ALICANTE. (EFE).- Expertos investigadores de la Universidad de Alicante (UA) analizarán la capacidad de absorción de dióxido de carbono (C02) de los 3.200 árboles de rápido crecimiento plantados en torno a la fábrica de cemento CEMEX como parte de su compromiso medioambiental.
Ubicada a menos de 10 kilómetros de la ciudad de Alicante, la cementera ha firmado un convenio con la UA para valorar la ampliación de la plantación con nuevos ejemplares de Paulownias, considerada una especie que absorbe diez veces más CO2 que otros árboles, con la posibilidad de exportar esta iniciativa a otras plantas de la compañía.
Según informa un comunicado de la UA, el estudio estará liderado por el catedrático y experto en ecología Jordi Cortina Segarra y contará con el trabajo de otros dos investigadores del Departamento de Ecología de la Universidad David Fuentes y Alejandro Valdecantos.
El proyecto analizará, entre otros aspectos, la capacidad de captación de dióxido de carbono de las Paulownias y calculará los flujos anuales de CO2 en la fábrica y en su entorno, así como la influencia de esta vegetación en la composición de los suelos.
Cortina ha afirmado que "la implicación de CEMEX en la reforestación de antiguos cultivos y la restauración de canteras en desuso supone un paso adelante en la buena dirección" y que la universidad "puede contribuir a aumentar la calidad de estas acciones".
El resultado de este proyecto de investigación culminará con la redacción de un informe en el que quedarán especificados los niveles de carbono captados, tanto por cada planta como por la totalidad del área reforestada.
Además, la UA desarrollará un modelo que permita a la compañía actualizar los resultados a medida que vaya creciendo la plantación.
El director de la fábrica, Óscar Nasarre, ha comentado que esta iniciativa y el estudio de su impacto "se enmarcan en la estrategia de cambio climático de CEMEX, Futuro en Acción".
El objetivo de la compañía con este plan es "alcanzar la neutralidad de carbono de sus procesos y productos para conseguir un hormigón cero emisiones en 2050 y una reducción de las emisiones de CO2 en Europa del 55% en 2030", tomando como referencia sus emisiones de 1990.