La experta tiene claro que los datos de precios van a seguir siendo un factor clave en las decisiones de política monetaria de cara a los próximos meses
MADRID. Mucha expectación ante la reunión de la Reserva Federal (FED) de este miércoles. Las subidas inesperadas que hemos visto esta última semana tanto por parte del Banco de Australia como del banco de Canadá añaden cierta presión a la Reserva Federal en cuanto a su movimiento.
Desde la reunión de la FED del pasado mes de mayo, el mercado ha ido oscilando entre los dos escenarios alternativos: o bien una subida de 25 puntos básicos, que situaría el tipo de intervención en el 5,50%; o bien una pausa, que no descartaría alguna subida adicional en posteriores reuniones, tal y como ha defendido Jefferson, miembro del FOMC en sus últimas declaraciones.
La eliminación de riesgos como el techo de deuda -y la dilución del episodio de crisis bancaria tras la tormenta de marzo- nos llevan a anticipar que esa subida adicional finalmente se producirá -aunque no necesariamente en esta reunión- sino que podría retrasarse para julio. En cualquier caso, sería la última en un proceso de tipos al alza que se aproxima a su fin.
A partir de aquí la clave es tratar de establecer cuando se producirán las primera bajadas de tipos. Los datos de empleo siguen apoyando la fortaleza del consumo privado, lo que nos lleva a descontar que no veríamos un cambio de política monetaria por parte de la Reserva Federal hasta comienzos de 2024.
En cualquier caso, los datos de precios van a seguir siendo un factor clave en las decisiones de política monetaria de cara a los próximos meses.
Cristina Gavín es responsable de Renta Fija de Ibercaja Gestión