ELCHE. El rector de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, Juan José Ruiz y la consellera de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, Carolina Pascual han asistido esta mañana a la demostración de un prototipo robótico para la detección del coronavirus. El profesor de la UMH Nicolás García Aracil ha presentado los avances en el desarrollo de un brazo robótico capaz de tomar muestras de personas para realizar un test de PCR. Asimismo, al encuentro han asistido el vicerrector de Investigación de la UMH, Domingo Orozco, y la secretaria autonómica de Universidades e Investigación, Carmen Beviá.
Los test de PCR (por las siglas en inglés de “reacción en cadena de la polimerasa”) que se utilizan para identificar la infección por coronavirus necesitan una muestra que se recoge de la nariz o de la parte posterior de la garganta del paciente. Ese material se coloca en un contenedor seguro y se envía a un laboratorio para su análisis. Como explica el profesor García Aracil, aunque durante la toma de muestras del tracto respiratorio los sanitarios tienen que tomar precauciones - llevan bata, mascarilla FFP2, guantes y protección ocular-, hay un alto riesgo de transmisión del virus al personal que lleva a cabo esta tarea, tanto en interiores como en exteriores.
Ante este problema, los investigadores de la UMH recibieron financiación de la Generalitat Valenciana, el pasado mayo, para desarrollar un sistema robotizado de extracción de muestras que sustituya al personal sanitario. El investigador responsable de este proyecto es el catedrático del Área de Ingeniería de Sistemas y Automática e investigador del Instituto de Bioingeniería, Nicolás García Aracil. Como explica el profesor de la UMH, el uso extendido de este robot permitiría que los sanitarios se centraran primordialmente en el proceso de vacunación a la población, que es uno de los retos más inmediatos e importantes a los que se enfrenta la sociedad a nivel mundial.
Durante la demostración, se ha llevado a cabo una toma de muestra para PCR por frotis nasofaríngeo totalmente automatizada. El sujeto ha permanecido sentado frente al robot, que es hermético y desinfecta los elementos de su interior mediante luz ultravioleta sin riesgo para la salud de las personas. Una vez que el robot ha identificado al sujeto, extrae un sistema de sujeción de la cabeza. Paralelamente un robot UR3e se desplaza hasta el sistema de alimentación de hisopos (los bastoncillos para recoger muestras), coge un hisopo y el tubo donde se almacenará la muestra. Posteriormente, el robot UR3e se coloca con el hisopo cerca del punto de inserción de la nariz mediante la información proporcionada por dos cámaras estratégicamente situadas. El robot realiza la inserción del hisopo guiado por un sensor de fuerza y corrige la trayectoria si es necesario. El robot detecta el final del conducto y realiza dos o tres movimientos giratorios, según indican los protocolos sanitarios. Posteriormente, extrae el hisopo, lo corta y lo almacena con ayuda del robot porticado. El almacenamiento se encuentra a una temperatura entre 2 a 8 grados. Paralelamente, se libera la cabeza del sujeto y se desinfectan todos los elementos automáticamente.
El proyecto ha sido financiado con cerca de 100.000 euros en la convocatoria de ayudas urgentes para la financiación de soluciones científico-innovadoras directamente relacionadas con la lucha contra la covid-19 y se ha desarrollado en el tiempo récord de 5-6 meses a pesar de las dificultades logísticas de esta época. Este se trata de uno de los cuatro proyectos de innovación e investigación para la lucha contra el Covid-19 de la UMH que han sido seleccionados por la Generalitat Valenciana, dentro de la convocatoria #SúmateAlRetoContraElCovid-19, organizada junto a la Agència Valenciana de la Innovació (AVI).