VINALOPÓ. La campaña de la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó, que se encuentra en la recta final del embolsado y cuyas variedades más tempranas como la Victoria ya han comenzado a recolectarse, se presenta con una bajada histórica de producción para la variedad Aledo, la uva de Nochevieja, con una merma del 50 % de la cosecha debido a los dos episodios de pedrisco de primavera, los abandonos de cultivo y las más de 300 hectáreas de parras que se han arrancado este año por falta de rentabilidad.
Cuando arranca la recta final del embolsado de la Uva del Vinalopó y ya han comenzado a recolectarse algunos frutos de las variedades más tempranas, los agricultores anuncian una histórica caída de kilos para la variedad más tardía, la Aledo (la uva de Nochevieja), de la que se han perdido 7 millones de kilos por los fuertes episodios de pedrisco de mayo y junio, los abandonos del cultivo y los arranques de parra de este último año por falta de rentabilidad, que ASAJA calcula en 300 hectáreas. Así, de los 20 millones de kilos de Aledo inscritos en el Consejo Regulador, este año solo se podrán comercializar 13. Eso sí, de calidad excepcional debido al descenso de cosecha y las lluvias de abril, que propiciaron que el racimo alargase y el fruto tuviera buen cuaje.
Asimismo, en las variedades tempranas, como la Victoria o Red Globe, el descenso de producción será menos acusado, del 25 %, por lo que, junto con otras variedades primerizas como la Ideal, Dominga o Doña María, se esperan recolectar alrededor de 15 millones de kilos. Así las cosas, de los 40 millones de kilos que se estimaban recoger este año entre todas las variedades inscritas en la DO repartidos en las 1.600 hectáreas que se distribuyen en la comarca del Medio Vinalopó, restando las mermas comentadas, se cosecharán alrededor de 28 millones de kilos de todas las variedades.
“Esta reducción de cosecha general, que se traducirá en una calidad del fruto excepcional, también ha llevado aparejado un descenso de puestos de trabajo en la artesanal labor del embolsado que se lleva a cabo en el Valle de las Uvas cada verano. Así, si habitualmente el cultivo de la uva empleaba en la comarca a alrededor de 11.000 personas, esta campaña solo han podido trabajar en el campo alrededor de 5.000 operarios”, explica el presidente de ASAJA Novelda y representante de la sectorial de Uva de Mesa de ASAJA Alicante, Pedro Rubira.
Por otro lado, ASAJA denuncia que un año más la campaña de la uva de mesa del Vinalopó está marcada por un incremento de los costes de producción para el agricultor, que ha visto cómo han aumentado un 75 %, mientras se sigue pagando lo mismo por kilo de uva que hace 20 años.
Asimismo, ASAJA no cesa en su lucha por conseguir una rebaja permanente para este cultivo conjunto en los siete pueblos del Medio Vinalopó donde se ampara la Denominación de Origen. Y es que, como señala la tabla sobre los índices de IRPF, el índice general del módulo para la uva de mesa es de 0,42, a pesar de que, excepcionalmente, en los últimos años se está consiguiendo, a través de la mesa de negociación de ASAJA y el Ministerio, una reducción que lo establece en el 0,32. “Lo que solicitamos desde ASAJA Alicante es la rebaja permanente y que se establezca un índice por debajo del 0,22 a todos los pueblos del Medio Vinalopó, dado que no entendemos por qué no se tienen en cuenta todos los costes que se elevan por ser un cultivo muy artesanal y con tanta necesidad de mano de obra y nos preguntamos por qué otros cultivos más mecanizados están menos gravados”, ha manifestado Rubira.