VALÈNCIA (EP/AP). El pleno del Consell ha tomado razón de la liquidación del presupuesto de la Generalitat de 2023, el último elaborado por el anterior gobierno del Botànic, que arroja un resultado presupuestario negativo de 2.946,4 millones de euros, frente a los -3.242,83 millones de 2022. Esto supone una reducción del déficit presupuestario de 296,43 millones, un 9,1%.
Así, a pesar de que en el presupuesto de ingresos o derechos reconocidos netos se aprecia un crecimiento con respecto a 2022 de 2.562 millones de euros (+15,77%), el incremento de las obligaciones reconocidas en 2.266 millones (+11,62%) determina que el resultado presupuestario no financiero (capítulos I a VII) se sitúe en los citados -2.946,4 millones.
El incremento de los ingresos obedece principalmente al aumento del 22,74% y del 17,61 %, respectivamente, de los capítulos I y II (impuestos directos e indirectos). También crecen los capítulos IV y VII de transferencias corrientes y de capital, pero el capítulo III referente a tasas, precios públicos y otros ingresos, así como el IV (enajenación de inversiones reales), se han visto minorados respecto a 2022 en 349 millones.
En cuanto a las obligaciones reconocidas, que en conjunto se han incrementado en el 11,62% mencionado, la ejecución aumenta en todos los capítulos salvo en el VII (transferencias de capital), que ha sufrido una reducción de 45 millones. Por su parte, las operaciones con activos financieros (capítulo VIII) han minorado su saldo negativo en un 46,64% al pasar de -139,45 millones de euros a -74,42 millones.
3.156 millones más de deuda
Respecto a las operaciones con pasivos financieros (capítulo IX), el incremento neto del endeudamiento de la Generalitat en 2023 se sitúa en 3.156 millones de euros. Comparado con el del año anterior, el aumento neto de la deuda en 2023 es del 145,98%.
Este fuerte incremento de la deuda viene generado principalmente por el exceso de déficit de la Generalitat en 2022, que se financia al año siguiente al través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), explican desde el Consell, y subrayan que "el Botànic disparó el déficit en su último año completo en el Consell por encima de los 3.860 millones de euros, un 3,12% más que el año anterior".
Y el remanente de Tesorería, que refleja la liquidez de la Generalitat a corto plazo, empeora hasta -5.385 millones de euros frente a los -4.998,6 millones de 2022, lo que supone una subida del 7,73%. Destacan la reducción en 250,7 millones de los derechos pendientes de cobro (-31,19%), mientras que las obligaciones pendientes de pago suben en 194,2 millones (+4,96%).
Merino lamenta la "mochila heredada"
"Es una cifra importante y negativa pero, en cualquier caso, es inferior a la del presupuesto anterior y se está notando la buena gestión de ese gasto eficaz que siempre priorizamos. La mochila heredada es pesada y estos datos lo demuestran", ha manifestado la portavoz del Consell, Ruth Merino, en su comparecencia semanal tras el pleno.
La también consellera de Hacienda ha reiterado que en el Consell que comparten PPCV y Vox están "convencidos" de que se puede revertir esta cifra negativa con un mayor control del gasto, "en la medida de las posibilidades dada la infrafinanciación" autonómica de la Comunitat Valenciana.
Según ha explicado, el resultado se ve condicionado por el incremento de las obligaciones reconocidas en el ejercicio, que en 2023 se han incrementado en un 11,62%. Dentro de esa magnitud, sobresale el aumento del 7,33% en el capítulo I del presupuesto, lo que en cifras absolutas equivale a un aumento de 543 millones de euros en gastos de personal en un año.
La otra variable que ha advertido que aumenta de forma marcada es el capítulo II (gasto corriente en bienes y servicios), en un 23,35% hasta superar los 4.509 millones de euros.
El Consell ve comprometidos los objetivos de estabilidad
Al respecto, desde el Consell señalan el fuerte incremento del gasto estructural consolidado por el Botànic "a pesar de la desaparición de los recursos extraordinarios vinculados a la lucha contra la pandemia o la guerra de Ucrania".
Según advierten, este gasto, unido a la infrafinanciación autonómica, compromete el cumplimiento en los próximos ejercicios de los objetivos de estabilidad presupuestaria al suponer un elevado déficit estructural primario.
Por contra, desde el Consell reiteran que una de sus prioridades es reducir el gasto superfluo con la puesta en marcha de una comisión interdepartamental.
La liquidación practicada por la Intervención de la Generalitat corresponde exclusivamente al presupuesto de la administración autonómica y no incluye al sector público. Por ese motivo, aunque el resultado presupuestario no financiero influye "de forma considerable" en el cálculo del déficit definitivo de la Generalitat en 2023, este dato no se conocerá hasta el próximo marzo.