el programa debería implementarse con las cuentas de 2024 tras posponerse cinco años

La plataforma financiera de la Generalitat, el primer lío del PP en la elaboración de presupuestos

Foto: KIKE TABERNER
12/07/2023 - 

VALÈNCIA. La implementación de la plataforma para la gestión financiera de la Generalitat será el primer 'marrón' del PPCV en la elaboración de las cuentas de 2024, la ley más importante del año que deberá aprobar el nuevo Consell conformado por los populares y Vox nada más aterrice.  

El problema colea ya desde hace tiempo y esta vez, en teoría, debería solucionarse. Sin embargo, la transición no se prevé del todo sencilla. El Botànic logró posponerlo pese al coste económico que comportaba, pero ahora tendrá que ser el PP el que tome las decisiones de un lío que hereda. 

La historia viene de lejos. El llamado programa Nefis (New Economical Financial Information System) fue anunciado por el exconseller de Hacienda Vicent Soler en numerosas ocasiones como aquel que venía a solventar el atraso digital que padecía la administración. A través de él se iba a gestionar el sistema económico y financiero del Gobierno valenciano y sus organismos autónomos. Y se preveía incluir, por ejemplo, las aplicaciones para la gestión de cuestiones de tanta importancia como las nóminas de la Generalitat, los contratos públicos, las subvenciones o los impuestos.

Adjudicado en 2019 al grupo Inetum –que adquirió Informática El Corte Inglés–, el contrato fue de 16,5 millones de euros con IVA por un periodo de tres años. Finalizaba en diciembre de 2022 y estaba cofinanciado por la Unión Europea a través de los Fondos Feder. Debido a los retrasos para su puesta en marcha, el Consell tuvo que modificarlo. En junio de 2021, el plazo de ejecución se amplió a diciembre de 2023, con el consiguiente incremento del coste (en un 25%), que pasó a los 20,7 millones de euros (sin IVA).  

El presidente de la Generaitat en funciones, Ximo Puig, y el conseller de Hacienda en funciones, Arcadi España. Foto: EP/ROBER SOLSONA

La justificación de entonces fue por la necesidad de que el programa se pusiera en marcha al comienzo del ejercicio presupuestario de este año. Cosa que no ocurrió. El Botànic volvió a descartar la implementación del proyecto estrella de modernización para las cuentas de 2023. La razón fue evitar problemas de ejecución en pleno año electoral.  

Fuentes del Consell apuntaron a las reticencias de los funcionarios debido a la escasa formación que habían recibido al respecto y, a su vez, a que departamentos como Sanidad, con un alto volumen de presupuesto y con servicios informáticos propios, no eran del todo partidarios. 

Habitualmente, la orden de presupuestos –aquella que supone el inicio del proceso de su confección–se publica en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) en junio. Los años de elecciones, y con la entrada de nuevo Consell, suele posponerse a septiembre. En ese documento viene reflejada ya la manera de registrar las cuentas. 

Tras el jaleo del año pasado, en esa orden figuró que los presupuestos se confeccionarían con Nepal, el programa anterior que la Administración ha utilizado estos últimos años. En la de este año para las cuentas del próximo ya debería llevarse a cabo con Nefis. A lo largo de estos meses, fuentes del Consell aseguran que los funcionarios han estado recibiendo la formación necesaria para realizar la transición, por lo que desde el Ejecutivo indican que no tendría por qué haber más problemas a pesa de que a día de hoy todavía parte de la plantilla continúa formándose. 

Foto: ROBER SOLSONA/EP

El PP, sin embargo, sí se enfrentará presumiblemente a los contratiempos que pueda provocar la implementación del programa. Desde la menor flexibilidad para la modificación de partidas al abono de nóminas. Además, deberá abordar a final de año la prórroga del contrato una vez más. 

Otra de las cuestiones que deberá abordar en los primeros meses de gobierno será el mantenimiento de la plataforma, ya que también se encuentra en periodo de descuento. Para ello, el futuro Consell deberá licitar este servicio, que funciona de manera similar a un alquiler: la Generalitat paga por el uso de la aplicación y en el precio quedan incluidas las labores de mantenimiento que buscan minimizar al máximo cualquier contratiempo. Un contrato del que, por lo pronto, se desconoce el coste que tendrá. 

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