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visión financiera

La invasión rusa en Ucrania ha generado cambios en la inversión

8/04/2022 - 

MADRID. El mundo apenas había comenzado a recuperarse de la pandemia cuando las reverberaciones de la guerra se hicieron audibles. Para los inversores, ha habido mucho a lo cual hacer frente. Creemos que existen cuatro cambios significativos y duraderos en el mundo de la inversión que han sido catalizados por el conflicto.

1) La necesidad de identificar los riesgos geopolíticos está siempre a la vuelta de la esquina

¿Recordamos la dinámica geopolítica que acaparó los titulares entre 2018 y 2020? La guerra comercial entre EE.UU. y China. Ambas partes alcanzaron la 'Fase 1' del acuerdo comercial en enero de 2020, el cual, si bien fue un paso en la dirección correcta, de ningún modo fue una resolución completa del mismo. Lo que hizo que las guerras comerciales desaparecieran de las primeras planas de los medios no fue que hubiesen terminado, sino que fueron eclipsadas por otras crisis. Por dos años, fue la pandemia. Y, desde el comienzo de 2022, ha sido la crisis de Ucrania.

A los inversores, como resultado, se les ha recordado la necesidad de considerar los riesgos geopolíticos al momento de construir sus carteras. Los méritos de las inversiones en activos refugio históricos como el oro se han reforzado aún más, y las virtudes de los factores de la renta variable 'para todos los climas' como la calidad -que puede sobrellevar mejor la volatilidad de mercado- han pasado a ser más evidentes.

2) La necesidad de prepararse para una política restrictiva

Ahora, la pregunta no es si, sino cuándo, y por cuánto. Los bancos centrales han reaccionado y los tipos de interés están en ascenso. Muchos inversores no han experimentado la escala de la implementación de una política restrictiva como la que se espera para los próximos meses durante su carrera o tienen unos vagos recuerdos de ciclos restrictivos anteriores. Aunque el comportamiento de los inversores es también susceptible a la miopía, el endurecimiento de la política tampoco puede ser ignorado.

Nuevamente, dos avenidas se han abierto para los inversores. La primera es la gestión de la duración, es decir, reducir la sensibilidad a los tipos de interés (y, por lo tanto, el impacto negativo del aumento de los intereses). Muchos inversores ahora están buscando una duración menor y en activos generadores de renta. En la renta fija, vemos a los inversores que pasan a los bonos del Tesoro de interés variable (que reducen la duración sin incrementar el riesgo crediticio). Y en la renta variable, las acciones que pagan dividendos parecen ser las favorecidas.

3) La necesidad de una mejor protección inflacionista

La guerra en Ucrania ha creado un choque inflacionario adicional. Ha expuesto los fallos en las cadenas de suministro global, exacerbando aún más el problema surgido durante la pandemia. Los inversores se dan cuenta que la acomodación de la política monetaria por sí sola no creó la inflación, así como tampoco el endurecimiento la resolverá. Los precios más altos de las materias primas, las distorsiones de las cadenas de suministro, los mercados laborales con escasez de trabajadores, y la demanda acumulada, son todos factores que entran en juego.

No es difícil apreciar la fuerte demanda de cestas de materias primas por parte de los inversores durante los últimos doce meses. Siendo el incremento de los precios de las materias primas un impulsor clave de la inflación, sus propiedades de cobertura son difíciles de ignorar. Asimismo, los inversores encuentran atractivas las cestas de materias primas como una herramienta de diversificación -no solamente contra las clases de activo tradicionales, sino también dentro de la propia cesta- dada la heterogeneidad de los sectores de materias primas individuales.

4) La necesidad de observar que ciertas megatendencias se han catalizado

Más recientemente, Alemania anunció que redoblará sus esfuerzos para alcanzar el 100% de su transición energética para 2035, quince años antes de lo previsto. Aunque el ímpetu ha emanado de un deseo de reducir su dependencia energética de Rusia, en última instancia se trata de reducir la dependencia de los combustibles fósiles. La transición energética hacia tecnologías más ecológicas no se dará de la noche a la mañana, pero puede acelerarse en un momento. Y esto es lo que precisamente estamos viendo ahora mismo.

El presidente Biden recientemente ha advertido de que Rusia podría intentar lleva a cabo “actividades de ciberseguridad maligna” contra EE UU. en respuesta a las sanciones impuestas por éste. Dejando de lado la política, la advertencia sirve como un recordatorio de los peligros de la vulnerabilidad cibernética. El riesgo de los ciberataques no se materializa solamente durante los conflictos, es simplemente que se vuelve más prominente. El riesgo siempre está ahí. Las organizaciones de todo el mundo están reforzando sus defensas cibernéticas dándose cuenta de que el coste de no hacerlo puede ser a menudo un daño financiero o reputacional irreparable.

Durante las próximas semanas, nos adentraremos más en profundidad en estos temas y cómo los inversores pueden reconfigurar sus carteras para lidiar con ellos.

Mobeen Tahir es director de Análisis de WisdomTree

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