La vida sigue igual... O no

Foto: Pepe Olivares
21/08/2017 - 

ALICANTE. Primera jornada de Liga y el Hércules es incapaz de pasar del empate ante un recién ascendido como el Olot en el estadio Rico Pérez. La decepción de la grada es incuestionable. Viniendo de donde se viene, es lógico que las dudas surjan desde el primer día, que uno se vuelva a quejar de la falta de gol del equipo o a lamentar la endeblez defensiva de un grupo al que cualquier fallo le supone un tanto en contra.

Pero todo proyecto nuevo se merece un margen de credibilidad y, más allá del resultado, con el que ha iniciado el curso el conjunto blanquiazul, hay elementos que deben servir para alimentar cierto optimismo con el que afrontar una temporada que no va a resultar nada sencilla.

Quizás la más importante es el banquillo. Durante el pasado curso defendí que la posibilidad de convocar 18 futbolistas mostraba las vergüenzas de un Hércules que completaba las listas -muchas veces con chavales de la cantera en los que realmente no creía- en lugar de descartar jugadores. Este año todo pinta a que va a destacar sus virtudes y es que Gustavo Siviero se va a tener que devanar los sesos para decidir quién juega y con quién cuenta cada semana.

Foto: Pepe Olivares

Ello va a hacer que los futbolistas también vayan a tener que dar lo mejor de sí para contar con minutos, que es donde flojeó el Hércules la pasada campaña. Sería muy fácil afirmar que la plantilla de este año mejora la del pasado curso pero donde realmente se podrá comprobar si existe ese salto será en el rendimiento, que es en lo que falló el grupo de la pasada campaña.

A priori, futbolistas como Pepelu o Juli van a subir el nivel del equipo a la espera de que aparezca el ansiado goleador que se lleva deseando tres años. Puede que Carlos Fernández sea ese hombre -no me desagradó lo que le vi ante el Olot- pero sinceramente espero que Portillo acierte con el otro ‘nueve’ que se espera que llegue aunque sea por una cuestión de ilusión y de mayor competencia en el único puesto en el que, a día de hoy, no la acabo de ver (doy por hecho que Berrocal no va a seguir).

La temporada 2017-18 ha arrancado y en el Hércules lo ha hecho sin que se haya solucionado la deuda con la Agencia Tributaria, sin que se haya llevado a cabo la subasta de acciones del Instituto Valenciano de Finanzas y, para estrenar el campeonato, con un triste empate en casa. La vida sigue igual… o quizás no.

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