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Juanjo Sanchis es director general de una empresa de muebles, destrozada por la dana 

"Las empresas necesitamos una respuesta económica rápida y contundente o moriremos"

6/11/2024 - 

VALÈNCIA. Juanjo Sanchis es uno de los miles de empresarios que han perdido su negocio por los estragos de la Dana. Es consciente de que la situación es dramática y que la prioridad son las familias y encontrar a las personas que todavía siguen desaparecidas. "Es lo primordial", subraya. Pero, a su vez, no puede evitar exigir ayudas e indemnizaciones para la pequeña y mediana industria valenciana porque muchos empleos dependen de esa reconstrucción.

"Hago un llamamiento para que haya una respuesta económica contundente y rápido tanto para las familias como para las empresas", remarca. De no ser así, avisa de que muchas se quedaran por el camino. De hecho, este es el caso de Gamamobel, la empresa de la que es director general y que da empleo directo a 77 personas. 

Fundada en los años 70, la compañía está dedicada al tapizado de muebles. Tiene su sede en Beniparrell, una de las localidades que más ha sufrido los daños de las inundaciones, y posee una de las mejores plantas especializadas en el mueble tapizado en Europa. Unas instalaciones de cerca de 20.000 metros cuadrados que han quedado totalmente destruidas. "La nave está totalmente arrasada e inservible. Está todo devastado y sufrimos una situación de inactividad total", lamenta Sanchis.

Un golpe del que será duro reponerse. Por eso exige una respuesta a la altura de las circunstancias. Este mismo martes peritos del Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) estuvieron revisando la fábrica y, según explica, "la ayuda que proponen es poca". "No hay tiempos de respuesta claros y la industria necesita una respuesta contundente. Pagamos el seguro religiosamente cada trimestre, pero ahora el Consorcio no tiene ninguna respuesta especial para esta situación y lo está gestionando como un siniestro cualquiera, como si se hubiera inundado un cuarto de baño", explica con rabia.

La devastación en la fábrica es de tales dimensiones que no han podido ni empezar los trabajos de limpieza y desescombro. Con escobas y palas no es suficiente porque existe mauinaria muy pesada y muchos bultos de materias primas y producto terminado y semiterminado. "Necesitamos maquinarias, bombas de vaciado y una empresa industrial trabajando 24 horas los 7 días de la semana y durante un mes", remarca. Y eso solo para poder adecentar la superficie. Para iniciar la actividad necesitan una compensación que estiman en cinco millones de euros, dada la pesada y cara maquinaria con la que trabajan, y de no llegar su futuro se oscurece. 

"No podemos activar una sección de la fábrica, tenemos que tener una producción continúa porque nuestro producto depende de muchos procesos. Por tanto, o hay una respuesta contundente y rápida o estamos muertos. Eso quiere decir que necesitamos que nos indemnicen rápidamente y en la totalidad de nuestros daños o se nos imposibilita y no podré retomar la actividad", subraya. Algo que, por el momento, no cree que se haya producido ni que exista una especial sensibilidad ante un fenómeno de estas magnitudes. "Se está tratando este tema como una inundación y esto va más allá", incide.

Este mismo martes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha presentado un primer paquete de medidas para los territorios afectados por la Dana con un coste total de 10.600 millones de euros. Entre las ayudas, se destinan hasta 60.000 euros para los hogares y 150.000 euros para las empresas. En concreto, ha presentado un plan dividido en tres fases para la "respuesta inmediata", "reconstrucción" y "relanzamiento" de la Comunitat Valenciana, cuyo territorio afectado ha declarado como zona catastrófica. 

Pero, además, Sanchis siente rabia e impotencia ante la gestión de esta tragedia. "El martes vi la alerta roja y como muchos compañeros son de municipios como Ontinyent o Llombai a las 15 horas los mandé a casa. Yo también me fui porque tenía la mosca detrás de la oreja. Afortunadamente, todos estamos bien", señala. Por ello, se pregunta cómo él sí fue capaz de prevenir y mandar a sus trabajadores a casa y "los políticos no". 

Por ello, exige "una respuesta económica contundente y rápida primero para las familias y después a las empresas". "No se tiene que escatimar en recursos ni retrasarse. Los políticos nos tienen que demostrar que están ahí para situaciones de extremo impacto y dolor porque, hasta ahora, mientras yo fui capaz de mandar el martes a mis empleados a casa, los políticos no", concluye.

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