VALÈNCIA (VP). Según la consultora internacional Accuracy, la industria bancaria está demostrando una gran fortaleza a pesar del incierto entorno económico. Los márgenes bancarios están aumentando significativamente gracias a una mayor liquidez en el mercado, lo que ha permitido a los bancos seguir sin remunerar los depósitos. Además, los bancos españoles que tienen una mayor concentración en el mercado nacional están manteniendo sus volúmenes de negocio estables, mientras que aquellos con mayor presencia internacional, como BBVA y Santander, están experimentando un crecimiento positivo en el número de clientes. Si bien ha habido una disminución generalizada en el mercado hipotecario, esto se está compensando con cifras positivas en el sector consumo y en préstamos a empresas. Por otro lado, el proceso de consolidación de las entidades y la fuerte apuesta por la transformación digital hacen que la ratio de eficiencia de los bancos españoles esté muy por encima de la media europea.
El informe subraya que los mayores retos a los que se enfrentan las entidades bancarias españolas a corto y medio plazo son recuperar un retorno de capital que atraiga a los inversores y eleve su capitalización bursátil por encima de su valoración en libros y mantener los volúmenes de negocio en un entorno de tipos de interés más altos durante 2023 y con la incertidumbre sobre cuál será el escenario en 2024.
En este estudio trimestral, la firma analiza el estado actual del sector bancario español y sus perspectivas desde un punto de vista macroeconómico basándose en aspectos como la capitalización bursátil, los márgenes, la rentabilidad, la solvencia y el riesgo de crédito de Banco Santander, BBVA, Caixabank, Bankinter, Banco Sabadell y Unicaja Banco, tanto en España como en los distintos países en los que tienen presencia. En general, la mayoría de los bancos españoles cotizados han tenido un comportamiento muy favorable en bolsa durante el último trimestre, reflejando en su valor la evolución positiva de un mercado que descuenta una desaceleración económica, no una recesión, y sigue experimentando un aumento en las remuneraciones que reciben las entidades en un entorno que aún disfruta de liquidez.
En cuanto a la evolución del precio de los Credit Default Swap (CDS), en los primeros dos meses de 2023 se mantuvo la tendencia a la baja en las primas a pagar, lo que reflejó una mejor situación macroeconómica y el buen desempeño de las entidades españolas. En el mes de marzo, la crisis de los bancos regionales estadounidenses y la caída de Credit Suisse generaron turbulencias en los mercados, y un repunte temporal en los precios de los CDS.
Bankinter fue el banco español más afectado debido a que declaró, en un ejercicio de transparencia y a pesar de que no tiene impacto en su balance, que poseía un fondo (fuera de balance del banco) con cuentas tesoreras en SVB. Durante el mes de abril, se observó una estabilización en los mercados y una lateralización en los precios de los CDS, incluso una disminución en los principales bancos españoles.
Por otra parte, el escenario de tipos favorable, debido a la evolución del Euribor y a un mejor comportamiento de lo esperado en comisiones y costes, ha impulsado los márgenes de las entidades españolas, lo que ha contribuido a una mejora de los beneficios netos, incluso a pesar del impacto del impuesto excepcional al sector. En este sentido, a pesar de mejora generalizada de las rentabilidades, los resultados difieren en función de cada entidad:
Los resultados del informe muestran que el impuesto temporal a la banca que grava el 4,8% de los intereses y comisiones de todas las entidades que facturasen más de 480 millones en 2019, ha afectado a los bancos con mayor actividad a nivel nacional en mayor medida que a las compañías que han exportado su negocio al extranjero. Así, Unicaja es la entidad más sensible a dicho impuesto debido a su presencia casi únicamente nacional. Le siguen Bankinter, CaixaBank y Sabadell, para los cuales el impuesto representa más del 10% del margen bruto, mientras que Santander y BBVA hacen frente a la misma cantidad, €225 millones, pero proporcionalmente son las entidades menos afectadas.
La subida de tipos se ha notado en el volumen de negocio de la banca española, aunque su impacto también ha sido variable para cada una de las entidades analizadas: los bancos con mayor presencia internacional están experimentando una evolución positiva en su negocio, mientras que los bancos con mayor concentración en España están comenzando a notar una ralentización en la generación de nuevo negocio.
En este contexto, está clara una tendencia generalizada a aumentar las provisiones y cubrirse ante un potencial aumento de la mora tras la subida de tipos. Sin embargo, la evolución del saldo total de préstamos en Stage 2 y Stage 3 reafirma el buen comportamiento de la mora en el primer trimestre de 2023: BBVA ha reducido significativamente los préstamos en mora y en vigilancia especial; Santander ha aumentado el saldo total de préstamos en Fase 2 y 3 en €2,7MM; y el resto de los bancos españoles han mostrado un ligero decrecimiento del volumen de préstamos en vigilancia especial.
Cabe destacar que el mercado de préstamos NPL ha comenzado el 2023 con una oferta significativa, aunque con dudas acerca de cuál será el apetito y los precios que los fondos estarán dispuestos a pagar. La actividad durante este trimestre se ha concentrado en carteras de préstamos al consumo y carteras de hipotecario residencial. La banca española ha sufrido, injustificadamente, la volatilidad generada por los bancos regionales americanos, ya que lo sucedido con entidades como SVB (un ejemplo paradigmático de mala gestión y banco altamente expuesto a riesgos de mercado y liquidez) sería altamente improbable en un mercado como el europeo.
A diferencia de la situación en Estados Unidos, en Europa la banca cuenta con una Unión Bancaria, liderada por el BCE y la EBA, que necesita seguir avanzando, (por ejemplo, con el FGD), pero que garantiza una supervisión y que está ofreciendo unos resultados más satisfactorios en términos de transparencia y gestión de riesgos bancarios, lo que ha permitido que los bancos europeos, incluidos los españoles, puedan mantener la confianza del público. Por lo tanto, el peligro de contagio es muy bajo y en el caso de Europa existe información pública que indica la exposición de cualquier banco europeo a los riesgos bancarios más importantes. Por ejemplo, bancos de un tamaño tan relevante como Bankinter o Unicaja no tendrían que reportar métricas tan básicas como el LCR (ratio de liquidez) o el NSFR (financiación estable) si estuvieran localizados en suelo americano.
En primer lugar, no parece que las principales economías vayan a entrar en recesión. Las previsiones para el crecimiento del PIB en 2023 se han actualizado y muestran una ligera mejoría en la mayoría de las economías, aunque no todas se encuentran en la misma situación. En concreto, existe una mayor incertidumbre en EE.UU., y en Reino Unido (debido principalmente al impacto inflacionario del Brexit), mientras que la zona euro está mejor posicionada en su conjunto gracias a la mejora de las estimaciones en Alemania y al crecimiento de grandes economías como Francia o Italia. España por su parte sigue siendo una de las economías más dinámicas de Europa. Tras haber crecido un 0,5% en el primer trimestre con unos datos muy buenos en el sector servicios y en exportaciones, parece que el PIB volverá finalmente a los niveles previos a la pandemia.
España es el segundo país de la Eurozona con la tasa de inflación más baja después de Luxemburgo, lo que aumenta su competitividad en relación con sus homólogos europeos y explica en parte el buen comportamiento de las exportaciones. Este escenario de un crecimiento del PIB leve y una inflación menos dañina permite a los bancos centrales tomar un respiro en la subida de los tipos y centrarse en recopilar información sobre el impacto de sus decisiones en la economía real y en cómo conseguir su objetivo de mantener una inflación controlada sin detener el motor de la economía.
Los datos de empleo siguen siendo muy buenos en la mayoría de las economías occidentales. El pleno empleo en EE.UU. sigue vigente, a pesar de las reestructuraciones de las grandes empresas tecnológicas. Y en Europa, el desempleo está en mínimos históricos. Incluso en España, donde la tasa de desempleo estructural parece no bajar del 12%, el número de afiliados a la seguridad social supera los 20,5 millones, cifras no vistas desde la crisis de 2008. Independientemente de la calidad de ese trabajo, estas cifras garantizan un consumo estable y mitigan una posible crisis de crédito en la industria bancaria.
Según Enrique Reina, socio de Accuracy, "a nivel global, podemos decir que los bancos centrales han tomado medidas para combatir la inflación y parece que estamos en la dirección correcta. En cuanto a la banca española, el sector está cosechando los beneficios de una buena gestión y de una reestructuración que ha permitido a las entidades escalar y ser más eficientes. A pesar de las turbulencias ocasionales del mercado, la valoración de los bancos españoles ha aumentado en promedio un 40-45% desde julio de 2022, y se espera que los resultados trimestrales mejoren aún más, al seguir ensanchándose los márgenes".
Por su parte, Alberto Valle, director en Accuracy, añade que "la contrapartida de estos grandes resultados viene por el impacto que ha tenido el impuesto a la banca, contabilizado en su totalidad en el primer trimestre, y que ha castigado principalmente a los accionistas de las entidades, quienes ven cómo los beneficios netos han disminuido significativamente en este trimestre y, consecuentemente, tienen menos caja para repartir dividendos o generar autocartera".