ALMORADÍ. El caudal del río Segura en la Vega Baja ronda los 100 o 90 metros por segundo y continúa bajando. Esta cantidad de aporte de agua no debería causar nuevos problemas. Sin embargo, contribuye al estancamiento al llegar a las zonas desbordadas. Además, las roturas y brechas que van apareciendo en varios puntos del caudal a lo largo del día contribuye a la incertidumbre por nuevas anegaciones y a que los servicios de emergencias tengan que poner esfuerzos ingentes para evitar más inundaciones. Almoradí, Dolores, Orihuela y todas las zonas afectadas de la comarca conocen de primera mano cómo las roturas de las infraestructuras en el río Segura les mantienen en vilo por las subidas del nivel del agua.
En especial, la mota de Almoradí se ha convertido en un quebradero de cabeza para la CHS y los equipos que trabajan en su reparación y seguridad. Dos grandes roturas en estos días siguen manteniendo ocupados día y noche a los equipos de reparación. La primera de ellas ya se solucionó el sábado, pero ayer Almoradí amaneció con una nueva brecha de la mota junto a la anterior en el puente de Algorfa que provoca la salida de las aguas. La nueva rotura afecta a una zona aguas abajo del puente del río, en la margen izquierda, aunque esperan que no afecte de manera importante al término. Los técnicos de la CHS evaluaron la situación y y una posible evacuación de la pedanía de Heredades. Casi al mismo tiempo, en otro punto, esta vez en la provincia de Murcia, en la rambla de Huete, en Ceutí, se ha producido una rotura de unos 30 metros de la mota del río, aunque el nivel actual del río Segura impidió que el agua saliera el exterior.
Anoche, sobre las 23 horas, cuando los trabajos ya estaban avanzados en Almoradí, desde el Ayuntamiento anunciaron que, de nuevo, volvía a ceder una parte del muro en el mismo lugar de la mota que estaba a punto de sellarse. Justo, esta incidencia surgió cuando quedaban pocos metros aunque los trabajos continuaron sin descanso. En ese momento participaban más de 30 volquetes de empresas civiles y maquinaria pesada de movimiento de tierras.
El dolor de cabeza, pues se encuentra en los trabajos que mantendrán, al menos hasta hoy a los técnicos trabajando en reparar y asentar los muros para que las aguas del Segura no sigan acumulándose. Al menos, el suministro de luz se ha restablecido en el municipio de Almoradí, mientras que la localidad de Dolores ha recuperado el servicio de telefonía fija y móvil.
Además de los imprevistos que van surgiendo a lo largo del día en los trabajos, las sufridas infraestructuras hacen que la CHS tenga que ocuparse y preocuparse en varios frentes. La mota de la margen derecha del río Segura entre la desembocadura del Reguerón de Hurchillo y Orihuela tiene altura suficiente para el caudal actual, no así la izquierda, que es más baja y los militares han de realizar labores de recrecimiento, de forma preventiva.
El caudal del río Segura se reduce hasta los 90 o 100 metros cúbicos por segundo en Murcia, por lo que la tendencia del caudal tiende a bajar en las próximas horas. Además, el embalse de Santomera ha entrado en Situación 0. Esto significa que ya no existe riesgo de desbordamiento en el dique. Ahora continúa desaguando para vaciarse y que sirva de freno a futuras avenidas.
No obstante, el enclave también ha recibido averías y la más reciente llegó en la tarde de ayer en el canal de desagüe del embalse de Santomera, aguas abajo de la que se produjo el sábado. No obstante, el riesgo no sería inminente. La CHS está limitando la salida de agua desde el azud de Ojós para minimizar al máximo el caudal circulante del río Segura en Murcia y la Vega Baja.