el sur del sur / OPINIÓN

Las cuitas electorales de Alicante 

28/08/2022 - 

Las elecciones locales las gana un candidato, o las pierde un partido. También las puede perder un alcalde o alcaldesa. Tienen la particularidad de que el fenómeno personal es un elemento clave. En otras citas también, pero en el caso de las ciudades y los municipios es muy importante el talante del candidato/a y su conexión con la ciudadanía. El partido también, sobre todo, su estructura, pero este viene condicionado siempre con los aires que soplan a nivel nacional.

En este momento, las tendencias son las que son: el PP en alza, con el fenómeno de Núñez Feijóo y la certidumbre de saber hasta dónde le alcanza; el PSOE intentando resurgir, pero en segunda posición; Vox bloqueado tras las andaluzas; Ciudadanos, desaparecido; y Unidas Podemos buscando su espacio con (o sin) Yolanda Díaz. En el caso de la Comunitat, habría que añadir a Compromís, todavía hoy tocado por el affaire Mónica Oltra y su dimisión.

En este contexto, los partidos de Alicante ciudad deben conformar su oferta electoral. En algunas formaciones no hay dudas: Luis Barcala repetirá como candidato por segunda vez y todo hace indicar que Mario Ortolá también como cartel de Vox. Lo del resto es una incógnita. 

Comenzando por Ciudadanos, cuyo proyecto agoniza cada mes con una deserción. En el caso de la Comunitat Valenciana, se barrunta un impulso de la dirección, al menos, en Alicante, donde está(ba) su principal feudo electoral. Y dentro de este proceso, de momento, sabemos que solo habrá primarias para elegir a su candidato autonómico. Los locales serán decisión del partido, lo que cierra las posibilidades a un outsider, a no ser que lo impulse la propia dirección. También falta ver si el grupo municipal de Ciudadanos en Alicante sigue intacto o hay cambios de aquí a mayo de 2023. En ese caso, falta ver si Mari Carmen Sánchez repite, o en cambio, el partido opta por Adrián Santos, actual concejal de Urbanismo.  O si la refundación del partido arroja nuevos perfiles. Los rumores de que una parte de los ediles de Cs acaben integrándose en el PP sigue en el candelero (aunque va por oleadas). En el PP esperan que caigan como fruta madura, sin necesidad de ofrecer nada a nadie. El IG de Emilio Argüeso nos lo irá avanzando, como hasta ahora.

En Compromís esperan a la elaboración del reglamento de primarias. Natxo Bellido está por repetir, pero si el partido opta por otro perfil lo acatará. No tiene limitaciones de mandato. El PSPV ha hecho una encuesta en la ciudad de Alicante y ha incluido tanto a Bellido como al ex conseller Manuel Alcaraz para conocer el grado de conocimiento de ambos y el estado electoral de la coalición valencianistas.

En Unides Podem hay una corriente, más próxima a Esquerra Unida, que estaría por hacer una coalición con Compromís, una especie de Sumar, que incluyera a las dos coaliciones. Lo ha verbalizado la consellera Rosa Pérez Garijo, e incluso, lo ha dejado caer el vicepresidente del Consell, Héctor Illueca, pero de momento nadie se mueve. Desde luego si el bloque de la izquierda quiere tener alguna posibilidad, esa pasa por un Sumar alicantino, liderado por un/a independiente que trascienda las líneas de ambos partidos, y por un buen resultado del PSOE. Y después, rezar.

Lo que está claro es que el favorito es el actual alcalde, Luis Barcala. La suya será una reválida no tan dependiente como la de 2019. La incógnita es saber si capitalizará la gestión y, por tanto, puede gobernar en solitario, o si necesitará, al menos, un socio. Su principal temor es que se quede sin socios (o no los alcance), pero eso también es un problema para el PSPV.

A día de hoy, después de lo que acaecido con Francesc Sanguino como candidato y portavoz, al PSOE sólo le quede luchar por un buen resultado con vistas a afianzarse como fuerza más votada, al menos, en la comarca de L'Alacantí, que tampoco lo tiene fácil. Y para ello, necesita un candidato/a del partido, con ganas de luchar con posibilidades limitadas, a la espera de que suene la flauta, o cuando menos, que Barcala tenga que sudar para sacar una investidura, o formar gobierno con Vox. Los nombres que han salido (o vienen saliendo) son conocidos: Ana Barceló, Josefina Bueno, Ana Berenguer, Julián López,...Y a no ser que nos saquen un conejo de la chistera, la única a la que se vez con ganas de luchar es a Josefina Bueno. El resto de los nombres conocidos, con todos los respetos para ellos, sería como poner a un pulpo en un garaje. Que además de luchar por su careto, y por las siglas del partido, por el buen nombre de Ximo Puig o confiar en que la marca PSOE recupere algo de aliento, deben enfrentarse al tórrido proceso de negociar una lista con la Visa de Ángel Franco. Es decir, apoyo total al principio para ir cobrándoselo en cómodos plazos a lo largo del mandato.

Es pronto todavía. Ya saben que esto cambia tres o cuatro meses, y máxime si las turbulencias vienen del exterior. Pero sí que hay un elemento que se avecina troncal en la campaña de las locales, autonómicas y las generales, cómo luchar ante el cambio climático. Es algo que ya trasciende generaciones. Esto va a condicionar, y mucho, el mensaje de los candidatos/as, que son las que ganan o pierden estas elecciones, más allá de las marcas. A lo mejor no para ganar, pero si para perder.

Noticias relacionadas

next
x