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de la vía pa'arriba / OPINIÓN

La vacuna infantil

16/12/2021 - 

Ayer empezaron a vacunar a los niños y niñas de 5 a 11 años en la Comunidad Valenciana. Las vacunas pediátricas llegaron a España el lunes, y el martes a las comunidades que en tiempo record las han ido distribuyendo por municipios. El dispositivo para vacunar a los menores se lleva pensando hace ya algunos meses, sabían que el momento llegaría. Menos mal que lo tenían esbozado porque luego la realidad siempre acaba atropellándonos, sobre todo desde que empezó esta pegajosa pandemia. Y aun así, todo se ha tenido que hacer con prisas, los datos así lo requieren.

Hace unos días la tasa de incidencia acumulada del covid era en los menores 6 puntos más alta que el resto. La enfermedad acampa donde no hay inmunización. Afortunadamente los pequeños, y ya lo sabíamos, casi ni se enteran de la covid, lo malo es que la trasmisión sigue y en ese camino, el virus se encuentra con personas no vacunadas, o más vulnerables y esos acaban en el hospital. Hay dos muertos por coronovirus en Elche en la última semana.

Así que a toda prisa se va a intentar vacunar en seis días lectivos a todos los niños y niñas  posibles, al menos de una dosis, para que se vayan de vacaciones de navidad medio protegidos. Hay mucho polémica sobre cómo se ha organizado esta vacunación y una vez más en cada comunidad autónoma se ha hecho de una manera.

Desde mi punto de vista creo que es una idea excelente utilizar los colegios, las aulas, los organigramas y la coordinación de los centros escolares para ello. Imagínense si en Elche 18.711 pequeños deben ser citados y acudir  a una hora con uno de los progenitores a un centro de salud. Los vacunódromos han vuelto a ser polideportivos y recintos feriales, cuesta más habilitarlos y parar las actividades programadas que utilizar la infraestructura y el capital humano de los coles. El traslado además sería otra dificultad.

El otro día la madre de un pequeño me decía que no le parecía bien, lo han expresado también algunas asociaciones de padres y madres. Entre las alegaciones y dudas de las familias hay de todo. Muchas tienen su parte de razón, pero considero que en este caso, el bien general de la comunidad debe estar por encima de algunas cuestiones que de otra manera, con tiempo y en otras fechas ni nos plantearíamos. Por ejemplo, es verdad que conseguir la firma de los tutores legales en 24 horas es de infarto. Se pueden dar mil situaciones diferentes que dificultan esa firma, viajes, divorciados que requieren de la firma de los dos… entiendo la indignación de algunas personas por todo lo que conlleva este dispositivo, pero hay que ver también que opciones había.

Después de lo que hemos pasado, ¿Se imaginan a 18.711 padres o madres pidiendo libre en el trabajo para ir a vacunar a su hijo? ¿O cambiando la hora de la cita para que les venga mejor y no faltar? Nunca jamás terminarían de vacunar.  Y por otro lado, ¿han visto ustedes cómo sus hijos, que necesitan en casa que les digan las cosas diez veces para hacerlas, en el cole basta una mirada de la maestra o maestro para que formen en perfecta fila y desfilen al aula o salgan de ella?

Siempre lo he admirado, o cómo se comen la verdura o la fruta en el comedor y en casa te la escupen a la cara, o como recogen…

¿Y la siesta? Hay una edad de los niños en la que aún deben dormir siesta, su cuerpecito y sus convivientes lo necesitan, pero ya empiezan a rebelarse. Pues en el cole la duermen, ¡Qué maravilla!

Pues algo así ha sido lo de ayer. Ellos tan organizados y tan tranquilos y nosotros haciendo drama. Me decía una amiga ¿Y si mi hijo se pone a llorar? Pues los docentes y los sanitarios lo consolarán, y seguro que lloran mucho menos si se ven con sus compañeros y en el ambiente seguro y conocido del cole que en un vacunódromo poniéndonos vacunas como churros. (Lo de churros es un decir porque, en los vacunódromos han sido todos los sanitarios educados amables y profesionales a pesar de las jornadas maratonianas y la situación)

De todos modos sabiendo lo “atacados” que somos algunos y teniendo en cuenta la edad, finalmente se ha permitido a uno de los dos progenitores acudir en el momento de la vacuna. Entiendo los miedos pero a estas alturas y sabiendo lo que hemos pasado, hay que tener cierta comprensión con la situación. Por muchas vueltas que le doy no sé cómo lo habría hecho yo de tener que tomar las decisiones que se han tomado estos días. Hay que vacunar, lo más rápido posible y con garantías.

No está la pandemia para alargar mucho las vacunas, y por otro lado, creo que ya es momento de que los que gobiernan “el orden mundial” caigan en la cuenta de que por mucha tercera dosis, niños vacunados y refuerzo que haya en el primer mundo, como no se vacune en los países que no han podido comprase las vacunas no termina esta nunca.

Pedimos a las familias altura de miras en este proceso de la vacunación infantil, pues vamos a ver si la tienen también y se organiza la vacunación de los adultos y los menores de los países sin recursos que no pudieron entrar en la puja de los laboratorios farmacéuticos. El sálvese quien pueda aquí no sirve.

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