VALÈNCIA. Dos de los tres imputados por los insultos racistas a Vinicius Jr. en el estadio del Valencia tras la denuncia de LALIGA declararon en el juzgado sobre estos hechos. Ambos admitieron ante la jueza que realizaron gestos que se podían interpretar como racistas hacia el futbolista brasileño, si bien no había motivación que justificara la acusación de delito de odio que sostienen tanto LALIGA, que presentó la denuncia y quien ejerce como acusación particular en esta causa, como la Fiscalía.
Durante la jornada no hubo ningún representante legal del Real Madrid, por lo que, pese a su anunciada personación en la causa, no contó con ningún abogado ayer en el juzgado. Tampoco estuvo presente físicamente la RFEF, que pidió asistir a la misma por videoconferencia, pero debido a problemas técnicos, tuvo que ser el abogado de LaLiga quien le facilitó la escucha de la vista.
Las declaraciones celebradas ayer respondían a la denuncia de LaLiga por los hechos sucedidos en el interior de Mestalla contra el jugador del Real Madrid, sobre la que la patronal realizó una ampliación de la misma la semana pasada para incluir los incidentes que tuvieron lugar también en los alrededores del estadio. Una acción que no llevaron a cabo ni el Real Madrid, ni la propia Fiscalía, ni tampoco la RFEF.
Será el próximo 27 de junio cuando tenga lugar la declaración por videoconferencia de Vinicius Jr., que lo hará por videoconferencia, momento en el que se le ofrecerá la posibilidad de formar parte del proceso como perjudicado. El día anterior también prestarán declaración los miembros de la seguridad de Mestalla que controlaban la grada de animación en el partido ante el Real Madrid.
Habrá que esperar siete días para comprobar si LaLiga siendo estando sola en este proceso que tanto revuelo levantó en todas las esferas de la escena político, social y deportiva de España, pero que, finalmente, solo ha llevado adelante por la vía judicial la patronal, emprendiendo, según señalan fuentes cercanas al proceso, el único camino con impacto real sobre quiénes ejercen este tipo de violencia; puesto que consideran que serán las multas, las posibles penas de cárcel, o las sanciones a los clubes, las que realizarán la labor ejemplificadora para que todas las partes implicadas entiendan que el odio no tiene cabida en el deporte.
Por su parte, el Valencia CF, que ya inicio colaboró con la Policía en la identicación de los investigados, expedientó y expulsó de por vida a los tres aficionados, tendrá que esperar a que se resuelva el recurso interpuesto por los abogados de éstos sobre esta decisión porque argumentan que el expediente se resolvió sin darles tiempo a presentar alegaciones.