ALICANTE. En enero del pasado año se publicó la circular 3/2020 de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) que establecía un nuevo cambio en el sistema de facturación del recibo eléctrico, tanto para domicilios como para grandes consumidores y el pasado 25 de febrero el Proyecto de Orden de cargos. Este modelo, que entrará, finalmente, en vigor el próximo 1 de junio, afectará a los precios de peaje, estableciendo nuevas franjas horarias con importantes variaciones tarifarias y de potencia contratada.
Este cambio normativo permitirá que cada consumidor pueda ajustar su consumo a las franjas de horario más baratas lo que, en opinión de los distintos portavoces gubernamentales, puede significar interesantes ahorros en el consumo doméstico. Básicamente la electricidad diurna es más cara, y la nocturna más económica.
Pero, qué ocurre con los grandes consumidores, es decir, empresas y negocios. De partida, las pymes que dispongan de un servicio superior a los 15kW tendrán que acometer una auditoría pormenorizada de sus consumos, de sus necesidades de potencia, que les permita disponer de datos por estación del año, mes, día y franja horaria. No controlar estos datos y no ajustar sus consumos a las nuevas tarifas aplicadas a partir de junio se calcula que puede generar un sobrecoste energético de entre el 25 y el 37%. Es decir, a los actuales precios energéticos del mercado español y a la actual situación de crisis económica, este cambio de sistema en los precios de peaje puede ser un lastre más en el futuro de las empresas y negocios, que socave sus niveles de productividad e incremente sus gastos corrientes.
Es cierto que el sistema establece tres tarifas diferentes para contratos inferiores a los 15kW, Punta, Llano y Valle. Pero para los consumos superiores se fijan hasta seis periodos tanto en consumo como en potencia contratada, siendo diferente según la hora y el mes. ¿Una oportunidad o un laberinto?
Desde luego, hay otras alternativas a este nuevo sistema para grandes consumidores que tienen poco margen de maniobra a la hora de jugar y conjugar tarifas de potencia y consumo. Por ejemplo, superficies comerciales, de consumos muy estables a lo largo del día sin capacidad de modular los mismos, puesto que los horarios comerciales ofrecen poco margen. También les ocurre a muchas industrias, donde trasladar su producción a otros horarios es muy complicado, y seguramente, tampoco muy rentable. En general, la electricidad diurna, incluyendo fines de semana y festivos será más cara. Y la energía nocturna, más barata.
Especialmente se va a ver afectado el frio industrial, climatización, turismo, hostelería, centros comerciales, industria con 4 turnos, etc.
Es el autoconsumo fotovoltaico, en estas condiciones futuras, la alternativa viable que permite al empresario, y a sus gastos fijos, liberarse del yugo de un sistema cada vez más complejo y, lo que muchas veces es peor, inestable, que cambia cada cierto tiempo y que impide hacer planificaciones a medio y largo plazo. En general, los consumidores diurnos pueden incrementar su factura final hasta en un 30%
Los sistemas de autoconsumo fotovoltaico actuales ofrecen una gran oportunidad para independizarse de la red convencional de energía y producir gran parte del suministro diurno necesario para el desarrollo de nuestra actividad. La instalación fotovoltaica produce electricidad todos los días del año justo cuando más cara es de la red, ahorrando KWh caros de la red por económicos de la fotovoltaica. Una decisión que no sólo supone una inversión económica y medioambiental, sino que nos abre un horizonte de libertad en la medida que no se vive sometido a los cambios que marca el BOE y sus regulaciones en cuanto a sistemas de tarifa del precio eléctrico. Además, sin ningún tipo de inversión. A veces, cuando todo va mal, lo mejor es mirar al cielo. Y sí, allí está el sol.
Luis Navarro Buciega es gerente de Cubierta Solar