ALICANTE. Hablábamos hace unos días de la cita que tenía Alicante en la sala Stereo con uno de los grupos precursores del punk, The Dictators. La semana sigue con historia del rock, esta vez con otra figura más relevante, y sobre todo, mucho menos conocida: Tav Falco. Él fue, junto con The Cramps y Screamin’ Jay Hawkins o The Meteors, uno de los precursores del psychobilly, un estilo que combina la energía y el ritmo de la tradición rockabilly, el punto de vista y la estética (a veces) del punk y una buena dosis de humor a la hora de plantear sus letras. Todavía hoy sigue siendo, como lo fue entonces, una escena underground con bastante vida, uno de esos géneros de los de embadurnarse en cerveza y sudar en antros subterráneos. Y Tav Falco con sus Panther Burns es una de esas piezas indispensables de este genuino movimiento que es el psychobilly. Tocarán el viernes en Las Cigarreras en un directo organizado por Santa Leonor.
La historia de Falco se remonta a finales de los 70s, cuando se unió a la banda de Jim Dickinson, Mud Boy & The Neurons como artista de performance. Cuando la formación se disolvió, él siguió tocando en el Orpheum Theater de Memphis y allí, mientras el chico aserraba una guitarra, Alex Chilton quedó asombrado. Claro, cómo no: aserrando una guitarra. El rock & roll tiene estas maravillas. Así que se acercó a él y junto a Jim Dickinson, formaron el nuevo grupo: Tav Falco & Panther Burns. El cine y la fotografía habían sacado a Falco de su entorno rural para llegar a Memphis, uno de los templos del blues y del rock ‘n’ roll. El destino tiene estas cosas, así que acabó juntándose con estos excéntricos para liderar a los Panther Burns, que tendrían bastantes rotaciones a lo largo de su historia, e incluso cambios de nombre.
Como dicen desde Santa Leonor, es una leyenda viva y uno de los personajes más infravalorados del rock & roll. Coetáneos de The Meteors o The Gun Club, ya en su disco debut, Behind the Magnolia Curtain (Rough Trade, Frenzi, 1981), Falco y los suyos demuestran que ese desconocimiento generalizado de su grupo es inmerecido. Como ha pasado en otros movimientos o géneros, algunas referencias son las que se llevan todo el prestigio, mientras otras que ocurren paralelamente o incluso un poco antes no pegan tan fuerte. En el debut de los Panther Burns rezuma por los cuatro costados ese rock&roll intratable que se derrama en otros estilos. Del garage incendiario al blues dolido y pasando por los postulados country, esa ópera prima tiene talento para desbordar, tanto en sus píldoras de dos minutos como en temas apoteósicos de más de seis minutos como ‘Bourgeois Blues’, nitroglicerina para incendiar el lugar con un Falco erigido como único predicador para la vida.
Con el paso de los años, se fue difuminando la línea de punk y blues más rabioso, aunque siguieron manteniendo en su música su toque sureño y las imprescindibles influencias del sonido de Memphis que les habían hecho una de esas bandas de culto de tremenda calidad. Sus tentáculos se extienden como influencia a grupos más lógicos como The Gories o Oblivians, pero también han llegado a tocar a clásicos más célebres como Spacemen 3 o Primal Scream, y por esos ritmos ritualísticos y sonido del slide, seguro que también se han paseado por los oídos de grupos patrios como Guadalupe Plata. Por lo que la visita el viernes a Las Cigarreras se hace casi de obligado cumplimiento, ya que la enrevesada y rockera melena de Tav Falco tiene mucha historia tras de sí.
Una propuesta que viene a cargo de Santa Leonor, uno de esos colectivos ante los que hay que rendirse actualmente en Alicante y que están programando en la capital de la provincia una serie de directos de una calidad que de momento sigue sin bajar. Desde grupos jóvenes que están pegando fuerte a nivel nacional hasta clásicos internacionales, de culto o no, como Tav Falco & Panther Burns, la ciudad vive un momento musical fantástico. Y si viene con un poco de garage, performances y berridos varios, mejor que mejor siempre.