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la propuesta de arreglo escolar de educación reaviva el debate sobre la gestión de las aulas

La Comunitat Valenciana pierde en una década un 12% de los alumnos de Infantil y un 4% de Primaria

Foto: KIKE TABERNER
12/05/2024 - 

VALÈNCIA. La primera propuesta de distribución de aulas de la Conselleria de Educación para el próximo curso escolar 2024-25, que deslizaba la supresión de más de doscientas clases debido al descenso de la natalidad y de las matriculaciones, ha provocado esta semana las críticas del sindicato mayoritario en el sector de la enseñanza, el STEPV, y de los partidos de la oposición en lo que consideran un cambio de rumbo respecto a las políticas desarrolladas por el Botànic, que habría priorizado evitar la eliminación de grupos pese al retroceso en las cifras de recién nacidos. Así pues, el actual debate sobre planificación de las aulas es en parte consecuencia del declive demográfico que viven tanto la autonomía valenciana como el conjunto del país, pero, ¿cuánto ha caído el número de estudiantes en los últimos años?

Las cifras de escolarización que la Generalitat Valenciana publica semanas después del inicio de cada curso académico revelan que el alumnado de las aulas de Infantil y Primaria encadena ya varios ejercicios consecutivos a la baja. En concreto, y mientras que el número global de estudiantes de etapas no universitarias crece cada año gracias al incremento de la Formación Profesional (FP) y, en menor medida, también del Bachillerato y el segundo ciclo de la Educación Secundaria, en preescolar las matriculaciones se habrían reducido un 12% en una década y en Primaria lo habrían hecho más de un 4%.

Una situación que se evidencia sobre todo en los tres últimos cursos de Infantil y los dos primeros de Primaria, dos de las etapas a las que se traslada con mayor rapidez el desplome de la natalidad, que en la Comunitat Valenciana se encuentra en mínimos históricos desde hace casi un lustro. En el caso de Infantil, y pese a que la escasez de nacimientos no se aprecia en las cifras de población finales ya que queda compensada por la llegada de personas desde otros puntos del país y también del planeta, las cifras de recién nacidos más bajas desde al menos 1975 habrían llevado a la pérdida de más de 17.500 alumnos en todos los niveles de preescolar en una década, según los sucesivos resúmenes de escolarización publicados por la Conselleria que ahora dirige José Antonio Rovira.

Este descenso, que se replica en casi todas las comarcas valencianas salvo contadas excepciones, se observa principalmente en el alumnado de entre tres y seis años porque en la etapa anterior, que agruparía a los menores de hasta tres años de edad, la reciente demanda de las familias sí ha provocado un incremento del número de escolarizaciones, especialmente en el curso de los dos años. No obstante, ese aumento es aun así insuficiente para compensar el retroceso en el número total de inscritos en cualquier curso de Educación Infantil, ya que el grueso de las matriculaciones se concentra en el segundo ciclo.

Por su parte, en el conjunto de la Primaria la regresión se cifra en casi 13.800 estudiantes menos en diez años, una realidad que se aprecia sobre todo en los dos primeros ciclos de esta etapa formativa. De hecho, en el primero de ellos el descenso del alumnado sería del 13,5% en diez años, por lo que sería allí donde se concentra gran parte de la pérdida de escolares y, a la vez, donde primero comienza a impactar el desplome de la natalidad. Al mismo tiempo, en el tercer y cuarto curso de Primaria los datos de matriculaciones habrían caído algo más de un 3% durante el mismo periodo, mientras que en el caso del tercer y último ciclo, y pese a que en los últimos ejercicios se ha comenzado a producir una reducción notable de las inscripciones, respecto a hace diez años el balance todavía sería positivo, con un aumento de los estudiantes del 3,5%.

En este contexto, la propuesta provisional de la Conselleria de Educación sobre el arreglo escolar para el próximo curso, mediante el que se planifica el número de clases en las que se distribuye al alumnado, contemplaba según los cálculos de STEPV una reducción de más de doscientas unidades en toda la autonomía. De ellas, 140 corresponderían a Primaria y 60 al segundo ciclo de Infantil, por lo que estos serían los tramos educativos más afectados. “Por primera vez nos encontramos que en todas las etapas educativas el saldo de unidades es negativo”, denunció el sindicato, que ha instado a los centros afectados a hacer llegar “sus alegaciones para defenderlas en las direcciones territoriales de educación y ante la Conselleria”.

Desde el departamento del Consell encargado de Educación, en cambio, han matizado que el arreglo escolar está todavía “abierto a modificaciones” de los ayuntamientos hasta el próximo 21 de mayo, tal y como expuso el director general de Centros Docentes, Jorge Cabo, quien recalcó el “evidente descenso de la natalidad y por tanto del alumnado”, así como que se ha tratado de evitar una disminución mayor de las unidades con reducciones de ratios en muchas localidades. “El arreglo es provisional y se sigue un proceso de adecuación de la oferta y la demanda. Son ajustes que obedecen a criterios objetivos y un uso eficiente de los recursos públicos”, subrayaba también la portavoz de Educación del PP en Les Corts, Beatriz Gascó.

De los resúmenes de escolarización de la Conselleria de Educación se desprende igualmente que la pérdida de estudiantes afecta, en mayor o menor medida, tanto a centros de titularidad pública, sobre los que este departamento del Gobierno valenciano tiene control, como a aquellos que son privados. En este sentido, y desde 2014, los centros privados y concertados habrían perdido más de un 14% de su alumnado de Infantil y un 3% del de Primaria, mientras que en los públicos, que agrupan en torno al 70% de los estudiantes de la Comunitat Valenciana, la caída sería de casi el 11% en el primer caso y un 5% en el segundo. Las cifras que mejor resisten al descenso de las matriculaciones serían el Bachillerato en los colegios concertados y la Secundaria en los públicos.

Aun así, la tendencia hacia la disminución del alumnado se empieza apreciar de igual modo y en su conjunto en los primeros años de la Secundaria, en los que se advierte un retroceso muy leve del 1,8% del estudiantado en el último lustro, si bien la dinámica no sería todavía claramente negativa. De hecho, en el presente curso escolar el número de matrículas se habría mantenido en cifras similares a las del anterior. Así pues, serían únicamente el segundo ciclo de la Secundaria y el Bachillerato las etapas formativas donde el número de escolares todavía crecería año tras año con regularidad. De hecho, y si en el curso 2014-15 los datos de la Generalitat Valenciana recogían a casi 86.000 estudiantes en tercero y cuarto de la ESO, en el presente año académico se contaría con más de 108.500 de ellos, a la vez que en Bachillerato se ha pasado de algo menos de 62.000 a superar los 64.500. Un resultado que no evita que la baja natalidad y la caída de las escolarizaciones, sobre todo en las etapas formativas más tempranas, sean uno de los asuntos acuciantes a abordar en el ámbito educativo.

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