Más de 4 millones de afectados están sin diagnóstico
MADRID, (EP). La tuberculosis es una de las 10 principales causas de mortalidad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estima que mata a 5.000 personas cada día, unos 10,4 millones de personas al año, mientras que un tercio de los infectados, unos 4,3 millones, se encuentran sin diagnóstico ni tratamiento.
La organización que acaba de publicar una guía ética para proteger los derechos de los pacientes, con motivo del Día Mundial contra la Tuberculosis, que se celebra este viernes 24 de marzo, pretende ayudar a los países que aplican la estrategia contra la enfermedad a proteger los derechos de todos los afectados.
"La tuberculosis ataca a algunas de las personas más pobres del mundo, las que se encuentran en la situación más difícil", ha señalado la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS, quien ha denunciado la situación de vulnerabilidad de migrantes, refugiados, prisioneros, minorías étnicas, y mujeres, niños y personas mayores marginadas.
La pobreza, la desnutrición, la mala vivienda y saneamiento, agravada por otros factores de riesgo como el VIH, el tabaco, el alcohol y la diabetes, pueden poner a las personas en mayor riesgo de TB y hacer más difícil su acceso a la atención. "La discriminación y otras barreras que impiden que muchas de estas personas obtengan los servicios que tanto necesitan", ha añadido Chan.
La nueva orientación ética de la OMS aborda temas polémicos tales como el aislamiento de los pacientes contagiosos, los derechos de los pacientes con tuberculosis en la prisión, las políticas discriminatorias contra los migrantes afectados por la tuberculosis, entre otros. Se hace hincapié en cinco obligaciones éticas clave para los gobiernos, sanitarios, organizaciones no gubernamentales, investigadores, etc.
Así, aboga por proporcionar a los pacientes el apoyo social que necesitan; abstenerse de aislar a los pacientes de tuberculosis antes de agotar todas las opciones para permitir la adherencia al tratamiento y sólo bajo condiciones muy específicas; y permitir a poblaciones en riesgo el acceso al mismo nivel de atención que se ofrece a otros ciudadanos; seguridad para los sanitarios y compartir las evidencias científicas relacionadas con la tuberculosis.
"Sólo cuando intervenciones eficaces basadas en la evidencia son informadas en un marco ético sólido, y con el respeto a los derechos humanos, vamos a tener éxito en lograr nuestros ambiciosos objetivos de poner fin a la epidemia y conseguir la cobertura universal de salud", ha explicado el doctor Mario Raviglione, director del Programa Mundial de la OMS para la Tuberculosis.
La guía, que la OMS ha dado a conocer, "tiene como objetivo identificar los dilemas éticos a los que nos enfrentamos en la prestación de atención de la tuberculosis, y pone de relieve las acciones clave que se pueden tomar para hacer frente a ellos", ha añadido.