea también ha propuesto derogar durante 2024 la norma que obliga a los agricultores a mantener parte de sus tierras cultivables en barbecho, una medida que reclamaban los manifestantes.
La iniciativa del Ejecutivo comunitario permitirá a los agricultores de la UE no aplicar esa regla durante todo el año 2024, de manera retroactiva desde el 1 de enero, y seguir recibiendo los pagos directos de la Política Agrícola Común.
En vez de mantener la tierra en barbecho o sin producir en el 4 % del terreno cultivable, los agricultores podrán plantar cultivos fijadores de nitrógeno (lentejas, guisantes o habas) o cultivos intermedios en el 7 % de sus tierras cultivables.
Las manifestaciones de agricultores surgieron hace meses en países próximos a Ucrania, como Polonia, donde se quejaban de que el aumento de las importaciones agroalimentarias ucranianas por la suspensión de aranceles suponía una competencia a la que no podían hacer frente.
En 2022, el club comunitario suspendió los aranceles a las importaciones ucranianas para apoyar a Kiev ante la invasión rusa y desde entonces ha ido prolongando esa medida.
La semana pasada, Bruselas planteó extenderla otro año más, hasta junio de 2025, pero introdujo salvaguardias en caso de que uno o más países vean afectados sus mercados agrícolas.
El jueves pasado, Von der Leyen adelantó que la Comisión tiene previsto presentar una propuesta en las próximas semanas destinada a reducir la carga administrativa de los agricultores.
La presidenta de la Comisión Europea anunció el pasado septiembre un diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura, pero se puso en marcha el pasado 25 de enero.
El objetivo de la iniciativa es escuchar a las partes del sector y lograr un consenso sobre el medio y largo plazo de la agricultura y la ganadería.
Esta semana, el Ejecutivo comunitario planteó que la Unión Europea adopte como objetivo para 2040 un recorte "neto" de emisiones de CO2 del 90 % respecto a 1990, pero la propuesta elimina referencias directas al esfuerzo que tendrá que hacer el sector agrícola.
Una de las cuestiones que critican los agricultores son acuerdos de libre comercio como el que aún tienen que concluir la UE y Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), pues consideran una competencia desleal la llegada al club comunitario de productos agroalimentarios elaborados sin seguir los estándares de los Veintisiete.
Por el momento, la CE asegura que no se cumplen las condiciones para concluir ese pacto.