ALICANTE. Las obras de urbanización del Plan Parcial I/2 de Benalúa Sur, una de las principales bolsas de suelo residencial pendientes de desarrollo en la que se prevé la construcción de unas 600 viviendas, se enfrentan ahora al que puede ser el último paso de su farragosa tramitación administrativa: una corrección de las previsiones del proyecto que afecta a la instalación eléctrica del sector.
Fuentes municipales consultadas por Alicante Plaza precisaron que se trata un modificación instada por la Concejalía de Urbanismo que resulta necesaria para adaptarse a las especificaciones técnicas recogidas por normativa. De hecho, esas correcciones ya se han presentado y permanecen en exposición al público para la presentación de alegaciones por un plazo de 20 días a contar desde este martes, tras su publicación en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGV).
Según explicado fuentes de la Agrupación de Interés Urbanístico (AIU) que asume la condición de agente urbanizador, se trata de un trámite solicitado por la compañía eléctrica Iberdrola, que prefiere instalar siete centros de transformación (uno por manzana) en lugar de agruparlos como estaba previsto, porque esta fórmula permite ejercer el telecontrol. Dado que se trata de una modificación del proyecto aprobado por el Ayuntamiento hace un año, exige un trámite de información pública por si algún propietario pudiese tener interés en presentar alegaciones.
Si no se registran objeciones, se procederá a la aprobación definitiva de la cuenta de liquidación de las obras, según las mismas fuentes. Es decir, superado el trámite de esta separata del proyecto que afecta a la instalación eléctrica, el Plan Parcial Benalúa Sur podrá dar por cerrado su itinerario administrativo. Será en ese momento cuando los propietarios adjudiquen el contrato de urbanización a una de las cinco empresas cuyas propuestas pasaron la primera criba, tal como ha contado este diario.
Como ha publicado este diario, el Plan Parcial de Benalúa Sur es uno de los últimos grandes sectores pendientes de desarrollo en el casco urbano de Alicante. Se prevé la construcción de 595 viviendas en once torres de un máximo de siete alturas en una superficie de 75.000 metros cuadrados. El conjunto del plan se extiende sobre 90.000 metros en los que se da cabida a 800 viviendas. Los trabajos de urbanización que se ejecutarían ahora afectan al 62,39% del ámbito de actuación, que quedó sin desarrollarse después de que el Ayuntamiento retirase la condición de agente urbanizador a Prasa por la demora en las obras.