MURCIA (MP/EFE). "Nosotros lo que queremos, y lo digo aquí con todo el respeto, es el fin del Trasvase Tajo-Segura" [sic]. Así de contundente -directa y sin rodeos- se expresaba la alcaldesa de Toledo, la socialista Milagros Tolón, durante una rueda de prensa celebrada en Murcia tras reunirse con el alcalde murciano, el también socialista José Antonio Serrano (y firme defensor de no cerrar el acueducto), a propósito de un encuentro de ciudades relacionadas con el rey Alfonso X.
La polémica de los envíos de agua de la cuenca del Segura al Levante español estaba encima de la mesa, máxime tras conocerse el martes el documento aprobado por el Consejo del Agua del Tajo, que propone un aumento progresivo del caudal ecológico en Aranjuez durante el próximo lustro. Este planteamiento, cuya validación queda ahora en manos del Gobierno central, se traduciría en un recorte de los envíos de agua a través del Trasvase de 105 hectómetros cúbicos (78 hm3 para regadío y 27hm3 para agua urbana). El PSOE regional ya ha manifestado su oposición a ese plan.
Sin embargo, la alcaldesa de Toledo expresaba su conformidad por el Plan del Tajo, pues considera que es "un punto de partida importante" porque "lo que hace es aumentar el caudal ecológico, sobre todo desde Aranjuez" y también, añadió, porque "obliga a depurar todo lo que vierta al río Tajo". Aun así, Tolón cree que es una medida insuficiente porque, apostilló, lo que quieren es "el fin del Trasvase Tajo-Segura".
Hasta en cuatro ocasiones pronunció esa frase -"queremos el fin del Trasvase Tajo Segura"-, preguntada por los periodistas y en presencia de un atónito y serio alcalde de Murcia, quien después, en su intervención, expresó su "absoluto desacuerdo" porque, arguyó, "no se puede castigar a la Región de Murcia por una mala utilización del agua río arriba de Toledo, por una mala depuración en Madrid". Serrano también argumentó que el problema no se encuentra en la Región, el territorio que "mejor se aprovecha cada milímetro de agua" en cultivos modernizados y con un consumo totalmente racionalizado, a diferencia de los "regadíos extensivos" que hay en Castilla-La Mancha. Y concluía: "Vamos a estar en contra del cierre del trasvase y del aumento de los caudales ecológicos".
La munícipe de Toledo, en cambio, expuso que desde Toledo se lleva "años" demandando ayudas para mejorar la actual situación del Tajo a su paso por esa ciudad, "totalmente contaminado", por un lado, por los vertidos de aguas no depuradas procedentes de la Comunidad de Madrid y por otro, por el escaso caudal que deja al río el trasvase de agua hacia el Levante.
El nuevo plan de cuenca para el Tajo, indicó, "es un punto de partida importante" porque aumentará los caudales ecológicos en la cabecera y obligará a la Comunidad de Madrid a depurar sus aguas, pero "no es suficiente", ya que el problema no se solucionará hasta que no haya trasvases. Y remachó: "Es una cuestión de solidaridad territorial, es momento de acabar con métodos obsoletos y buscar nuevas fórmulas para que el Levante tenga agua, pero acabando con el Trasvase", declaró al mismo tiempo que invitaba a los murcianos a visitar el río a su paso por Toledo para comprobar su mala situación y poder llegar a un acuerdo.