ALICANTE. Un sistema para suministrar aire desinfectado, de forma individual y simultánea a varios usuarios de un espacio cerrado común. Bien sea un aula, un cine, un hospital o, por ejemplo, un medio de transporte. Es el desarrollo que ha llevado adelante el Instituto de Ingeniería de los Procesos Químicos de la Universidad de Alicante (UA) como una nueva estrategia de lucha contra la covid-19.
De momento, han desarrollado un prototipo a nivel laboratorio y ya se ha escalado a planta piloto y está disponible para su demostración. Este primer prototipo ha sido financiado por el Consell a través de la convocatoria de ayudas urgentes para la financiación de soluciones científico-innovadoras directamente relacionadas con la lucha contra la covid-19. El proyecto concreto es "Nueva mascarilla con lecho filtrante y cerramiento para ampliar el uso de unidades de nebulización". Ahora están en busca de una validación a mayor escala en un entorno relevante para acercarlo al mercado. Están buscando empresas interesadas en adquirir el sistema.
Desde el Instituto de Ingeniería de los Procesos Químicos aseguran que se trata de una solución "muy económica, que permite reducir la distancia de seguridad de forma segura y, por tanto, completar los aforos al 100% con riesgo prácticamente nulo de contagio por inhalación de aire contaminado con covid-19 u otros patógenos que se transmitan por vía aérea".
Prototipo ideado en la UA. Foto: AP
¿Cómo funciona?
El invento desde la UA logra que el aire que ha sido utilizado se canalice y desinfecte evitando la mezcla de corrientes de aire- Así impiden el posible contacto con el aire exhalado por los demás usuarios, asegurando de este modo un riesgo de contagio o de infección, prácticamente nulo. En concreto, han desarrollado un circuito de circulación de aire donde se pueden conectar una serie de mascarillas individuales.
Desde la UA explican todo el proceso: aplican un colector de aire con un sistema de filtrado sencillo para evitar la entrada de partículas gruesas e insectos; un compresor que permite la circulación del aire a través de todo el circuito; un filtro HEPA o similar tras el sistema impulsor; una cámara de esterilización; un sistema de acondicionamiento del aire al circuito distribuidor; el propio circuito distribuido dotado de tantas salidas como puestos se prevean en el recinto.
Además, cada una de esas salidas se conectará a cada mascarilla individual por medio de una boquilla que podrá estar dotada de una válvula antirretorno. La mascarilla individual estará dotada de otra boquilla para su conexión al circuito de eliminación del aire exhalado. El circuito, pues, estará dotado de una cámara de desinfección del mismo tipo que la descrita para la entrada, y conducirá el aire desinfectado al exterior para su vertido. Las mascarillas serán impermeables en toda su superficie -excepto por las boquillas-, y podrán estar dotadas de un filtro convencional del tipo FPP1 o FPP2 para cuando no se está conectado al sistema.
Ventajas del sistema
Esta invención desde la UA puede desinfectar el aire exhalado por los usuarios de un recinto cerrado; separa ambas corrientes de aire; minimiza riesgo de contagio por patógenos a través del aire; es fácil de construir e instalar y con un coste bajo; se puede adaptar de forma sencilla a las infraestructuras de circulación de aire ya existentes.
Además, las conducciones de aire pueden disponerse por el techo, por las paredes o por el suelo del recinto y permite completar el total de los aforos en los lugares que tienen restricciones. Desde la UA afirman que es el único sistema actualmente disponible en el mercado que garantiza el abastecimiento individual de aire desinfectado en espacios cerrados de uso común.
Prototipo ideado en la UA. Foto: AP