VALÈNCIA. El equipo legal de Dani Alves presentó este martes ante la Audiencia de Barcelona recurso de apelación contra el auto de la juez de instrucción que denegó la libertad provisional del jugador alegando varios factores, entre los que destacan el “inexistente” riesgo de fuga motivado por la solidez del material probatorio acopiado en la instrucción y el convencimiento del brasileño de afrontar con argumentos de hecho la acusación y demostrar su inocencia.
En la petición de 36 páginas, a la que ha tenido acceso Servimedia, la defensa reitera que la fuga es impensable por el “innecesario desdoro” que podría suponer para familia e hijos, una situación que Alves quería evitar a toda costa. Además, en el escrito se incide de forma extensa en la consistencia del informe pericial aportado a la juez y el material audiovisual analizado, fotograma a fotograma, de las cámaras de la discoteca Sutton.
Para la defensa, si la denunciante distorsionó los hechos acontecidos en los prolegómenos --los 20 minutos que estuvieron juntos en la mesa VIP—es también capaz de hacerlo en el relato del momento nuclear de la acusación, es decir, en los 15 minutos que estuvieron en el interior del baño. En su opinión, al menos esto evidencia que sencillamente chocan dos versiones contradictorias para tener en cuenta.
“Se insiste en que Dani Alves modificó su primera versión y que la segunda la contradice, habrá que convenirse que en términos de consistencia y contradicción estarían en empate el presunto autor y la presunta víctima (…) son muchas las incoherencias, inconsistencias absolutamente radicales (de raíz)”, apunta el recurso, basándose en lo que se aprecia en las imágenes y el relato de la joven en el momento previo.
En el informe técnico aportado, la defensa siempre ha contrapuesto el relato de miedo, colapso, nervios e intimidación que describió la denunciante en sus declaraciones con el conjunto de las imágenes que discurren cuando están todos en la mesa VIP, tanto el jugador como la joven y sus dos amigas y el amigo de Alves. “Distan de patentizar un microcosmos de pánico terror y dominación anulatorio de la voluntad, más bien muestran a dos adultos desarrollando un juego erótico de seducción preambular a un coito”.
Asimismo, para la defensa del jugador también son claves los dos minutos que discurren entre que el futbolista va al baño y la joven le sigue y entra: “Más bien parece que deciden de común acuerdo y que consultó con sus amigas la conveniencia de encerrarse en el lavabo”, señala el escrito, basándose en lo que se aprecia en imágenes y conocido el contenido de lo que todas declararon sobre este momento.
Precisamente, el recurso hace hincapié en inconsistencias en las versiones que dieron las dos acompañantes de la joven sobre esa noche. Por un lado, cuestiona la afirmación de la amiga que asegura que casi no pudo hablar con la denunciante y lo contrapone con los fotogramas donde se ve que no solo interactúa y está junto a su amiga durante los 20 minutos que comparten la mesa VIP, sino que está con ella en esos dos minutos previos al momento que ella decide voluntariamente acudir donde se había ido el jugador.
También apunta a la inconsistencia del relato de la prima cuando, al preguntársele por qué le dijo a la joven “ve y zánjalo”, a preguntas de la juez, respondió que lo dijo “para que siguiesen hablando”.
En el escrito, la defensa recuerda que el futbolista viajó desde México y compareció de forma voluntaria ante la autoridad policial y judicial, sabedor de que era denunciado por un delito sexual y que iba ser detenido y constata que en la primera declaración del 20 de enero lo negó todo para salvar su matrimonio con Joana Sanz.
En este sentido, afirman desconocer la fuente que inspira la afirmación del auto recurrido de “haber solicitado el divorcio” la esposa española y señalan que en los expedientes judiciales de Dani Alves no aparece demanda de divorcio interpuesta por Joana Sanz.
El equipo legal también constata que, ante la afirmación de que Alves ha sido un trabajador errante con residencias en varias ciudades, el futbolista solo ha tenido una casa en propiedad, su casa, en Barcelona, y por supuesto ha acudido allí en vacaciones, desde donde estuviera trabajando, y eso no denota falta de arraigo, más bien lo contrario, ya que acudía a la capital catalana cuando sus obligaciones deportivas se lo permitían.
Por último, en el marco de ese proyecto de vida en Barcelona, detalla que la familia siempre quiso que sus hijos realizaran sus estudios universitarios en España. Por ello, se informa a la Sala de que sus dos hijos han venido a vivir a España a esos fines y han quedado empadronados en la casa familiar que tienen en Esplugues de Llobregat (Barcelona).