VALÈNCIA (EFE/Rubén Figueroa y Belén Delgado). La Dana de la semana pasada en Valencia ha golpeado con mayor o menor fuerza a todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, que intenta reponerse como puede y colaborar para atender las necesidades básicas de la población.
Los daños en el sector agrario son calificados como "catastróficos" por el sector y van desde cultivos aún pendientes de recolección (sobre todo cítricos, caquis, hortalizas y aguacates) hasta el siniestro de fincas enteras, infraestructuras, caminos, lindes, granjas, viveros, maquinaria y vehículos.
El sector está trabajando con Agroseguro y el Gobierno valenciano para hacer un balance de daños, aunque algunas organizaciones agrarias ya han adelantado que las pérdidas superarán los mil millones de euros.
Considera que se trata de una situación excepcional para la que será necesario ayudar con fondos públicos a quienes no tenían sus tierras aseguradas para este tipo de siniestros, y que los beneficios fiscales anunciados por el Gobierno son "insuficientes".
En la ganadería, se cuentan por miles los animales muertos que se están retirando de las explotaciones de porcino, ovino, equino y aves para evitar riesgos sobre la salud pública; y existe el problema añadido de llevar alimento a las granjas que han quedado incomunicadas.
Desde el comienzo del desastre, el sector se ha mostrado solidario con la población afectada, movilizando tractores, palas y remolques para retirar escombros, rescatar personas y repartir comida y agua.
En el parque natural de la Albufera, convertido en un vertedero de residuos, se ha paralizado la actividad de los pescadores.
Muchos de ellos se han puesto a disposición de la Guardia Civil como voluntarios, aunque reclaman ayudas para recuperar su modo de vida cuanto antes y tener ingresos.
Los sindicatos alertan de que el temporal también ha repercutido en la industria de manipulado, con muchos almacenes y plantas dañadas, mientras se siguen evaluando los daños y se trabaja para volver a poner en marcha las instalaciones.
Las empresas agroalimentarias tienen previsto acogerse a las ayudas anunciadas por el Gobierno (el primer paquete está valorado en 10.600 millones de euros), entre las que figuran los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por fuerza mayor, ayudas directas para pymes y autónomos, y reducciones fiscales para explotaciones agrarias.
Los transportistas denuncian que no se han incluido en las ayudas a los cientos de miles de vehículos dañados por la Dana y exigen corredores permanentes específicos y más cobertura horaria para atender la cadena de suministro.
El secretario general de la federación de transportistas Fenadismer, Juan José Gil, precisa que, debido a los tramos de carreteras cortados, los camiones que llevan productos agrarios de Andalucía deben desviarse hasta 500 kilómetros para viajar a la frontera francesa, con el consiguiente aumento de costes y tiempos.
Pese a las dificultades en la logística, el puerto de Valencia está operando en horario habitual, al igual que Mercavalencia, que reparte cada día una veintena de toneladas de ayuda entre los pueblos damnificados.
Fuentes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) explican que esta semana la prioridad ha sido garantizar el acceso de mercancías a las zonas afectadas y abastecer las tiendas operativas, manteniendo el contacto con las autoridades.
En su caso, hay establecimientos afectados y algunas plataformas logísticas, no solo de alimentación, con mayor y menor grado de afectación, que se irán volviendo a poner en funcionamiento a medida que avance la reconstrucción del resto de infraestructuras dañadas.
Los supermercados valencianos han insistido en pedir a la población que compre solo lo necesario mientras avanzan en la reapertura de locales como, por ejemplo, Mercadona; mientras Consum ha informado de medio centenar de establecimientos abiertos y más de una veintena cerrados en la zona de la dana.
Las muestras de solidaridad no han dejado de llegar a Valencia, donde su banco de alimentos ha recibido productos de otros bancos y donantes de la industria y la distribución alimentarias, además de donaciones particulares, apunta el director de la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal), Francisco Greciano.
El reparto se ha realizado en función de las necesidades de cada momento, a través de entidades benéficas y cocineros que se han puesto a disposición de las autoridades.
Los fabricantes de agua mineral natural han abastecido con agua embotellada a la población afectada, una donación que -según Coca-Cola- sumó más de 62.000 litros de agua en los primeros días y fue canalizada por las autoridades locales.
La dana también ha dañado cerca de un millar de negocios de hostelería de la Comunitat Valenciana, que podrán solicitar ayudas directas, avales del ICO y ERTE por fuerza mayor.
El propio sector se ha puesto manos a la obra y distintas asociaciones de toda España han habilitado cuentas bancarias para recibir donaciones y ayudar a los afectados, que esperan también una acción temprana de los seguros para cobrar las indemnizaciones.